Tras los innumerables casos de corrupción y colusión entre personajes del gobierno y distintas empresas, y los ataques al pueblo trabajador con reformas que vienen a precarizar y profundizar las condiciones laborales, se organiza un gran paro nacional en Brasil.
Viernes 30 de junio de 2017
Los trabajadores y los sectores oprimidos en Brasil ya han demostrado su fuerza. El pasado 28 de abril, con un llamado a huelga general, tras revelarse audios que involucraban al mismísimo presidente en casos de corrupción. En esa instancia, fueron miles de trabajadores, mujeres y estudiantes en distintas partes de Brasil que pararon carreteras, autopistas, fábricas y medios de locomoción.
Pero, ¿por qué es tan profunda la crisis?
No es solo el caso de corrupción de Temer, actual presidente, si no que un sin fin de casos que vienen desde antes, con varios ministros inculpados en los casos de corrupción, desde tráfico de influencias, pasando por lavado de dinero y colusión, por ejemplo, con la petrolera Petrobras.
Uno de los casos más conocidos y escandalosos, fue el del ex – ministro Palocci, que fue parte del gobierno de los ex –presidentes Lula Da Silva y Dilma Rousseff, que fue condenado a 12 años de prisión por lavado de dinero y corrupción pasiva. Y no fue menor, si fueron más de 22 millones de dólares los que se perdían o desviaban tras firmas los contratos de Petrobras.
El siguiente escándalo fue el de la ex –presidenta Dilma Rousseff, que también estaba involucrada en los casos de corrupción con la petrolera Petrobras. Varios de sus Ministros habían sido vinculados con los empresarios y esto solo era una afirmación de que el gobierno era para los burgueses y no para el pueblo trabajador. Tras este escándalo fue la derecha la que capitalizó, instaurando un golpe institucional y destituyendo a Dilma Rousseffe, asumiendo su cargo Temer.
Y bueno, ¿qué pasa con el actual presidente Temer?
Se hicieron públicos audios, en donde se relaciona al actual presidente con los hermanos Batista, dueños de la compañía de procesamiento de carne más grande de América Latina. Y cual es la relación de los hermanos Batista con el gobierno, fueron ellos quienes financiaron las campañas políticas en gran parte, además de sobornar constantemente a políticos para que voten leyes que los favorezcan y que les permitan seguir enriqueciéndose. Temer, sabiendo esto, no fue capaz de decir ni hacer nada.
Y hoy se encuentra en una encrucijada, siendo el primer mandatario de Brasil en ser denunciado por un delito común, corrupción pasiva. La denuncia debe ser aprobada por la Cámara de Diputados, y en caso de serlo será destituido de su cargo por 180 días. Para ello, dos tercios de la cámara deberían votar a favor.
Todo esto pone al gobierno y los partidos que lo apoyan directa o indirectamente, en una encrucijada, ya que la destitución de Temer podría frenar dos de las grandes reformas que viene impulsando el gobierno y que son pro-empresariales y atacan a la clase obrera.
Una de estas es la reforma laboral, que implementa la tercerización laboral, o sea, que profundiza las condiciones miserables de trabajo y favorece a los empresarios, con sueldos bajos para los trabajadores, contratos inestables. Y la segunda en la reforma de las jubilaciones, que viene a aumentar los años de trabajo para poder jubilar y disminuye las pensiones de miles de trabajadores y trabajadoras.
Es por esto que hoy es necesario solidarizar con la lucha de nuestros compañeros en Brasil, que exigen la destitución de Temer, frenar las reformas de los capitalistas e imponer una asamblea constituyente con la fuerza de una huelga general. Para ello todas y todos se deben organizar en sus fábricas, lugares de estudio, poblaciones para paralizar este viernes 30 de junio.
Por su parte, las corrientes de izquierda, al igual como lo hace el MRT (Movimiento de Trabajadores Revolucionarios, de Brasil), deben salir a organizar y exigir a las grandes centrales de trabajadores que salgan a las calles; porque es solo con la fuerza de miles organizados que se podrá derrocar el gobierno de corruptos y enfrentar a los capitalistas.