Las declaraciones de Zé María (PSTU) fueron para algunos una sorpresa. El dirigente del PSTU declaró la abstención partidaria en caso de votarse (si tuvieran diputados) el impeachment.
Jueves 14 de abril de 2016
Pudo verse a militantes y simpatizantes del PSTU en todo el país, en debates en facebook y en asambleas donde se debatió esta cuestión, que afirmaban que el PSTU se oponía al impeachment frente a la presión cada vez mayor de sectores de trabajadores y jóvenes que critican la política de no rechazar este golpe institucional reaccionario. Para citar un ejemplo, Altino Prazeres presidente del Sindicato de los Trabajadores del Subte de San Pablo, lo hizo en un debate realizado en el subte, a pesar de haberse negado a votar separadamente el posicionamiento sobre el impeachment. Zé Maria, uno de los principales dirigentes del PSTU, llegó a aparecer en uno de los grandes diarios nacionales, la Folha de San Pablo, como “en oposición al impeachment” pero un lector atento podía entrever que mantenía la misma posición al decir que “no era la solución” o que “no era suficiente”, que fueron las únicas formulaciones que la dirección nacional del PSTU aceptó.
Ex militantes e incluso simpatizantes del PSTU escribieron comentarios preguntando a Zé María y a la dirección nacional del partido si no ven cómo esta política - cuya ambigüedad sobre el impeachment lo liga claramente con sectores de la derecha como los que representa la Folha de S. Pablo, la Federación de Industrias de Estado de San Pablo (FIESP), Renan Calheiros (PMDB), actual presidente del senado y las maniobras reaccionarias del Poder judicial, siendo motivo de la reciente ruptura de un grupo de sus militantes.
EL PSTU firme en la política de capitular al golpismo institucional
Nunca tuvimos la ilusión de encontrar alguna lucidez en la política errática del PSTU. Se trata del corolario natural de una política que tiene como eje ligarse a los que quieren destituir a Dilma por derecha. Para estos sectores, no importa si es por la vía de un puñado de diputados totalmente degenerados liderados por Eduardo Cunha o basado en un movimiento hegemonizado por la clase media acomodada.
Queda claro cuando el PSTU define las manifestaciones de la derecha, del pasado 13/3, como “contradictorias” y no reaccionarias (o como “grandes movilizaciones de masas contra el gobierno de Dilma”, en una nota de la LIT que puede leerse aquí, y que la tarea de la izquierda sería “disputar” ese sector social).
Una prueba cabal de que el “Fuera Todos” es solo verborragia que intenta encubrir por izquierda una política que solo fortalece el único movimiento real que existe que es “Fuera Dilma” (y Lula), liderado por Sérgio Moro, la red mediática Globo y parte de la nata de la derecha reaccionaria del país, y otras tentativas de golpes institucionales.
Una política con raíces profundas
Esto no es novedoso. El PSTU ya hizo lo mismo al ligarse a la derecha en Venezuela que quería derrumbar a Chavez, a los gusanos y a las “damas de blanco” en Cuba y defendió el frente único con la OTAN contra Kadafi en Libia. Para el PSTU cualquier caída del gobierno, no importa con qué programa, los métodos o la dirección, favorece al movimiento de masas. En 2005 frente al mensalão (escándalos de corrupción parlamentaria), la política del PSTU fue la misma, solo que no llegó hasta el final porque la crisis no se desarrolló como en el actual momento.
Esta posición tiene raíces profundas, como debatimos aquí, tanto que otras corrientes como el PSOL (Partido Socialismo y Libertad), que vienen de la misma tradición teórica de la corriente de Nahuel Moreno de Argentina, son los únicos que acompañan al PSTU en su política de “Fuera Todos” (cada uno con sus matices) en el caso de la corriente de Luciana Genro del PSOL, el Movimiento de Izquierda Socialista (Movimento Esquerda Socialista – MES) y la corriente del concejal Babá, en Río de Janeiro, la Corriente Socialista de los Trabajadores (CST).
EL PSTU afirmaba que todos los que están contra el impeachment son oficialistas y ahora están en el “bloque burgués”
Cada vez más aislados y atacados por su política, el PSTU intenta defenderse agitando el grito de “oficialistas” a todos los que se oponen al impeachment y según la nota de Zé Maria, afirman que están en el “bloque burgués”. Están por el “Dilma se queda”, sostienen. Mientras ellos están “con las masas” que están contra el gobierno del PT.
Para el PSTU las manifestaciones verde-amarillo son “contradictorias” pero las organizadas por los movimientos y centrales oficialistas no. En medio de este intento desesperado, el PSTU debe estar buscando alguna cita con la que “pobrar” que el Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT) es “oficialista”. Morirán en el intento. Por fortuna el mundo no es como lo ve el PSTU ya que muchos trabajadores y jóvenes del país que están contra el impeachment tienen claridad de lo que significa y, al mismo tiempo, son críticos del gobierno del PT.
La ruptura con el PT necesita ser guiada por un programa anticapitalista y socialista. La tarea que cualquiera que se reivindique revolucionario debería darse es la de impedir que estos sectores sean capitalizados por el oficialismo ya que, como venimos denunciando, si se derrota el impeachment seguirán implementando ataques, aunque sea de forma más demagógica.
El PSTU debería romper su seguidismo a la derecha
Solo podrá surgir una movilización independiente de los trabajadores para dar una respuesta la crisis a partir de una fuerte exigencia a las centrales sindicales y que las direcciones del movimiento de masas rompan su subordinación al gobierno e impulsen un plan de lucha (que va mas allá de los actos controlados que se convocan ahora) y contra el impeachment, los ataques del gobierno del PT (y de todos los gobiernos en los Estados) y los despidos, que ponga en pie un movimiento de trabajadores y jóvenes desde los lugares de trabajo y estudio.
Al mismo tiempo que no participamos de los actos del pasado 18 y 31 de marzo, alertando que eran una maniobra para apoyar el futuro gobierno de Dilma-Lula, con esta política que impulsamos desde el MRT, en los lugares de trabajo y estudio, junto a la agrupación Faísca – Juventud Anticapitalista y Revolucionaria y Esquerda Diário, estamos ampliando cada vez más un auditorio y fortaleciendo las verdaderas alternativas que se presentan a los que creemos necesario enfrentar los golpes institucionales y no consideramos al PT una herramienta para hacerlo, para avanzar en la lucha contra los ataques del gobierno del PT y de todos los gobiernos en el país. Un movimiento como este podría ser la base para imponer una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, impuesta por la fuerza de la movilización, como parte de la lucha por un gobierno de los trabajadores.