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Red Internacional
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Política Nacional. Bullrich, Gómez Centurión y la comedia de la efedrina

Después de haber hallado 250 kg de efedrina en Ezeiza el excarapintada y la ministra cruzaron declaraciones. Siguen las internas en el elenco oficialista.

Sábado 10 de septiembre de 2016

Este viernes volvieron las acusaciones cruzadas dentro de la coalición oficialista. Los protagonistas no son nuevos. Son quienes vienen marcando la cancha en cuanto a tensiones en las últimas semanas.

Por un lado, estuvo el extitular de la Aduana y excarapintada, Juan José Gómez Centurión, apartado de su cargo por una grabación que llegó de manera anónima al Ministerio de Seguridad. Por otro lado, la ministra que ocupa esa misma cartera, la cuestionada Patricia Bullrich.

En este caso lo que estuvo de fondo fue la denuncia sobre la aparición de 10 barriles conteniendo 250 Kg. de efedrina, en un depósito del aeropuerto de Ezeiza. Lo que fue presentando como un gran “descubrimiento” rápidamente mutó en un chasco.

La sustancia se encontraba en el mismo lugar desde el año 2011, según fue consignada por el mismo Gobierno, a través del Boletín Oficial, el miércoles pasado. Incluso esa publicación informaba que la efedrina sería destruida de no ser reclamada por nadie en el plazo de 30 días corridos.

El ridículo seguiría escalando cuando, desde el mismo Ministerio de Seguridad, salieran a afirmar que Gómez Centurión ya estaba sobre aviso desde hacía tiempo.
Fue Gerardo Milman, el ex “Progresista” devenido en secretario de Seguridad Interior, el que dijo que la información se había dado a conocer hace meses públicamente. “Todo esto está en el Boletín Oficial, más público que eso no sé qué es” dijo el funcionario.

Más tarde fue la misma ministra la que siguió la escalada, afirmando que la efedrina en cuestión “había sido decomisada por el gobierno anterior”. La funcionaria agregó que “la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria) colaboró para realizar un descubrimiento, decírselo a la Aduana y la Aduana después llevó un procedimiento adelante”.

Detrás de esta “batalla” librada al interior del oficialismo, están la inconclusa puja de poder entre distintos sectores. Allí las relaciones con parte del aparato de inteligencia del Estado resulta un hecho marcado.

Sin embargo, lo que es evidente es que, más allá de los cruces, no hay ningún combate serio al narcotráfico. Precisamente las fuerzas de seguridad estatales ha demostrado de sobra su vinculación con el gran crimen organizado, incluido el narcotráfico.


Redacción

Redacción central La Izquierda Diario