El jueves pasado se divulgó el Índice de Confianza Social (ICS), que mide la confianza de la población en las instituciones nacionales. El cargo de presidente, ocupado por el golpista Michel Temer, se desplomó a 14 puntos en una escala que va de 0 a 100. Según otra encuesta de Ibope, el 81% de la población, la Cámara de Diputados debería abrir el juicio contra Temer.
Martes 1ro de agosto de 2017
El jueves pasado se divulgó el Índice de Confianza Social (ICS), que mide la confianza de la población en las instituciones nacionales. El cargo de presidente, ocupado por el golpista Michel Temer, se desplomó a 14 puntos en una escala que va de 0 a 100. Según otra encuesta de Ibope, el 81% de la población, la Cámara de Diputados debería abrir el juicio contra Temer.
Desde el 2009, Ipobe mide la confianza en algunas instituciones como la presidencia, el congreso, iglesias, bancos, etc. Este año, los partidos políticos, el Congreso y la presidencia fueron las instituciones con menor confianza de la población, con 17, 18 y 14 puntos respectivamente. Es el menor valor desde que el índice comenzó a ser medido.
En la misma semana, Ibope divulgó también los índices de popularidad del gobierno golpista de Temer. Fue el peor resultado desde que asumió, con solo 5% de aprobación. Temer es el presidente más impopular desde el fin de la dictadura militar, superando a su colega de partido José Sarney.
Los partidos políticos y el Congreso corrupto no quedaron muy detrás del gobierno de Temer y también batieron récords de desconfianza. Son incontables las denuncias de corrupción junto con ataques brutales a los trabajadores, como la aprobación de la reforma laboral.
Para el 81% de la población, la Cámara de Diputados debería enjuiciar a Temer. Los diputados deberán decidir el miércoles si Temer será o no enjuiciado. Para el 73% de los electores consultados, el diputado que vote en contra del juicio no merece ser elegido el 2018. La encuesta fue solicitada por Avaaz, red mundial de activistas.
Temer y el Congreso golpista siguen haciendo negociados a cambio de apoyo para aprobar los ataques a los trabajadores. Son miles de millones de reales puestos para la aprobación de enmiendas parlamentarias, cenas lujosas, mientras la población paga la cuenta de la crisis que generaron los capitalistas.
