Compartiendo la satisfacción de los compañeros por el bono obtenido, analizamos los alcances del acuerdo que firmó en 2001 el burócrata Wasiejko, las maniobras de las empresas con la importación y para no pagar el bono, así como la necesidad de un bono para todos y un convenio único.
Jueves 17 de febrero de 2022 14:38
Hace unos días fue noticia la multinacional japonesa Bridgestone cuando anuncio que otorgaría un bono a los trabajadores de su planta de Lavallol de 730.000$. Esto se dio en el marco de una serie de reclamos que venían realizando la Seccional Lavallol y el SUTNA nacional, centralmente en el sector de banbury.
En primer lugar compartimos la satisfacción de los compañeros de Bridgestone por este bono obtenido, más teniendo en cuenta como en la gran mayoria de los años anteriores la empresa se burlaba de los trabajadores todos los años cuando llegaba el momento de presentar los balances, informando en cartelera que no se llagaba por décimas a poder cobrarlo.
El mismo según la misma empresa se debe al acuerdo firmado entre esta y el SUTNA (Sindicato Unico de Trabajadores del Neumático Argentino) por el cual la compañía debe repartir el 33% del excedente de las ganancias cuando estas superan el 6% entre sus trabajadores.
Este acuerdo fue firmado en el 2001 cuando la empresa amenazaba con despedir trabajadores y el secretario general del SUTNA en ese momento, Pedro Wasiejko (dirigente de la CTA y actual funcionario del gobierno de la provincia de Buenos Aires) acepto una rebaja salarial con el supuesto de evitar así los despidos. Cosa que sucedió de todos modos en noviembre del 2003 cuando los trabajadores quisieron discutir el convenio colectivo y la patronal se negó de plano. Como respuesta comenzaron a trabajar a reglamento y la patronal despidió a 94 trabajadores. El conflicto se cerró luego de 10 meses, cuando el secretario general Pedro Wasiejko firmó un acuerdo donde solo reincorporaron a 12 trabajadores.
Este bono fue otorgado antes solamente en cinco oportunidades. Aunque en la mayoría de los casos con sumas muy inferiores a la actual. Solo en el 2004, la primera vez que lo pagaron, el bono fue de un monto similar.
Por lo anterior, es que estamos en contra de lo que propone el acuerdo que firmó Wasiejko y aún continúa vigente. ¿Por qué? Porque busca instalar la idea que los trabajadores deben entregar conquistas y derechos cuando a la empresa "le va mal" y esperar y esforzarse para que mejore la situación de la misma y así poder aspirar a algún reparto de las ganancias.
Como se ve en la realidad, las empresas buscan siempre descargar sus crisis (que mayormente pueden ser baja de ganancias y no perdidas) sobre los trabajadores y cuando mejoran sus ingresos (y en este caso hay operaciones fraudulentas al estado) no quieren dar nada y si lo hacen son migajas. Por eso, esta suma de alrededor de 3500 dólares es muy necesaria para los trabajadores no solo de Bridgestone sino del gremio, como una ayuda para cubrir gastos y deudas como genera la compra de un terreno y la construcción de la vivienda propia. Pero la misma debería cobrarse todos los años, más allá de los balances de la patronal. Es decir, un bono que no esté atado a las ganancias. Para estas empresas que poseen capitales y ganancias gigantescas, y que obtienen beneficios del estado de todo tipo, un bono así sería una suma ínfima.
Bridgestone, con 139 plantas en todo el mundo que emplean a 138.000 trabajadores, actualmente pelea el liderazgo en la producción de neumáticos a nivel mundial junto con Michelin. Posee cerca del 14% del mercado global y calculan una ganancia para el 2021 de 3121 millones de dólares.
En Sudamérica posee 6 plantas, 3 de producción de neumáticos. Dos en Brasil y la planta de Argentina. Las otras son de materiales para la producción de neumáticos.
