Hermanas Trinitarias. Boulogne: detuvieron a una monja por abusar de menores que estaban bajo “abrigo” judicial

Las denuncias sobre los abusos sexuales cometidos por integrantes de la Iglesia católica (y otros cultos) contra miles de víctimas, en su gran mayoría menores de edad, se multiplican en todos los países.

En este caso, se trata de la sede de las Hermanas Trinitarias, ubicada en la calle Carlos Tejedor al 300 de la localidad bonaerense de Boulogne (San Isidro), donde la religiosa Tellez Fajardo desde hace más de veinte años estaba a cargo bajo tutela de niñas. Fue detenida este jueves, acusada de abusar sexualmente de una adolescente de 14 años.

También se ingresó al hogar y convento de las mismas monjas ubicado en San Miguel, al noroeste del conurbano. En los allanamientos se secuestraron el legajo de la monja y se tomaron pruebas de los lugares donde ocurrieron los abusos.

Lejos de condenar los abusos y tomar medidas para que dejen de ocurrir, la congregación de las Trinitarias emitió este viernes un comunicado en el que señala que "ante la denuncia" se ven "en la obligación" de brindar el "apoyo incondicional a la hermana Sor Marina y particularmente poner de resalto el perjuicio irreparable que con todo ello se está generando a una congregación centenaria que ayuda a jóvenes en todo el mundo".

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Una vez más, desde la institución religiosa se busca proteger a la abusadora, revictimizar a su víctimas y desconocer los abusos denunciados. Una actitud repudiable, toda vez que es sabido que las posibilidades de que las víctimas de este tipo de crímenes contra la integridad física y psicológica estén mintiendo son escasas (en el caso de la Iglesia se podría decir que son casi nulas).

La organización está registrada como Asociación Obra de la Santísima Trinidad y es la empleadora de la monja acusada. Esta comunidad de religiosas fue fundada el 2 de febrero de 1885 en Madrid. En su página web institucional señalan que "la fundación nació para abrir una puerta de esperanza a muchas jóvenes que buscan llegar a ser lo que su corazón anhela y realizar sus proyectos de Vida, y necesitan quien las acompañe en su camino".

No operan sólo en Argentina, si no que tienen sedes en varios países. "En España estamos en Madrid, Santander, Barcelona, Sevilla, Granada, Bilbao, León, Málaga y Vigo. Fuera de España estamos en México, Argentina, Uruguay, Guatemala, e India", dice oficialmente.

La investigación está a cargo del titular de la UFI Especializada en Delitos Conexos a la Trata de Personas de San Isidro, Marcelo Fuenzalida. Según surge de las pruebas Sor Marina, como era conocida la religiosa, cometió abusos sexuales contra las niñas que tenía bajo su custodia. Fueron tenidos en cuenta como agravantes en la imputación su condición de monja y de persona con autoridad sobre las niñas.

Una de sus víctimas de 14 años declaró en Cámara Gesell que los abusos ocurrían en la cocina del hogar y en un depósito. La vulnerabilidad de las niñas bajo custodia de estas religiosas era aprovechada para cometer los abusos. En el caso de la denunciante vivía bajo una medida judicial de abrigo en el hogar a cargo de las religiosas.

La Iglesia y el Estado son responsables

Este caso vuelve a dejar a la luz cómo el Estado deja a merced de instituciones acusadas del abuso de miles de niños y niñas, a quienes se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad, bajo medidas judiciales o de abrigo.

Lejos de implementar políticas que den soluciones que garanticen los derechos de la niñez, solo en 2020 en plena pandemia subsidió con $ 155.398.660 al denominado "sostenimiento" del culto católico amparado por el retrógrado y reaccionario artículo 2 de la Constitución Nacional. Iglesia y Estado, son responsables

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