El sábado pasado, más de 350 jóvenes y trabajadores se reunieron en el Sindicato de trabajadores del subterráneo (metroviários) de San Pablo para conocer la experiencia del Frente de Izquierda y de los Trabajadores de Argentina con el diputado nacional Nicolás del Caño.
Jueves 3 de diciembre de 2015
En Brasil, tenemos un escenario marcado por ajustes, tragedias capitalistas y corrupción, pero también resistencia obrera, juvenil y de las mujeres, lo que despierta interés por la avanzada experiencia de la izquierda argentina en construirse como una alternativa independiente de la oposición de derecha (Macri) y del gobierno (Kirchner-Scioli) que encabeza el PTS.
Por un lado ya está claro que el supuesto “mal menor”, Dilma Rousseff, está implementando tal como quiere la burguesía un plan de ajustes cruel, que dicho sea de paso, está recién en el comienzo. Como retrato para la crisis política del país basta decir que es la primera vez en la historia que un senador en ejercicio es apresado, y se trata de nada más ni nada menos que Delcídio do Amaral, líder del PT en el Senado. Como si no fuese suficiente este lodo parlamentario, la tragedia capitalista de Mariana, en el estado de Minas Gerais, sigue esparciendo muerte y destrucción.
Sin embargo, hubo importantes muestras de resistencia a todos estos ataques. En las
fábricas fueron desde comienzo del año decenas de huelgas y paros, como en Volkswagen y en la Mercedes Benz donde los trabajadores se enfrentaron directamente con el Plan de Protección al Empleo (PPE), un proyecto para reducir el salario y la jornada laboral. Los docentes de Paraná que hicieron una histórica huelga y docentes de varios estados que enfrentaron todos los ataques a este sector. En Correos y bancários fueron importantes huelgas las que impidieron el avance en la quita de derechos o en el ajuste salarial. Una larga huelga de empleados públicos también enfrentó al gobierno. Trabajadores de la Universidad de San Pablo vienen luchando contra el desguace de la universidad. Los petroleros hicieron una de las principales huelgas del año, enfrentando el ajuste salarial y debatiendo la privatización enfrentándose a la propia burocracia sindical.
En la juventud, el punto más alto de la resistencia está en San Pablo, donde en este momento más de 200 escuelas se encuentran ocupadas por estudiantes secundarios que luchan contra el cierre de las escuelas por parte del gobernador del estado, Geraldo Alckmin (PSDB). Además, en las universidades comienza también a haber luchas contra la precarización de la enseñanza, como en la Universidad Estadual de Rio de Janeiro que fue temporalmente cerrada en la última semana. También en todo este proceso, las mujeres se levantaron y tomaron las calles para luchar por el derecho a decidir sobre su propio cuerpo y contra las restricciones en la legislación sobre el derecho al aborto en los casos permitidos por ley.
Estas expresiones de resistencia plantean con suma urgencia una izquierda que se plantee como un actor independiente en el escenario nacional. No hay tiempo que perder, no podemos desperdiciar ninguna oportunidad de confluir en este proceso de resistencia que muestra que la lucha de clases es el camino.
En este sentido consideramos que la izquierda hoy tiene tareas fundamentales. Por un lado, poner en pie un verdadero movimiento nacional contra los ajustes, como un fuerte polo que aglutine y coordine a los sectores que resisten, para rodear de solidaridad todas las luchas y envalentonar a los trabajadores y la juventud que se levantan a un sentimiento clasista y combativo contra el gobierno y la propia burocracia sindical. Esa sería la forma de enfrentar la política de la burocracia de dividir y controlar los procesos de lucha y dar verdaderos ejemplos que sean parámetro de que no van a pasar los ataques impunemente. Pero una coordinación como esta podría ir más allá de la lucha contra los ajustes y presentar una alternativa a la crisis política. Causa horror a la burocracia sindical y al gobierno, y no menos a los patrones, que los trabajadores y la juventud, además de resistir a los ataques, pasen también a cuestionar esta podredumbre del régimen burgués y pasen a querer tomar en sus manos los rumbos del país.
Por eso, la fuerza que el PSTU y la Central Social y Popular (CSP-Conlutas) logran reunir en actos como el del día 18 de septiembre y en reuniones de la vanguardia, debe revertirse inmediatamente en fuerza orgánica en la lucha de clases, lo que no es posible que ocurra con la agitación vacía de “huelga general” sin siquiera, en los lugares donde están, preparar grandes batallas contra los ataques que sirvan de ejemplo de que es posible ir por más. Por otro lado, la batalla para que el PSOL rompa con el Frente del Pueblo Sin Miedo, del que son parte no solo la CUT y la UNE, sino el propio PT, PCdoB, Rede y otros partidos burgueses –ver el lanzamiento del Frente al lado de Lindberg Farías, implicado en la operación Lava-Jato, que votó por la libertad de Delcídio- tiene sentido porque no es posible poner en pie un verdadero movimiento contra el ajuste del lado de los ajustadores. Tampoco es posible luchar verdaderamente contra la corrupción al lado de los corruptos.