Cómo se manejan las empresas del sector: maniobras y estafas
Aunque en Argentina esta empresa se muestra como una gran exportadora, los números dicen otra cosa. En los últimos 21 años le ha generado un déficit comercial al estado argentino de más de 1654 millones de dólares. En el año 2021 ha exportado por valor de más de 50 millones de dólares y ha importado por más de 134 millones de dólares. Esto significa que los dólares que obtienen con la producción y exportación por un lado y la importación y venta de neumáticos para el mercado local, descontando lo que convierten a pesos para pagar salarios, insumos internos, servicios y a proveedores locales, no queda en el país. Lo mismo pasa con las otras empresas de neumáticos que fabrican en Argentina. Fate, por ejemplo, que no es una multinacional y toda su producción la realiza en el país y que ha sido premiada reiteradas veces por ser la principal exportadora en el sector, también suma en los últimos 21 años un déficit comercial de cerca de 450 millones de dólares. En el último año comparado con el 2020 prácticamente no aumento los ingresos por exportación (estando en alrededor de 34 millones de dólares), sin embargo duplico la importación en dólares (pasando los 93 millones de dólares). Sin dudas, esto esconde maniobras comerciales y financieras, teniendo en cuenta que la producción no creció ni el 40%.
Bridgestone, el 46% de lo que importa lo hace desde Brasil. Y en casi la totalidad de los demás países de donde importa tiene plantas. Es decir, que se compra a si misma de acuerdo a las ventajas que puede obtener con el intercambio comercial internacional, entre los distintos tipos de cambio de cada país. Y también de acuerdo a los niveles salariales de los trabajadores de sus plantas en el mundo.
Hoy esta empresa, como muchas otras, compran dólares al estado al precio oficial para importar neumáticos de Brasil para venderlos en el mercado local a precio de dólar paralelo e incluso hasta con un precio mayor. Esto ya no sería ganancia extraordinaria sino directamente una estafa. Y todo esto se da en un marco donde el gobierno ha cerrado la importación de neumáticos de otras marcas con el argumento de evitar perder dólares de las reservas. Pero como vemos esto es utilizado por las empresas que fabrican en el país como una ventaja para realizar estas maniobras y regular el stock en el mercado local (entregando pocos neumáticos y generando faltante en muchos locales de ventas) subiendo los precios en forma abusiva.
Esto nos muestra cómo mientras el gobierno habla de cuidar los dólares del Banco Central, en el marco del acuerdo con el FMI que se propone hacer votar en el congreso, sigue permitiendo maniobras y estafas de parte de las grandes empresas extranjeras y locales que actúan como aspiradoras de dólares vaciando aún más las reservas.
Bono para todos y convenio único
Volviendo al bono por participación a las ganancias, teniendo en cuenta los datos que arroja el comercio exterior de Bridgestone Argentina, llama la atención que los trabajadores no lo hayan percibido tampoco en los años 2008, 2012 y 2018. Pero también hay que decir que este tipo de bonos, atados a las ganancias de las empresas, no solo depende de que las empresas presenten los balances, para lo cual también hay que dar cierta pelea, sino sobretodo del secretismo comercial del que gozan las patronales (por ejemplo no se puede saber cuántos dólares compran al banco central) que les permite realizar todo tipo de maniobras y artilugios para dibujar los balances. Por esto, un bono como este de 730.000$ deberían recibir de todos los años (ajustado a la inflación) todos los trabajadores del gremio, sin depender de la decisión política de las patronales, que en general lo pagan cuando quieren y como quieren. Para esto es necesario avanzar en la conformación de un convenio único del gremio para terminar con los convenios por fabrica “noventistas” que hizo homologar la anterior dirección del SUTNA en el 2006, que fueron impuestos por las patronales con la traición de las direcciones sindicales de ese momento.
Hoy con la lista negra dirigiendo el SUTNA nacional y las distintas Seccionales, no puede continuar con los acuerdos por fabrica para establecer las condiciones de trabajo y de producción. Los trabajadores del neumático necesitamos asambleas democráticas del gremio, donde se pueda opinar y debatir fraternalmente entre compañeros, como mejorar y unificar nuestro convenio, comenzando por el reclamo de insalubridad en el neumático, reformando los sectores para eliminar la contaminación del ambiente y reducir las altas temperaturas. Para que la jubilación empiece a los 60 años como se votó en la asamblea general en 2017. Para que nos existan divisiones entre trabajadores efectivos, contratados y tercerizados. Todos bajo un mismo convenio y en las mismas condiciones de contratación ante las patronales.