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Red Internacional
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NO ES UN POLICÍA, ES TODA LA INSTITUCIÓN. Brutales declaraciones misóginas del Comandante de la Policía en Bermejo

A los 222 casos de denuncia a policías por violencia machista en lo que va de este año en nuestro país, se suman las declaraciones misóginas y revictimizantes del comandante de la policía en Bermejo, Aníbal Rivas. Colectivos feministas diversos llaman a una marcha nacional exigiendo su destitución.

Sábado 12 de septiembre de 2020

Crédito de la imagen: The luigi cabrera experience

En nuestro país tenemos razones más que suficientes para sumarnos a la ola de protestas a nivel mundial en contra de la institución policial, una entidad históricamente racista, machista y al servicio de los ricos y poderosos. La policía en Bolivia es también una entidad corrupta y criminal, como lo demuestran los 222 casos contabilizados de denuncias contra policías por violación, violencia y feminicidio en lo que va de este año.

Uno de los más recientes casos fue el feminicidio de una mujer en Cochabamba a manos del teniente Adán Boris Mina Alanes el pasado mes. Pero también debemos recordar el caso de Hanalí Huaycho, la periodista asesinada por el teniente Clavijo en 2013, cuyo caso fue cerrado en medio de cuestionamientos de sus familiares y denuncias de hostigamiento policial, ya que les colocaron por un año un punto fijo policial frente a su casa, además de allanar la casa de Hanalí en pleno funeral y llevarse computadoras y fotos.

Estos y otros muchos casos son recurrentes en la institución policial, que lejos de “proteger a la ciudadanía”, son los primeros en violentar, reprimir y revictimizar. En este marco es que se instalan las aberrantes declaraciones del comandante de la policía en Bermejo, Aníbal Rivas, que ante un caso de denuncia por violación declaró: “Yo pienso que no le ha amarrado las manos porque no presentaba marcas. La víctima tiene dientes, ¿por qué no mordió a su agresor, por qué no lo arañó?, hay muchas cosas que me hacen pensar de que la actuación de la víctima fuera porque quiso que sucedan de esta manera". Esta es la típica manera de pensar de una institución donde lo único que se aprende es más machismo, las declaraciones de Rivas son un pantallazo de la línea de pensamiento que siguen las fuerzas represivas en su conjunto.

Luego Aníbal Rivas, lejos de retractarse, ha ratificado su posición machista con polémicas declaraciones contra colectivos feministas que han denunciado y hecho público su vergonzoso proceder, tildándolos de ocultar intereses políticos “Me voy a querellar criminalmente contra estas personas que su afán es otro, no es que me buscan que me quieran sancionar por una supuesta mal información que he dado, ellos quieren sacarme, por qué quieren sacarme es por lo que yo estoy atacando a las cosas negativas a nivel de la subgobernación” declaró en una entrevista con TV Andalucía, e inmediatamente dijo que estaría trabajando en una serie de conversatorios para evitar el abuso a las mujeres en los hogares, una solución que ya hemos visto que es sumamente insuficiente, además de que sabemos que a ellos realmente no les interesara frenar la violencia de la que su misma institución se nutre.

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Ante esta situación, diversos colectivos feministas de Tarija y otros departamentos han realizado un llamado a un plantón virtual el día de ayer para articular a nivel nacional la demanda por la destitución de este teniente, además de llamar a una marcha el día martes 15 de septiembre, para exigir auditoría de los procesos de policías, exponiendo la larga lista de crímenes cometidos por esta institución a lo largo de los últimos años y en contra del amedrentamiento y abuso de poder de la institución.

Desde Pan y Rosas entendemos la bronca e indignación que provocan estas declaraciones y que se han traducido en las últimas protestas, a las que nos sumamos, exigiendo su destitución. Sin embargo creemos que esta exigencia es aún insuficiente ya que el problema es toda la institución. Es decir, la destitución de este teniente implica el reemplazo por otro y esto no resuelve ni permite abordar el problema de raíz.

Las declaraciones de este comandante, son una muestra más de por qué año tras año los índices de violencia contra las mujeres aumentan, y es que pretender poner en manos de una institución tal como la policía el trabajo de combatir la violencia es todo un despropósito. La policía tiene un único fin: reprimir. Aunque nos quieran vender el cuento de que esta institución existe para “protegernos” los hechos muestran algo muy diferente. Para una mujer violentada ir a una estación de policía es un suplicio más porque es un lugar donde solo se encuentra más violencia, revictimización, trato inhumano y desinterés total por ayudar a la víctima, es por ello que muchas mujeres desisten de sus denuncias o directamente no las hacen.

Por otro lado, y como lo estamos viendo hoy en varias partes del mundo, la brutalidad policial se toma las vidas de cientos de personas cada año. La policía ejerce una violencia que está totalmente marcada por factores de clase y raza, siendo las poblaciones más vulnerables las más atacadas, impunemente, por los aparatos represivos. Porque estos están ahí para mantener el orden y el statu quo para que quienes detentan el poder a nivel mundial sigan estando ahí, son simples perros del Estado que atacan a quien se les ordena, no hay que engañarnos. Más bien, mientras antes entendamos que la policía no está para protegernos, sino para salvaguardar los privilegios de unos pocos y reprimir y violentar a todos los demás, podremos organizarnos para disolverla de una vez por todas.

Desde Pan y Rosas no creemos que esta institución pueda reformarse, ya que fue conformada y existe con el fin de proteger la propiedad privada capitalista y reprimir a las amplias mayorías de trabajadores y trabajadoras, por eso la lucha para nosotres es integral por la destrucción del capitalismo que es el cimiento de todas estas instituciones corruptas, la policía existe porque el capitalismo la necesita. Nuestra lucha no es por disminuir un poco la represión o la opresión, nuestra lucha es porque ya no existan estas violencias legitimadas por el Estado, y eso solo puede ir de la mano de un partido que realmente luche por otro sistema, impulsando la autoorganizacion y la autodefensa democrática de la clase obrera, donde la policía, los militares y las prisiones sean disueltos definitivamente.

Denunciamos esta muestra más de la podredumbre de la policía y nos sumamos a las voces de protesta que recorren no solo nuestro país sino que se dan a nivel internacional. Lo estamos viendo con las movilizaciones del Black Lives Matter en Estados Unidos o recién en Colombia que frente a las brutales represiones policiales, la juventud volvió a las calles para hacer sentir su rabia contra los cuerpos represivos del Estado. Todo esto empieza a poner en el centro de la discusión la necesidad de la disolución definitiva de estos aparatos represivos.