Al contrario, es necesario un combate firme al papel de contención que la burocracia sindical de la CUT y demás centrales burocráticas vienen ejerciendo. La CSP-Conlutas tiene una responsabilidad especial en este combate. Hoy necesitamos luchar por un movimiento nacional contra los ajustes, capaz de entablar batallas unificadas y ejemplares que le imponga un límite a los ataques y pueda preparar la contraofensiva del movimiento de masas contra los ajustadores.
Pero este movimiento necesita también dar respuesta política de fondo a la crisis actual, lo que para nosotros pasa por la necesidad de luchar contra el conjunto de la casta política, por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, impuesta por la movilización de las masas, que sería el camino para encarar seriamente problemas profundos que están planteados en nuestro país. Impedir todos los despidos y defender la reducción de la jornada sin reducción salarial, para que todos tengan derecho al trabajo. Que todos los políticos cobren el salario de una docente y que sean revocables. No al pago de la deuda externa y más presupuesto para la educación pública y de calidad en todos los niveles, fin del vestibular (prueba de selección del ingreso a la universidad). Ningún derecho menos para las mujeres, legalización del aborto ya. Reestatización de la empresa Vale do Rio Doce bajo control de los trabajadores y confiscación de los bienes de todos los empresarios criminales involucrados.
Estas serían algunas de las tareas que una Asamblea como esta debería llevar adelante. En el curso de la lucha por una constituyente como esta, los propios trabajadores y jóvenes en el curso de este proceso conocerían los límites de esta democracia de los ricos para resolver estos problemas definitivamente, planteando la necesidad de avanzar hacia organismos de poder de la propia clase obrera, que hagan concreta la perspectiva de un gobierno de los trabajadores, el único que puede resolver efectivamente problemas como estos.
Una asamblea constituyente como esta es muy distinta de la "Constituyente Exclusiva" propuesta por Lula y el PT, apoyada por importantes sectores del PSOL, para debatir únicamente una reforma política. Tenemos mil y una muestras de que esa "política de los ricos" es inseparable de para quién gobiernan y legislan los políticos. Para tomar un solo ejemplo: la mitad de la asamblea legislativa de Minas Gerais está literalmente "comprada" por las mineras: ¿cómo sería posible entonces legislar solo sobre la "reforma política" sin tocar los intereses materiales de fondo que se expresan en la "política"? La propuesta de constituyente exclusiva quiere justamente impedir a la población debatir sobre los grandes problemas nacionales, por eso es funcional al mantenimiento del estado actual de cosas.
El Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT) busca confluir con todos los sectores que resisten el plan de ajustes y la crisis política de nuestro país con un instrumento que consideramos parte de la batalla por una alternativa independiente. Esquerda Diário, que es parte de una red internacional de diarios digitales en diversos países e idiomas, está al servicio de poner en pie este movimiento nacional contra los ajustes contribuyendo a potencializar la voz de los sectores que resisten.
Desde su fundación en septiembre de 2014, la red Esquerda Diário internacional ya cuenta con más de 10 millones de accesos, la mayoría de ellos a La Izquierda Diario de Argentina, pero se extendió con nuevos diarios digitales a Brasil, Chile, México, Francia y Estado español, además de secciones propias en Bolivia, Alemania, Venezuela y Uruguay. En Brasil son más de 1,2 millones de accesos desde su lanzamiento en marzo de 2015, llegando con las ideas de la izquierda socialista y revolucionaria a las principales ciudades de este enorme país. No es solo un diario más de la izquierda, sino un instrumento para ser tomado por cada joven y trabajador, un instrumento independiente y que presenta ideas revolucionarias para enfrentar la crisis en el país.
A la vez que estamos y estaremos hombro a hombro con todos los que luchen contra las diversas expresiones del ajuste, vamos a insistir permanentemente en que los trabajadores deben conquistar su independencia política, buscando construir la organización que necesitan los trabajadores, las mujeres y los jóvenes para luchar en serio para que los capitalistas paguen por la crisis, una organización revolucionaria de los trabajadores que tenga peso decisivo en el escenario político nacional y que sea el puente hacia la militancia política de los trabajadores, independiente del gobierno y de la derecha, objetivo por el cual el MRT pone en juego sus fuerzas e invita a que conozcan.
(*) Diana Assunção, es dirigente del Movimiento Revolucionario de Trabajadores y del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de San Pablo. Marcelo Tupinambá es dirigente del Movimiento Revolucionario de Trabajadores.