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Red Internacional
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Educación. Briones le da portazo a la condonación del CAE en el “Acuerdo Nacional”

Según el ministro de Hacienda, el “sentido de urgencia” no permitiría discutir medidas que estén por fuera de la reactivación económica del país.

Martes 2 de junio de 2020

Tras la propuesta de Mario Desbordes (Renovación Nacional) sobre la condonación del CAE, Ignacio Briones indicó que “el sentido de urgencia, que es la clave, va a obligar a ciertos temas que son relevantes -nadie dice que no lo sean- tengan que esperar por ahora, porque si no vamos a alargar esta discusión”, indicando desde ya que esta medida quedaría fuera del acuerdo sin, si quiera, ser discutida.

Es claro que, el “Gran Acuerdo Nacional” tiene sus motivos, que son salvar al gobierno criminal de Sebastián Piñera de esta ruina creciente, y tener luz verde para terminar de descargar esta crisis sobre la clase trabajadora, consolidando el apoyo de la oposición, que le ha dejado pasar, prácticamente, todos sus ataques, incluyendo al Frente Amplio y al Partido Comunista.

La propuesta de Desbordes, en concreto, es condonar la deuda del CAE a aquellos estudiantes que, bajo los criterios actuales, pudieron haber accedido a la gratuidad. En ese caso, la propuesta de RN desde ya es insuficiente, si consideramos la cantidad de familias que se encuentran hoy ahogadas en un brutal endeudamiento.

La derecha quiere mostrar en este acuerdo su faceta más “social”, sin embargo, las medidas que han tomado anteriormente, como por ejemplo el dejar a más de 20 mil estudiantes sin la beca de gratuidad en el 2019, dejan en claro que este tipo de demandas mínimas, son incompatibles con los intereses de un gobierno empresarial, y que buscarán en lo posible que este “Gran Acuerdo Nacional” no toque en lo más mínimo los intereses del negocio educativo.

Según Briones, "lo fundamental acá es el sentido de urgencia de poder lograr un acuerdo sobre este plan de emergencia por la protección de los ingresos, por la reactivación económica y el empleo, porque de esa celeridad depende la calidad de vida inmediata de muchos chilenos", así, deja en claro los ejes de este acuerdo.

A pesar de las condiciones predeterminadas que trazarían este acuerdo (impulsado por Renovación Nacional y el Partido Socialista), la oposición no descarta entrar en negociación con el gobierno, pero no dicen que llegarán a un acuerdo, si no que hablan de un “Plan de Emergencia”; en este caso, sólo cambian las palabras, porque la receta es la misma, gastos fiscales, endeudamiento e inyección millonaria a las grandes empresas. Ninguna necesidad real del pueblo trabajador será discutida en acuerdos con un gobierno asesino.

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La condonación del CAE, de toda la deuda educativa, y el congelamiento del pago de aranceles sin acumulación de deuda e interés, son medidas urgentes en estos tiempos de crisis. La resistencia del CRUCH y del Ministerio de Hacienda a discutir estas medidas se debe a que atacarían directamente el mercado de la educación, atacaría directamente los intereses de los rectores y decanatos con sueldos millonarios, porque son ellos los que se hacen millonarios con el endeudamiento de millones.

Cuando tenemos casi un millón de desempleados y 600 mil suspensiones laborales, es necesario luchar por medidas que les permitan a las familias no cargar con esta crisis mientras los empresarios siguen acumulando y defendiendo sus riquezas. En ese sentido, en tiempos de crisis, debe volver, más que nunca, la demanda por la Educación Gratuita Universal, laica y de acceso irrestricto, para que el conocimiento se ponga al servicio de la clase trabajadora y sea un punto clave para enfrentar los desafíos que se vienen.

La lucha por las medidas que sean favorables a la clase trabajadora no puede llevarse mediante acuerdos ni planes con este gobierno, que ha dejado a cientos de miles de familias sin ingresos en esta crisis, que no duda en reprimir a quienes protestan por el hambre, que asesina y mutila, y que, en medio de una pandemia, prefiere inyectar gastos fiscales a los empresarios, para salvar sus negocios, mientras la salud pública está completamente desmantelada y colapsada.


Javier Ilabaca

Estudiante de Periodismo, Universidad Central de Chile