La dirigente del PTS-FIT visitó este jueves la ciudad de Córdoba para acompañar a Laura Vilches y Liliana Olivero, candidatas a intendenta y gobernadora respectivamente, del FIT.
Por la mañana visitó junto a Laura Vilches una dependencia de EPEC, donde recibieron el saludo y el apoyo de los trabajadores. Muchos decían: “¿Cómo vamos a votar a Schiaretti, que en cualquier momento puede seguir avanzando con la privatización de la empresa?”.
Durante la mañana, ambas fueron entrevistadas en Radio Nacional y Radio Suquía.
Allí planteó que el Frente de Izquierda “tiene más de 40 legisladores en todo el país y si hay algo que no queremos ser es ser una fuerza testimonial y eso lo muestra nuestra presencia en las calles junto a las luchas de los trabajadores y las mujeres. La fuerza parlamentaria que hemos conseguido la ponemos al servicio de las necesidades populares y de las denuncias que es necesario hacer”. Respecto de los candidatos de las demás fuerzas políticas, agregó que “es increíble que un sistema democrático no tenga un sistema de revocabilidad. Debería haber, porque no se puede decir una cosa en campaña y hacer totalmente otra. Como el caso de Elisa Carrió que hizo campaña con los jubilados y lo primero que hizo fue votar la ley de blanqueo. Esto va a empezar a impactar en las mujeres en poco tiempo en una forma asombrosa”.
Por la tarde, Bregman estuvo junto a Laura Vilches y Liliana Olivero en el programa Otra Vuelta de Tuerca, que se transmite por Radio Nacional y es conducido por el periodista Dante Leguizamón. Allí la charla se hizo mucho más extensa y abarcó la situación económica nacional, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, los movimientos sociales y las perspectivas de la izquierda.
Algunas de las definiciones de Myriam Bregman:
No hay grandes diferencias entre Macri y Schiaretti, en campaña electoral porque quieren despegarse de los desastres de Macri, pero les votaron todas las leyes. En Santa Fe pasó lo mismo con Perotti. Hay muchos compañeros progresistas de las provincias que se quedaron sin referencia.
Ahora está todo más confuso, estamos bajo el régimen del FMI y se viene una etapa más dura, por eso nadie quiere decir todavía si va a ser candidato. Algunos dicen “vamos a poner retenciones al campo”, pero ni siquiera si retenemos todo lo que vende el campo alcanza para pagar los intereses de deuda de un año, son 60 mil millones por año.
El negocio del FMI no es prestar plata y que se la devuelvan, el negocio es prestar plata, renegociar y poner las condiciones que quieren al país. La deuda externa es ilegítima e ilegal, inclusive la que pagó Néstor Kirchner. Ahora no se puede pagar porque no son 10.000 millones, son 60.000 millones de dólares por año.
La plata del FMI se va toda en la bicicleta financiera, al país no le queda nada. ¿Por qué el conjunto del pueblo se tiene que hacer cargo de un negocio especulativo de unos pocos? Nosotros planteamos romper con el FMI, ni siquiera renegociar.
La izquierda solo puede avanzar en la medida que avancen la movilización y la conciencia de las masas. No somos testimoniales, le pusimos el cuerpo a peleas enormes como los juicios contra los genocidas, el cierre de fábricas como Pepsico, al gobierno de Macri. Y creo que en el Congreso y las legislaturas donde estamos cumplimos un rol, por eso vine a apoyar a Laura Vilches y Liliana Olivero. Hoy la izquierda tiene una responsabilidad mucho mayor porque vamos a representar el voto de la izquierda y de sectores progresistas que en las provincias no tienen representación, como en Córdoba, Santa Fe, Tucumán y Tierra del Fuego. Todo eso es fuerza después en las calles.
Nosotros pensamos en un gobierno de trabajadores, en construir desde abajo, en organismos de autoorganización de masas, tenemos otro modelo de sociedad. Mientras tantos, no nos abstenemos y le ponemos el cuerpo.
Hay un nivel que la propia dirigencia kirchnerista está bajando las listas en las provincias y eso después te condiciona, como pasó en Brasil con Dilma Roussef que se apoyó en las iglesias evangélicas y otros sectores después la destituyeron. Pero cada vez que haya que enfrentar una ley en las calles como fue con la ley previsional, yo no le pido el carné de afiliación al que tengo al lado. Ahora, no veo que las alianzas que está haciendo el kirchnerismo vaya a enfrentar al FMI porque ya están diciendo que le van a pagar. Y pagar es a costa del hambre del pueblo, sea Macri o quien sea.
Los procesos sociales no son lineales y Argentina está entrando en un proceso de conflictividad social que todavía está muy contenida por la burocracia sindical. Esas conducciones le regalaron el 2018 a Macri después de la enorme movilización de diciembre del 2017. Y Macri usó ese tiempo para avanzar con el FMI, para hacer una enorme transferencia a los más ricos como los bancos. El “hay 2019” anuló el 2018.
Hay una discusión sobre el rol del Vaticano y el Papa en esta situación. Eso excede a los movimientos sociales y a la CGT, que tampoco cuestiona a Macri. Muchos compañeros tienen únicamente las asignaciones para vivir, pero Macri y el Banco Mundial, ¿las dan para que la gente esté mejor o para que no se discuta realmente el trabajo genuino? La CGT es la cabeza responsable de que no se unan las distintas movilizaciones como las mujeres, los trabajadores ocupados y desocupados.
Por su parte, Laura Vilches contó que se ve un descontento enorme con no poder llegar a fin de mes, con las condiciones de vida que se degradan cada vez más. “Los cambios no son siempre evolutivos, hoy hay mucha expectativa en lo electoral pero la bronca se sigue acumulando. Nosotros aprovechamos esta campaña para plantear estas ideas y la necesidad de organizarnos y prepararnos, pero todos los días estamos en los lugares de trabajo y de estudio”, agregó.
Finalmente, planteó que “estamos pidiendo el voto de los sectores kirchneristas que hoy no tienen representación porque nos hemos encontrado en las calles por un montón de causas, aunque no compartan todo con nosotros”.
Luego de esta entrevista, Bregman se dirigió a la sede de La Voz del Interior para conversar con el periodista Juan Leyes.