Los recortes anunciados por Dilma y la votación de leyes antiobreras abren un debate en la izquierda, en especial con el PSOL y el PSTU, sobre cómo utilizar la táctica de frente único para explorar las contradicciones entre la Central Única de Trabajadores (CUT) y el gobierno, con el objetivo de potenciar la movilización independiente de las masas.
Viernes 29 de mayo de 2015
Fotografía : La Izquierda Diario Brasil
Los ataques de Dilma obligan a la burocracia de la CUT a diferenciarse del gobierno para preservar su autoridad frente a las masas descontentas, proteger al PT de mayores desgastes frente a las elecciones de 2016 y articular la candidatura de Lula en 2018. En la medida que esa diferenciación obliga a la burocracia a adoptar medidas parciales de lucha, nuestra obligación es utilizar la táctica de frente único, explorar las contradicciones entre la Central Única de Trabajadores (CUT) y el gobierno con el objetivo de potenciar la movilización independiente de las masas contra los paquetes de ajuste.
En el frente conformado por la CUT, el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST), el PSOL, el PSTU y otras organizaciones, Luciana Genro (referente del PSOL) felicitó a la burocracia cutista por su empeño en la jornada del 15 de abril y firmó la convocatoria común de todos los sectores para el 29 de mayo, en la que ni siquiera se la nombra a la presidenta Dilma Rousseff. El PSTU, a pesar de que no firma la convocatoria y hace algunas críticas puntuales a la CUT en su sitio web, viene considerando a la par del PSOL, a la CUT como una constructora de una supuesta “huelga general” para frenar los paquetes de ajuste en curso.
De esta manera, el PSOL y el PSTU venden la ilusión de que la CUT podría tomar cualquier medida seria de lucha contra el gobierno del PT. Consecuentemente, no exigen que las dirigencias oficialistas efectivamente movilicen a sus bases para poner en pie un verdadero paro nacional contra los ataques a los trabajadores, y no buscan organizar a la vanguardia con una política capaz de superar los límites impuestos por la burocracia sindical.
¿La CUT paraliza más del 5% de sus bases para enfrentar los ataques de Dilma?
En la Alemania de los años 30 Trotsky insistía que la realización de la táctica de frente único presupone la movilización de amplios sectores de masas para la acción, diferenciando esa precondición de los acuerdos de cúpula para la mera propaganda: “Frente único quiere decir unidad de las masas trabajadoras comunistas y socialdemócratas, no una transacción de grupos políticos desprovistos de masa (...) en el dominio de la propaganda, el frete único es inadmisible (...) El bloque es únicamente para acciones prácticas de masas. Los compromisos por arriba, sin base de principio no traen otra cosa sino confusión”. (L. Trotsky, Revolución y Contrarrevolución en Alemania).
Las primeras preguntas que el PSTU y el PSOL tienen que responder son: ¿cuál de los 2 mil sindicatos y de los 2,4 millones de afiliados de los bastiones obreros de la CUT pararon el 15 de abril o pararán el 29 de mayo contra los ajustes de Dilma? ¿Cuántos de los 50 millones de reales, solo del impuesto sindical obligatorio, fueron empleado en la convocatoria del paro?
Aun teniendo a 10 estados en huelga docente, ajuste salarial contra estatales en todo el país, despidos masivos en las principales automotrices y autopartistas, privatización descarada de Petrobrás, recortes brutales en educación y salud y avance en la tercerización del trabajo en los bancos, la CUT se niega a movilizar a todos los trabajadores de la educación, estatales, metalúrgicos, petroleros y bancarios en un fuerte paro nacional que ligue las demandas de cada sector con la lucha nacional contra los paquetes de ajuste que alcanzan a todos. Sectores que en algunos casos superan el 70% de afiliación y están en el “ojo de la tormenta” de los ataques en curso.
Teniendo en cuenta que en los últimos años Brasil viene viviendo la mayor oleada de huelgas y manifestaciones de masas desde los años 80, no es posible creer que la burocracia cutista no puede movilizar a sus bases porque estas no tienen disposición para la lucha. Lo menos que podría hacer el PSOL, sus parlamentarios y figuras públicas es exigir que la CUT pase de la verborragia izquierdista a la acción y ponga toda su fuerza humana y material al servicio de movilizar a las bases para construir un paro nacional serio, organizando asambleas de base y votando un plan de acción capaz de derrotar los paquetes de ajuste. Por su parte, para que las exigencias que hace el PSTU no sean solo palabras en un papel, habría que transformarlas en herramientas de combate de los sindicatos y corrientes sindicales opositoras de la Central Sindical y Popular (CSP-Conlutas) de forma que puedan constituirse como un polo de vanguardia en las jornadas nacionales de lucha, claramente diferenciados de la burocracia tanto en el programa como en los métodos.
¿Por qué embellecer a la burocracia?
Trotsky alertaba que “Mientras se aplica la política de frente único es muy peligroso tener una caracterización falsa de los aliados, cuando se presentan como verdaderos falsos aliados los obreros se sienten engañados desde el principio” (L. Trotsky, “Prólogo a la edición polaca de ‘Izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo’, de Lenin”, 1932).
¿Por qué el PSTU y el PSOL no denuncian que la burocracia cutista se niega a adoptar las medidas más elementales de movilización de sus bases? Tampoco alerta a los trabajadores que el interés de las direcciones oficialistas es parar “desde adentro” la posibilidad de que surja un movimiento que de hecho coloque en jaque el gobierno petista ¿Por qué ambos venden la ilusión de que la burocracia cutista podría supuestamente tener cualquier interés en construir una “huelga general” contra el gobierno del que es parte?
