Análisis del combate entre el mexicano Saúl "Canelo" Álvarez y el portorriqueño Miguel Cotto, pelea de gran nivel que conmovió al mundo del boxeo.
Martes 24 de noviembre de 2015
Foto: Naoki Fukuda
La controversial definición y las opiniones tan encontradas que provocó la pelea entre el puertoriqueño Miguel Cotto y el mexicano Canelo Álvarez surgen a raíz del excelente rendimiento técnico, táctico, físico y profesional de ambos protagonistas.
Claramente Cotto y Canelo alcanzaron un nivel de extraordinaria calidad, esa que a los amantes del boxeo nos hace admirar y disfrutar exageradamente.
El mexicano, claramente, de una concentración inquebrantable; calculando y acertando cada golpe con muchísima potencia y casi sin margen de error. Manejó el centro de ring en casi la totalidad del combate y mostró más predisposición para el ataque. Mucho más firme y aguerrido que inclusive algunas de sus peleas anteriores, lo que hace presumir de una táctica correcta. Fue, en la suma de los 12 asaltos, superior.
Y por otro lado el boricua, quien había perdido el cinturón antes de subir al ring por no alinearse a las reglas financieras de la entidad, lo cual el boxeador consideró un despropósito (tema controversial que merece tal vez, un análisis aparte). Si bien se destacó en velocidad y cantidad de golpes, además de la condición física inmejorable; simplemente no cambió su postura frente a la pelea a lo largo de todos los rounds, considerando tal vez que alcanzaba con el trabajo realizado hasta el momento.
En definitiva y después de todo, dicen los que saben, el boxeo es un deporte de “apreciación” y cada cual aplaude más fervientemente el golpe que más le guste por lo que, en este caso, Canelo Álvarez gustó más, por lo menos ante las miradas más importantes: la de los jurados que lo vieron victorioso unánimemente.