La reforma política propuesta por Aécio Neves (PSDB), Renan Calheiros (PMDB), Rodrigo Maia (DEM), y toda la cúpula del gobierno de Temer plantea profundas restricciones al actual régimen partidario.
Sábado 29 de octubre de 2016
Por ejemplo, para que un partido tenga acceso al Fondo Partidario, tener tiempo de radio y en TV gratuitos, deberá contar, a partir de 2018, con por lo menos 2% de los votos válidos en 14 unidades de la Federación, y a partir de 2022, necesitará alcanzar el 3%. Es decir, un partido que tenga figuras fuertes solo en una región particular del país quedará eliminado. Esta medida no tiene otro objetivo que excluir de las elecciones las candidaturas de la izquierda y de los trabajadores, curso ya iniciado con las restricciones impuestas en los comicios de este año.
A través de nuestras candidaturas anticapitalistas denunciamos esta verdadera censura contra la izquierda en las pasadas elecciones municipales.
Otra "novedad" de la Reforma será el nuevo sistema de votación por listas cerradas y el voto distrital. La votación por listas cerradas significa que cada partido indicará solo 1 representante al Congreso y el elector votará al partido y este se encargará de indicar los nombres que mejor respondan a su interés. En relación al voto distrital, significará que cada candidato represente solo una región y por esa será elegido, es decir, una candidatura obrera que tiene fuertes lazos en su lugar de trabajo deberá restringirse solo a un pequeño microcosmo del municipio. Lo que implicaría directamente impedir que extienda sus ideas hacia otras regiones, e incluso no ser votado por sus compañeros de trabajo, favoreciendo a los caciques regionales, restringiendo aún más la disputa de ideas por parte de las candidaturas de izquierda, en un régimen electoral que ya es absolutamente antidemocrático y que favorece a los políticos millonarios.
Para los golpistas no es suficiente impedir la participación de la izquierda en los medios, en el parlamento y la construcción de figuras que sean conocidas a nivel nacional. También quieren limitar la cantidad de partidos con una “cláusula barrera”, que podría reducir a 13 el número de partidos con actuación en el Congreso Nacional, y terminar con las coaliciones, bajo el argumento de que no existen tantas diferencias ideológicas entre los partidos que justifique tantas siglas partidarias. La reducción del número de partidos, que establecen alianzas oportunistas para llegar al Congreso, no disminuirá la corrupción, que es inherente al capitalismo; el reagrupamiento de los políticos corruptos en las siglas que sobrevivan no será un obstáculo para que sigan conspirando contra los trabajadores y la población. Como mínimo, esto sirve para perpetuar la misma política corrupta de los capitalistas bajo el disfraz de otras "nuevas" (o no tan nuevas) siglas, con el Congreso operando contra los intereses de los trabajadores y la juventud, como lo vienen haciendo en alianza con el poder judicial, que acaba de votar contra el derecho constitucional de huelga de los empleados estatales.
Esta es la salida ofrecida por la derecha golpista del país frente a la enorme crisis política, el rechazo de la población al sistema político burgués y la insatisfacción de la juventud que toma las escuelas contra las medidas arbitrarias del gobierno, que pretende responder a la crisis económica con más ajuste.
En primer lugar, buscan impedir que surja una alternativa política de los trabajadores, independiente y a la izquierda del PT, que está en franca descomposición. Por lo tanto, es importante apuntar una salida independiente de cualquier variante patronal, y en base a la resistencia de los trabajadores contra la PEC 241 (Propuesta de Enmienda Constitucional que congela los gastos sociales por 20 años) y los ajustes de Temer, imponer una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, que ligada a las movilizaciones en curso pueda cuestionar los privilegios de los políticos que buscan hacernos pagar por la crisis que ellos crearon, nos quitan el derecho a la salud y la educación de calidad e incluso el legítimo derecho de huelga.
Es necesario exigir que la CUT (Central Única de los Trabajadores) y la CTB (Central de los trabajadores y trabajadoras del Brasil) rompan con su criminal parálisis y convoquen una huelga general para parar el país, en base a asambleas democráticas en los lugares de trabajo. Esta experiencia de auto-organización para el combate ayudará a los trabajadores y el pueblo a superar esta democracia de los ricos, luchando por un gobierno de los trabajadores que rompa con el capitalismo.
Traducción: Guillermo Cabernet