Sin embargo, permanecería en el cargo hasta que se elija un sucesor. Varios miembros y legisladores de su partido, el conservador, pidieron su salida inmediata. Johnson se encuentra jaqueado por diversos escándalos, una grave crisis económica y luchas históricas por salario y contra la inflación.
Jueves 7 de julio de 2022 08:06
Tras una catarata de renuncias de más de 50 ministros y secretarios, y los cuestionamientos de su propio partido, el primer ministro conservador Boris Johnson anunció este jueves su renuncia al liderazgo de su partido y al cargo de premier ministro.
Sin embargo, su renuncia no sería inmediata sino que permanecerá en su cargo hasta que se elija un sucesor. En las horas previas se especuló que podría quedarse en el cargo hasta princiipios de octubre, cuando se realiza la convención de los Tories (nombre con que se conoce a los conservadores) para elegir su reemplazo. Esto provocó la reacción inmediata de legisladores y miembros del partido que exigen su salida inmediata del poder y su reemplazo por un primer ministro interino.
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Boris Johnson se encuentra jaqueado por los escándalos que significaron el llamado "partygate" (fiestas durante la cuarentena obligatoria de Coronavirus), acusaciones de abuso sexual contra el Jefe Adjunto de Gobierno, el descontento dentro del propio partido, una crisis económica con inflación récord y diversas luchas de trabajadoras y trabajadores por aumento salarial.
Como señalaba nuestra corresponsal en Reino Unido, Alejandra Ríos: "la presión sobre Johnson aumentó por su forma de gestionar la conducta del exdiputado Chris Pincher, Jefe Adjunto del Gobierno. El segundo del primer ministro fue suspendido como diputado del partido conservador por las acusaciones que pesan sobre él por abuso sexual sobre dos hombres en un club privado de Londres. El “caso Pincher” se produce tan solo un mes después de haber superado la moción de confianza dentro de su partido por las fiestas en Downing Street durante la pandemia, conocidas como "partygate". Estos escándalos de los miembros del partido conservador se da con el mar de fondo de una alta inflación, que en mayo alcanzó un 11%. El alza de los precios de alimentos y del combustible está hundiendo en la pobreza a cada vez más británicos y con trabajadores que ven día a día licuar el poder de compra de sus salarios. La respuesta de un sector importante de la clase trabajadora fueron los paros o huelgas en junio, mientras que los ferroviaros ya están en un proceso de votación para volver a la huelga, lo mismo correos y docentes".
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En esta situación, el portavoz de Downing Street N° 10 (como se conoce a la residencia oficial) había anunciado que Johnson daría una declaración este jueves, que finalmente se produjo en la puerta de la residencia. El primer ministro finalmente anunció su renuncia.
Johnson habría hablado con la reina para contarle sus planes, ante quién debe presentar formalmente la renuncia para abrir un proceso de elección de sucesor dentro del partido gobernante. Sin embargo, su propuesta de permanecer como primer ministro mientras se lleva a cabo una competencia por el liderazgo conservador, provocó la furia entre los parlamentarios que sugirieron que Johnson debería renunciar de inmediato y pidieron un líder interino como Dominic Raab, el viceprimer ministro, o Theresa May, la predecesora de Johnson.
El anuncio ya dio inicio a la danza de nombres entre los conservadores para elegir un reemplazo.
¿Cómo es el mecanismo?
Al haber aceptado Johnson dejar el cargo en el momento en que el partido conservador vote se reemplazo, como sucedió con Theresa May en 2019, no sería necesario que sucediera nada formal: Johnson permanecería en el cargo, intentaría armar un gabinete interino y los conservadores se centrarían en votar un sucesor.
Al tener mayoría en la Cámara de los Comunes, el partido conservador puede elegir al sucesor de Johnson sin necesidad de convocar nuevas elecciones. Los parlamentarios tories deben ir haciendo una serie de votaciones en caso de haber varios candidatos a la sucesión hasta decidirse por uno. Esto puede durar mucho tiempo según las negociaciones entre las distintas alas y las aspiraciones de distintos dirigentes conservadores. En 2019, cuando Johnson reemplazó a Theresa May, todo el proceso de liderazgo tomó alrededor de seis semanas.
El debate comenzaría la semana que viene.
Una crisis múltiple de fondo
La crisis política del gobierno se da en el marco de una económica: el crecimiento de los ingresos de los hogares del Reino Unido entre 2007 y 2018 quedó por detrás del resto de Europa, solo Grecia y Chipre están por debajo del Reino Unido. Irlanda creció en el mismo período un 6% y Francia un 10%, mientras que el Reino Unido retrocedió un 2%.
Según The Guardian una encuesta de “YouGov” de este mismo martes a la noche, encontró que el 69% de los británicos decían que Boris Johnson debería renunciar. Esto es un aumento de 11 puntos con respecto al 9 de junio.
Esto ha venido provocando lo que muchos llamaron "el verano del descontento" en relación a la serie de huelgas que recorrieron el país 40 años atras.
Desde fines de junio comenzaron una serie de huelgas entre los ferroviarios y trabajadores del metro que por su magnitud, muchos señalaron como histórica. Por su parte, el Colegio de Abogados Penales (CBA por sus siglas en inglés) de Inglaterra y Gales anunció este lunes 4 de julio la continuación por tres días más de la huelga que iniciaron la semana pasada para pedir un aumento de los salarios por los servicios de asistencia jurídica gratuita que financia el Estado, lo que ha provocado una parálisis de la Justicia penal. Trabajadores de la salud y de la educación han amenazado con ir al paro en el otoño europeo, y trambién los trabajadores del correo.
Como señala nuestra corresponsal Alejandra Ríos: "Escándalos políticos por arriba y descontento generalizado por abajo por las condiciones de vida cada vez más apremiantes es lo que está llevando a una mayor actividad huelguística de trabajadorxs (hartos de vivir décadas de neoliberalismo) como la histórica huelga de tres días del sector ferroviario. Que se desarrolle la lucha de clases en el Reino Unido es el mayor temor de la clase dominante".