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Red Internacional
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Brutal golpiza policial en Mar del Plata

Una cámara de seguridad capturó el momento en que efectivos policiales agredían a un joven en la salida de un boliche.

Martes 11 de noviembre de 2014

La semana pasada se conoció una filmación tomada por una cámara de vigilancia municipal, en la que se puede observar a un empleado de seguridad de un local bailable en Mar del Plata llamado “La Cumbre” y a cuatro efectivos policiales, golpeando a un joven en la calle hasta dejarlo inconsciente.

En el video se ve claramente como la patota lo ataca reiteradas veces, incluso cuando el joven de 21 años ya había caído al suelo. Los policías lo arrastraron hasta la vereda y continuaron los abusos, a los que se sumaron otros uniformados que llegaron en una patrulla del Comando de Prevención Comunitaria. Según declararon los testigos del hecho, los policías habrían utilizado gas pimienta para reducirlo.

Golpes, patadas y empujones, lo más nefasto del accionar policial quedó registrado y fue difundido por un canal de televisión local. Inmediatamente el municipio actuó a través de la Dirección de Derechos Humanos de la comuna, para hacer la denuncia ante la justicia. El fiscal de la causa confirmó que dos de los efectivos fueron separados de la fuerza preventivamente y los otros cinco, entre los que se encuentran los que presenciaron la paliza sin intervenir, quedaron bajo investigación interna. Por otra parte, el patovica del boliche se encuentra procesado.

El intendente Gustavo Pulti repudió el ataque en una conferencia de prensa y afirmó que ya se comunicó con el ministro de seguridad bonaerense, Alejandro Granados, y que cuenta con el apoyo del gobernador Daniel Scioli para que los organismos correspondientes tomen las medidas necesarias sobre los agresores.

No hace falta aclarar que estos no son hechos aislados. Los ataques y abusos que comete la policía contra la juventud se han denunciado en reiteradas ocasiones, y han sido blanco de grandes manifestaciones populares. Los casos emblemáticos de Luciano Arruga, Walter Bulacio, Alexis Naredo y últimamente en Santa Fe con el asesinato de Franco Casco, dejan en evidencia los métodos criminales de las fuerzas de seguridad.

Que los policías hayan sido separados de sus funciones y estén investigados no es garantía de nada. Recordemos que fue el mismo ministro Granados quien volvió a incorporar a los agentes sospechados de desaparecer a Luciano Arruga en complicidad con el poder judicial.

Mientras los jóvenes siguen sufriendo un constante hostigamiento, los promotores de la mano dura que van desde Scioli hasta Macri, prometen renovaciones en la institución y al mismo tiempo se encargan de dejar impunes a los policías denunciados, justificando de ese modo la criminalización de la juventud.