La gran coalición de la derecha y la socialdemocracia, tanto a nivel europeo como del Estado español, respalda el acuerdo comercial. Un verdadero tratado de "libre explotación".
Miércoles 15 de febrero de 2017
Foto: EFE
La gran coalición, PP-PSOE-Ciudadanos, ha respaldado este miércoles en Estrasburgo el acuerdo comercial entre Canadá y la Unión Europea, el CETA por sus siglas en inglés - Comprehensive Economic Trade Agreement-. El “hermano gemelo” del mas resonado pero igual de controvertido acuerdo entre EEUU y la UE, el TTIP.
Ese bloque entre la derecha europea y buena parte de los socialdemócratas, con los alemanes al completo, es el mismo que le dio luz verde al tratado en el parlamento europeo.
A pesar de las divisiones de la socialdemocracia europea sobre este asunto, así como el intento de presión de los que se oponen, la posición de los 14 representantes europeos del PSOE fue unánime a favor del tratado al igual que sus homólogos alemanes. De la misma forma, los eurodiputados del Partido Popular, Ciudadanos y PNV dieron el apoyo.
Por otro lado, se opusieron al mismo, Podemos, Izquierda Unida y Equo. Unidos Podemos, con el respaldo de Esquerra republicana (ERC) y EH Bildu, presentó en su momento un recurso para llevar el tratado ante el Tribunal Constitucional y condicionar su aprobación a un referéndum. Sin embargo este intento fue tumbado por la gran coalición del PP, PSOE y Ciudadanos, lo que era más que previsible. A nivel de las comunidades autónomas, los parlamentos de Catalunya, Comunitat Valenciana y Extremadura ya se han pronunciado en contra del tratado.
A nivel del socialismo europeo, la división sobre el asunto quedó en evidencia en la reunión en donde deliberaron sobre su posición. Dentro del grupo Socialistas y Demócratas (S&D) de los 115 parlamentarios presentes, 75 se han pronunciado por respaldar el tratado y 39 lo han rechazado con solo una abstención.
Centenares de activistas se congregaron en las inmediaciones del Parlamento Europeo en señal de protesta mientras el tratado era aprobado ante la fuerte presencia policial. “Las personas y el planeta no somos mercancía” o “nuestras vidas valen más que sus beneficios” eran algunas de las proclamas presentes. Desde muy temprano, un grupo de manifestantes formó una cadena humana que obligó a los europarlamentarios a pasar sobre ellos, mientras eran interpelados por los concentrados para que no dieran su apoyo.
Manifestantes frente al Parlamento Europeo protestando contra el CETA el día de su votación. #stopceta #PlenoPE #strasbourg pic.twitter.com/RJfQRrm6RK
— Podemos en Europa (@EuroPodemos) 15 de febrero de 2017
Este tratado llega al Parlamento Europeo fuertemente cuestionado. Más de 350 organizaciones sociales, sindicales y políticas del Estado español conforman la campaña estatal “No al TTIP y CETA” y se han manifestado en su contra en más de 20 ciudades. Casi 500 organizaciones europeas y canadienses se oponen al mismo y han entregado una petición contraria a los acuerdos avalada por más de 3,5 millones de personas en Europa.
Sindicatos como CGT, UGT, ATTAC, FEDETAXI o las trabajadoras ’espartanas’ de Coca Cola, afectadas por el ERE, se han hecho presentes para participar en estas protestas. “Coca-Cola es un exponente de lo que pasará con el CETA” denuncian las trabajadoras venidas desde Madrid.
Aprobado el acuerdo entrará en vigor de forma provisional a partir de abril, esto marcará un antes y un después aunque deba ser posteriormente sometido a votación en los parlamentos de los 28 Estados miembros de la Unión.
El PSOE se desentiende de las críticas asegurando con cinismo que el acuerdo con Ottawa “es un buen acuerdo, moderno y progresista” y tiene poco que ver con el tratado con EEUU. Incluso llegando a la ridícula comparación entre Unidos Podemos y Le Pen y para justificarse.
Como siempre... Le Pen y sus amigos votando lo mismo que Unidos Podemos. Un buen argumento para votar el #ceta pic.twitter.com/MfDlKemW9a
— Jonás Fernández (@jonasfernandez) 15 de febrero de 2017
El acuerdo aprobado con Canadá "No deja de ser un tratado encubierto, como el TTIP, que va a ahondar en la pérdida de derechos laborales o la privatización de servicios como la sanidad o la educación, y que también va a afectar a ganaderos o pescadores" explica una de las organizadoras de la plataforma convocante a la protesta.
Un tratado a la medida de las multinacionales
Mientras las reuniones preparatorias, envueltas en un halo de secretismo, que dieron luz al tratado han participado directamente representantes corporativos que han dejado claros sus intereses, ni siquiera los europarlamentarios conocían el texto.
El tratado aprobado cuenta entre sus resoluciones con los polémicos tribunales de arbitraje privado, a los que pueden recurrir las multinacionales inversoras en el marco del acuerdo denunciando a los Estados, en el caso de que consideren que se apliquen cambios normativos que afecten negativamente a sus inversiones y sus "expectativas legítimas" de beneficios.
La propia Unión Europea admite en sus informes que se estima las destrucción de entre 430.000 y 1.100.000 de puestos de trabajo a cambio de la vaga promesa de que se recuperaran en otros sectores.
Este acuerdo representa la antesala para el tratado transatlántico entre la UE y Estados Unidos (TTIP) cuyas negociaciones están congeladas producto de la llegada de la nueva administración Trump a la Casa Blanca.
Estos tratados buscan establecer verdaderos tratados de ‘libre explotación’, unificando el mercado de EEUU y la UE, que responden a las aspiraciones del capital imperialista en su incesante búsqueda de ganancias.
Las organizaciones sindicales deben ponerse a la cabeza, junto a las fuerzas políticas que se oponen al tratado para derrotarlo en las calles.