Guayana. Burocracia de la CBST amenaza con “Ley del Odio” a trabajadores que repudian su presencia en empresas básicas

El mismo día 15 de mayo en que fueron abucheados y echados del Portón III de Sidor por la masa laboral en pleno, la burocracia de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST) declaró que la protesta de los trabajadores se trataba de una acción de la derecha, manifestando en un comunicado oficial que: “… durante la jornada en Sidor, se detectaron elementos extraños y ajenos en la empresa, con actitudes diferentes a las de un trabajador. Se observó que esta ala reaccionaria responde a sectores de oposición de la derecha criminal y radical”. Así, de “elementos extraños y ajenos a la empresa”, tildaba a centenas de trabajadores que con sus uniformes de trabajo repudiaron su presencia.

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La burocracia oficialista de la CBST viene recorriendo las empresas básicas de Guayana, en el marco de convocatorias denominadas “Jornadas de Asambleas de Portón”. El viernes 12 de mayo se hicieron presentes en Ferromineras del Orinoco donde fueron repudiados, y este lunes 15, el abucheo fue más generalizado aún en Sidor, donde fueron expulsados por ser los cómplices de las medidas antiobreras del Gobierno de Maduro, como lo es el Memorando 2792 que anuló las contrataciones colectivas y muchos derechos laborales concebidos en la Ley del Trabajo.

La burocracia prepara para este miércoles 17 de mayo hacerse presente en la CVG Venalum, para el viernes 19, en Bauxilum y para el lunes 22 de mayo en la empresa Briqcar. El calendario se expande hasta el mes de junio y pretende abarcar 13 compañías de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG). Por tal razón, es que salieron con las amenazas y criminalizar a los que protestan, temiendo situaciones de repudio semejantes a las de Ferrominera y Sidor.

Por eso es que recurrieron a la amenaza directa, criminalizar la protesta y el repudio de los trabajadores, con la aplicación de la “Ley del Odio”. En un audio que circuló por las redes sociales se puede escuchar a José Gil, de la burocracia de la CBST, alude abiertamente a criminalizar las protestas, donde abiertamente dice que recabaran todos los audios y videos, en un trabajo policial, para señalar uno a uno de los trabajadores y consignar un expediente ante la Fiscalía y que designe a los órganos de Seguridad del Estado para las investigaciones respectivas y que “esté involucrado, … recibirá las culpas y las penas que señala la Ley contra la promoción de la violencia y el odio”.

Se conoció audio con amenazas de José Gil, de la burocracia sindical de la CBST, hacia trabajadores de las industrias básicas que rechazan su presencia en las empresas

Basta de amenazas contra los trabajadores de las industrias básica por protestar ¡Fuera la burocracia sindical! pic.twitter.com/e6dqmk0cHX

— La Izquierda Diario Venezuela (@LaIzqDiario_VE) May 16, 2023

En el audio en la voz de José Gil se escucha claramente que: “[El gobierno] ha creado un mecanismo para impedir que esos sectores continúen agrediendo al pueblo. Y eso se generó a raíz de las distintas manifestaciones en contra del gobierno donde utilizaron armas como el odio. El odio está catalogado por una Ley que se aprobó en la Asamblea Nacional, está catalogado como un arma y tiene sanciones”.

Y agrega que: “Todo el que incurra en esos actos de incitación al odio, allí en la ley está establecido cómo se cursa con este tipo de delitos. Nosotros vamos a recabar los audios donde amenazan, todos los audios donde hacen señalamientos personales e inclusive también acusaciones, videos y escritos, para consignar todo un expediente ante la Fiscalía y por supuesto la Fiscalía es el órgano para procesar estas denuncias y es el órgano para asignar a cualquier cuerpo de seguridad del Estado las investigaciones respectivas. Y el que esté involucrado, bueno, recibirá las culpas y las penas que señala la Ley contra la promoción de la violencia y el odio.”

De paso, la ignorancia de este burócrata es grande, pues la llamada Ley del Odio fue votada por la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente en noviembre del 2017, que montó el Gobierno de Maduro, y no por alguna Asamblea Nacional. Una Ley que habla de "erradicar cualquier forma de violencia política", “odio” y de “intolerancia política”, pero que apunta más bien a un mayor sometimiento social y político aumentando las medidas autoritarias del gobierno nacional.

Como indicábamos en un artículo en La Izquierda Diario en la misma semana de su aprobación que: “Con esta Ley aprobada por la ‘Constituyente’ del chavismo a pedido explícito de Maduro, se crea una especie de ‘comité de salud pública’ bajo el nombre de ‘Comisión para la Promoción y Garantía de la Convivencia Pacífica’, aunque esté presentada con la excusa de hacer frente a crímenes de odio, lo que puede esperarse es un salto en el avasallamiento de derechos democráticos, un mayor autoritarismo así como la criminalización de la protesta. Una ley que podrá ser usada también por la propia derecha en un eventual gobierno suyo, contra las luchas obreras y populares, y la disidencia política en general”.

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Para los trabajadores y las trabajadoras a nivel nacional que vienen sufriendo en carne propia todas las políticas y antiobreras del Gobierno de Maduro, así como la criminalización de la protesta, es fundamental salir a repudiar estas amenazas de la burocracia de la CBST contra los trabajadores de las industrias básicas. Exigiendo además su inmediata anulación.

Esta burocracia es el brazo sindical de las políticas del gobierno de Maduro, que lleva a cabo uno de los ataques más feroces contra los trabajadores en la historia del movimiento obrero del país. Por eso es más que justo el rechazo abierto a esta burocracia sindical oficialista de la CBST.

Como decíamos en el artículo este lunes, hoy más que nunca se plantea la necesidad que los trabajadores y las trabajadoras se organicen con independencia de clase, con una perspectiva propia, como clase. Pero de forma independiente, tanto de la burocracia sindical gobiernera pero también de las burocracias sindicales vinculadas a los sectores patronales de la oposición, porque aun cuando sean direcciones sindicales, al estar alineadas a partidos políticos burgueses terminan siendo correas de transmisión de intereses ajenos a la clase obrera.