La venida del Papa Francisco, en medio de una crisis de la Iglesia Católica en Chile, estuvo marcada por grandes debates en torno al contexto de su venida, los lugares que visitó, su defensa al obispo Barros, entre otros. Revisa aquí los datos entregados por la última Encuesta CADEM.
Martes 23 de enero de 2018

Una visita que no cumplió con su objetivo
Pese a que el 61% evaluó positivamente la visita de Francisco, un 37% la consideró poco o nada importante, mientras que un 12% la consideró como regular y un 25% como mala o muy mala.
Por otro lado, apenas un 34% aprueba el trabajo que lleva adelante la Iglesia Católica, mientras que un mayoritario 56% la desaprueba.
La Iglesia Católica no pudo revertir la inmensa crisis que se le está abriendo en Chile trayendo al sumo pontífice y hegemonizar al pueblo que reside en Chile. La crisis de la Iglesia vino para quedarse.
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La polémica encendió el debate: El respaldo al Obispo Barros y cómo evitó que éste renunciara
Según los resultados arrogados por la Encuesta CADEM, la presencia Barros a las misas del Parque O’Higgins y Temuco fue evaluada negativamente por un 74% de la población encuestada.
Posterior a este hecho que generó un amplio repudio en las calles y sobre todo en las redes sociales, al igual que las posteriores declaraciones de Francisco al exigir pruebas de los abusos, este se vio forzado a retroceder en sus declaraciones, y adaptar su discurso en forma pero no en contenido, de manera que no siguiera bajando su aprobación.
"Debo pedir disculpas porque la palabra prueba ha herido a muchos abusados, fue sin querer, es una herida" (…) "El caso de Barros se estudió, se re estudió, y no hay evidencia de culpabilidad. Es lo que quise decir; no tengo evidencias para condenarlo". Sentenció Bergoglio.
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Además, el Papa se refirió al salvavidas que le arrogó al Obispo Barros para que no renunciara, pese a haber estado involucrado en el caso Karadima: "En Chile hay cuatro obispos a los cuales Karadima envió al seminario, tres, porque el cuarto está muy enfermo y no está a cargo de una diócesis. Una persona de la conferencia episcopal sugirió que quizás era mejor, para evitar acusaciones, que renunciaran, tomaran un año sabático porque son buenos obispos. Como Barros llevaba ya 20 años de obispo, primero auxiliar en Valparaíso, después Iquique y después militar, y estaba por terminar el obispado militar, se la pedimos y generosamente la dio. Vino a Roma y yo lo frené, dije no, así no se juega porque es admitir culpabilidad previa. Siguió adelante todo este movimiento de protesta y él me dio la renuncia por segunda vez, le dije ’no, vos vas’. Hablé largo rato con él, otros también".
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A modo de síntesis el Papa afirmó que el caso se estaba investigando, "pero sigue sin haber evidencia. Quedará ahí, no puedo condenarlo porque no hay evidencia y yo personalmente estoy convencido de que es inocente".
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