De la mano de empresarios y burocracia de la UTA. Bullrich en Morón: más ataques a los trabajadores

“En Morón no se puede seguir viviendo, como estamos viviendo”, afirmaron una y otra vez quienes están lejos de padecer la realidad de las y los trabajadores. Por eso, no hablaron de la realidad del distrito, donde la escuela pública, gratuita y de calidad viene sufriendo duros ataques, donde abundan la precarización laboral y las denuncias al propio municipio por llevarlo adelante, donde desde el Hospital Posadas vienen peleando y denunciando el duro ajuste y recorte llevado adelante bajo el Gobierno de Cambiemos, y que luego continuó aplicando el gobierno del Frente de Todos.

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Acompañada por integrantes de su fórmula, Patricia Bullrich estuvo en el distrito, de la mano de la UTA y la burocracia sindical de Roberto Fernández, como parte de la disputa electoral en el conurbano bonaerense, y atacando a las y los trabajadores. Mano dura, control de docentes y estudiantes, respaldo a empresarios y demagogia electoral es lo que dejó la visita de Bullrich, con una convocatoria escuálida.

“El delincuente que las hace, las paga” dice con orgullo Patricia Bullrich, mientras que su precandidato a gobernador y antiderechos Joaquín de la Torre, cuenta que en materia de seguridad quieren emplear el modelo de San Miguel, y la creación de policías municipales. De lo que no hablan ninguno de los tres, es de la violencia policial, el gatillo fácil y los desalojos que vienen denunciando en San Miguel por parte de la policía municipal. Joaquín de la Torre, el del “orden”, “basta de todes” y “valores cristianos” figura junto a genocidas en una solicitada del ‘89 en defensa de la última dictadura cívico militar y eclesiástica. Nada que envidiarle a su líder negacionista y de la “mano dura”.

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Consultado por La Izquierda Diario, un chofer de la línea 216, que visitó Bullrich ese mismo día, afirmó: “nos avisaron que vendría Patricia Bullrich un rato antes, fue una actividad que organizó la patronal y algunos ex delegados ligados a Roberto Fernández de la UTA”. Y agregó “esa mesa que se ve en los videos, suele estar abarrotada de choferes, pero nos fuimos todos. Cayó muy mal, sobre todo en el marco de que hay mucha bronca por el reclamo salarial, las condiciones en que nosotros trabajamos y los pasajeros viajan. Ni hablar de que en Provincia no se les exige a las patronales, habilitado por el propio macrismo, y concedido posteriormente por el Kirchnerismo, que las unidades tengan rampas para facilitar la subida y el descenso, aire acondicionado en plena ola de calor, mientras aplican tarifazosque sufren las y los laburantes que viajan en transporte público, cuando la inflación no para de subir y los salarios no alcanzan para nada.”

“El riesgo de la ignorancia es el peor riesgo”, afirmó la derechista Bullrich, acompañada por la concejal y presidenta del bloque, Zapulla. Y agregó, como siempre que encuentra la ocasión de criminalizar a la juventud y a las y los trabajadores,: “Vamos a evaluar a los estudiantes y a los docentes. No es un castigo; es garantizar que los chicos estén preparados para enfrentar el mundo en el que van a vivir.” Esto generó aún más repudio en las y los docentes que vienen de autoconvocarse al Consejo Escolar junto a la comunidad educativa por la ola de calor, y problemas de infraestructura que vienen denunciando hace años. Es parte del ajuste que pide el FMI y viene de la mano de la inflación, tarifazos, suba de alquileres, y que tanto el gobierno nacional, como la oposición de derecha de Juntos por el Cambio, aplican. Pero quieren ir por más. Por eso, Bullrich y la concejal moronense, no dudan en plantear control y evaluación a quienes hoy, junto a sus familias y auxiliares, sostienen y pelean por una educación pública, gratuita y de calidad.

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También se despachó por los cortes de luz que afectan a miles. ¿Su propuesta?: Aumentar más las tarifas para que la empresa pueda invertir: “Que la gente una en la cabeza: no hay corrección (en los precios) y se quedan sin luz”. Sin embargo, la empresa privada Edesur, que no solo terceriza como Edenor, a trabajadores que están absolutamente precarizados, obtuvo en el año 2022 más de $5.000 de ganancias. Durante los primeros 9 meses de ese año, por día obtuvo una ganancia de $18,5 millones.

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La “solución” de Bullrich, a medida de los empresarios: garantizar aún más las ganancias empresariales, a costa de mayor tarifazo en el servicio de luz. Ni hablar de su cinismo: luego de semanas sin luz, ni agua y frente a una manifestación en el barrio de Villa Lugano en CABA, la respuesta del gobierno de Juntos por el Cambio fue la represión.

Por su parte, como ha planteado Myriam Bregman, precandidata presidencial, que junto a Nicolás del Caño y otros diputados del FITu elaboraron un proyecto de ley junto a trabajadores de la energía de expropiación y nacionalización de las empresas de energía: “Nadie puede hacerse el sorprendido ante esta situación, esto no es nuevo. El mal servicio y los tarifazos a los usuarios son permanentes, estas empresas privatizadas, como Edesur y Edenor, fueron y son defendidas por todos los gobiernos. Con el Frente de Todos recibieron subsidios millonarios, con el macrismo se beneficiaron de las altas tarifas que cobraban y también Milei defiende este esquema de robo de las grandes empresas que además se fugan la plata.”

En una entrevista que le realizó Primer Plano Online en 2022, Zapullo habló de los errores bajo la gestión de Cambiemos. Mencionó uno: eliminar los programas sociales. “Eso fue parte de no animarse a cambiar un statu quo. Creo que fue un error”, afirmó. Sin ningún tipo de titubeos, y en el marco de la crisis económica y social que golpea a las grandes mayorías producto de una deuda fraudulenta que su propio gobierno agrandó, y el gobierno nacional honró, las medidas que plantean son profundizar esa crisis y que la paguen las y los trabajadores. En la carrera por criminalizar la pelea del movimiento desocupado, por programas sociales y trabajo digno, no se queda atrás la actual ministra de Desarrollo Social, Tolosa Paz del Frente de Todos, que los acusa de extorsionadores.

Mientras tanto, el FITu, como ha planteado Nicolás del Caño, propone reducir la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana, repartiendo el trabajo entre ocupados y desocupados, con un salario no menor a la canasta básica familiar. De aplicarse en las principales empresas, se crearían 1 millón de puestos laborales. De esta forma, y organizados en las calles, se combatiría tanto la desocupación como la precarización laboral: “mientras la productividad del trabajo, por la incorporación de la tecnología, aumenta, eso no redunda en un beneficio para el conjunto de la población trabajadora sino en mayores ganancias para los mismos de siempre. Por eso esto que estamos planteando es para combatir la desocupación y la precarización laboral”.

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