El centro de Bruselas permanecía semivacío este lunes, en el tercer día del nivel 4 de alerta por amenaza terrorista, con la ciudad todavía sacudida por los registros que se saldaron con 21 detenidos.
Martes 24 de noviembre de 2015
Al subir a nivel 4 el alerta por posibles atentados, el ejército y la policía han ocupado las calles de Bruselas, cerrándolas a la población en algunos puntos céntricos, además de llevar adelante múltiples detenciones y allanamientos.
Siguiendo la política de militarización interna del gobierno francés, el gobierno belga ha optado por imponer un virtual estado de sitio en los últimos tres días.
La ciudad parecía una ciudad fantasma o bajo estado de guerra. La Policía recomendó cerrar todos los negocios en el centro de Bruselas. Los que abrieron, no tuvieron a quién venderle.
"Es una catástrofe", indicó a Efe el responsable de un puesto de gofres en el Mont des Arts, ante el que, habitualmente, los turistas suelen hacer fila, y donde hoy no esperaba apenas nadie.
Uno de los escenarios de las redadas de anoche, que mantuvieron pegadas a las redes sociales y a los medios de comunicación a los bruselenses, tuvo lugar en el cruce de la calle Midi y de Lombard, a apenas unos pasos de la Grande Place.
Un vecino que asistió al despliegue narró a Efe: "Hubo un lío tremendo, aunque no pudimos comprender qué sucedía", a lo que añadió: "Nos pilló completamente por sorpresa, porque esta es una zona muy tranquila".
Aunque la afluencia turística ha disminuido considerablemente estos días, y en los bares y restaurantes abundan las mesas vacías, ya el sábado por la tarde algunos curiosos se acercaron a la Grande Place, donde se terminaba de instalar el árbol de navidad.
La presencia militar y policial sigue siendo fuerte
El nivel de alerta 4, el máximo posible en Bélgica, ha mantenido suspendidas las líneas de metro por tercer día consecutivo, además de cerrar colegios, universidades, comercios, bancos y mercados, y ha provocado que numerosos padres y empleados tengan que trabajar desde casa.
En total se han suspendido además 13 líneas de autobús y algunos conductores no han acudido al puesto de trabajo por miedo o porque tenían que permanecer con sus hijos en casa.
El hospital universitario Saint-Luc decidió por su parte anular las consultas previstas para el lunes y limitar las visitas a los pacientes, mientras que el Saint-Pierre, que fue objeto de una alerta por un paquete sospechoso, ha reforzado la seguridad.
Numerosos centros comerciales y grandes superficies han mantenido sus puertas cerradas durante la jornada, entre ellas los Decathlon de Evere y Anderletch, los IKEA de Anderletch y Zaventem, o el Carrefour de la estación de metro Rogier, entre otros.
La OTAN, cuya sede está en Bruselas, permanece abierta, pero parte del personal trabaja desde sus hogares, y se han cancelado las visitas externas.
También las instituciones de la Unión Europea han reforzado sus medidas de seguridad, aunque no han anulado reuniones ministeriales como el Eurogrupo o el consejo de ministros de Educación.