Al presentar falsos aliados como verdaderos, el PSOL y el PSTU transforman la táctica de frente único en un instrumento de adaptación a la burocracia de la CUT, utilizando la verborragia izquierdista de “huelga general” para cubrir sus alianzas oportunistas. Consecuentemente, como cualquier trabajador combativo nunca va a creer que la burocracia sindical oficialista puede realmente entablar cualquier lucha seria por libre y espontánea voluntad, la misma capacidad de movilización de la CSP-Conlutas y la Intersindical se ve comprometida.
¿Una huelga general por la “democracia”?
Trotsky alertaba que: “En ningún caso se deben establecer acuerdos por objetivos prácticos a costa de concesiones de principio, de callar las diferencias esenciales, de hacer formulaciones ambiguas que permiten que cada una de las partes las interprete a su manera” (idem “Prólogo...”).
Todos saben que la defensa de la “democracia” por parte del frente único que convocó la jornada del 15 de abril y que convoca a la jornada del 29 de mayo es la forma a través de la cual las direcciones petistas del movimiento de masas buscan confundir a la clase trabajadora para desviar el foco de atención de los ataques de Dilma. Para la CUT y el PT, Dilma no es responsable por los ataques, mucho menos Lula, claro. La responsabilidad recae sobre una difusa derecha que supuestamente prepara un “golpe de estado” contra la presidenta. Claro que en esa “teoría” el PT no explica por qué los burgueses que aplauden el ajuste fiscal de Dilma querrían destituirla.
Menos aún se entiende el por qué del “golpe de estado” si el gobierno petista cuenta con la burocracia de la CUT para garantizar que los “paros nacionales” sean adecuados al objetivo de negociar ataques más mediados, que después serán vendidos como grandes triunfos de la movilización y grandes concesiones del gobierno. De esta forma, el gobierno de Dilma propone un “programa máximo” de ataques, para luego negociar y hacer pasar el mínimo que necesita para seguir descargando la crisis sobre las espaldas de los trabajadores sin mayores crisis, y así vamos teniendo los resultados parciales de la “huelga general” que el PSTU y el PSOL construyen junto con la CUT.
¿Por qué el PSOL y el PSTU no luchan abiertamente contra la defensa de la “democracia” como parte del programa de las jornadas nacionales de lucha contra los ajustes? Si eso no se trata de hacer concesiones de principios, de callar las diferencias esenciales y hacer formulaciones ambiguas, no sabemos de qué se trata.
¿Cómo luchar por un verdadero frente único obrero?
El PSTU dirige decenas de sindicatos y corrientes sindicales opositoras en todo el país y es la dirección mayoritaria de CSP-Conlutas, la principal central sindical de oposición al gobierno, que pasó los últimos meses preparando su 2º Congreso Nacional que ocurrirá entre el 4 y el 7 de julio. El PSOL tuvo 1,6 millones de votos en las últimas elecciones, lo que hizo a Luciana Genro nacionalmente conocida, tiene cuatro diputados federales y varios diputados estaduales y concejales que le da una importante proyección mediática, especialmente a partir de la cada vez mayor crisis del PT.
Esa fuerza sindical y política debería estar al servicio de organizar una vanguardia proletaria para exigir que la burocracia sindical adopte medidas efectivas de movilización de sus bases organizando asambleas que voten un plan de lucha serio. Los sindicatos y corrientes sindicales opositoras de la CSP-Conlutas, amplificadas por la voz de los parlamentarios del PSOL, deberían dar ejemplos de construcción de asambleas de base que preparen fuertes paros de sus sectores en forma coordinada, ligando sus demandas corporativas a la lucha nacional contra los ajustes. Esos ejemplos deberían ser puntos de apoyo para influenciar a cada vez más obreros dirigidos por la burocracia cutista, sentando las bases para una lucha realmente masiva que obligue a Dilma a retroceder en sus ataques. Solo así las direcciones de la CUT estarían obligadas a movilizar realmente a sus bases o verse superadas por la movilización independiente de las mismas.
Los trabajadores de la USP constituyeron uno de los pocos sectores que pararon las actividades ligando sus demandas corporativas a la lucha contra los ajustes de Dilma en la última jornada nacional de lucha del día 15 de abril. Posteriormente, en su Congreso, aprobaron el llamado a que la CSP-Conlutas cumpla un papel de vanguardia en la construcción de una alternativa a la burocracia cutista para llevar la lucha contra los ataques hasta el final. Los militantes del Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT) estuvieron en la línea de frente de esa batalla junto con los demás sectores del sector, así como vienen batallando con esa misma perspectiva en la huelga docente, en el metro y en bancarios del estado de San Pablo, así como en el movimiento estudiantil de distintas universidades del país.
Llamamos a los trabajadores y jóvenes que no están dispuestos a aceptar los límites impuestos por la burocracia cutista en la lucha contra los ajustes del gobierno del PT a trabar esa batalla junto con nosotros en los lugares de trabajo y estudio y en el Congreso Nacional de la CSP-Conlutas.

Daniel Matos
Nacido en Montes Claros, Minas Gerais, Brasil. Dirigente del Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT) de Brasil, reside desde 2015 en Argentina colaborando con la dirección del PTS. Miembro del consejo editorial de Esquerda Diário y de la revista Estrategia Internacional. Coautor del libro Questao negra. Marxismo e classe operaria no Brasil, Ediciones Iskra, 2013.