La ex mandataria debía presentarse en Comodoro Py para declarar en el marco de ocho acusaciones en su contra. En el escrito denunció las irregularidades de la causa de los Cuadernos.
Lunes 25 de febrero de 2019 10:43
Foto: Maxi Failla
“Así, y en una suerte de función de cine continuado, se pretende hacerme responsable, una vez más, de la misma presunta asociación ilícita por la cual ya estoy siendo investigada ante otro Juzgado de este fuero y ante dos Tribunales Orales”.
Así comienza el escrito presentado por Cristina Kirchner en los tribunales de Comodoro Py en la mañana de este lunes. El texto realiza una denuncia al llamado CuadernoGate por sus marcadas irregularidades, así como una crítica puntual a cada una de las causas por las que debía declarar este lunes.
En el texto se lee que “el expediente se inició en base a simples fotocopias de unos supuestos cuadernos que nunca se vieron y que finalmente dijeron que habían sido “quemados en la parrilla de un patio”. Literal. Concretamente, según la versión oficial, un ex miembro de las fuerzas de seguridad y confeso antikirchnerista se habría apropiado de manera ilegal de estos supuestos cuadernos para entregárselos a un periodista que, dijo, le inspiraba confianza”.
La ex presidenta critica además al periodista Diego Cabot y al diario La Nación por su participación en el llamado #CuadernoGate.
Al mismo tiempo señala las acusaciones existentes por extorsión contra el fiscal Carlos Stornelli. “Este cuestionado fiscal, violando todas las reglas vigentes en materia de competencia, decidió formar actuaciones complementarias y entregárselas al juez Bonadío, dando lugar a un caso obsceno de fórum shopping”.
Sobre el final del texto, la ex presidenta señala que “se han armado un montón de causas para poder citarme a prestar declaración indagatoria y luego procesarme, generando noticias de alto impacto mediático (…) En ningún caso existen pruebas que me vinculen con los supuestos delitos que se dicen investigar y que, por ende, justifiquen el estado de sospecha que exige la ley procesal para llevar a cabo tales citaciones”.
Al mismo tiempo, evidenciando una de las irregularidades más alevosas del CuadernoGate señala que “tanta ha sido la impudicia de semejante proceder que estos operadores judiciales quedaron atrapados en su propia torpeza. La utilización como elemento de prueba de lo declarado por D`Alessio es una muestra irrefutable de los niveles de descomposición a los que se ha llegado”.
En el final del texto se afirma “finalmente, y a la luz de los hechos que son de público y notorio conocimiento, estaríamos ante verdaderas organizaciones delictivas que utilizan el poder de un sistema judicial con rémoras monárquicas que articulándose con lo mediático han convertido en un verdadero lodazal la actividad judicial”.
El verdadero problema radica en que el sistema que Cristina Kirchner denuncia no inició con el macrismo. La relación entre jueces, fiscales, poder mediático y servicios de Inteligencia es de larga data. La figura de Antonio “Jaime” Stiuso está ahí para evidenciarlo.
A eso hay que agregar que el mismo Marcelo D’Alessio fue funcionario en Enarsa desde mayo de 2011. Es decir, desde antes del inicio del último gobierno de la misma Cristina Kirchner.