Después de más de dos meses de un silencio casi absoluto ante el gobierno de Javier Milei, la ex presidenta y vicepresidenta reapareció con un extenso escrito, después de los fracasos sucesivos del macrismo y del Frente de Todos que le abrieron el paso a la derecha. En el mismo hace duras denuncias al Gobierno actual. Señala el tema de la deuda que tomó el macrismo como problema clave, pero se desentiende de haber elegido a Alberto Fernández y a Massa que convalidaron esa estafa durante el Frente de Todos. Propone "actualización laboral", toma una agenda de "inseguridad" y plantea la necesidad de acuerdos parlamentarios con las fuerzas del ajuste en el Congreso Nacional, entre otras propuestas que no dan ninguna salida a los problemas populares sino que benefician a los poderosos.
Miércoles 14 de febrero de 2024 08:47

Tras algo más de dos meses de silencio casi total frente al Gobierno de Milei, la ex vicepresidenta del Frente de Todos, Cristina Kirchner, reapareció temprano este miércoles en la escena pública con un extenso escrito de 33 páginas, publicado en sus redes sociales.
El mismo se titula "Argentina en su tercera crisis de deuda" y desarrolla in extenso una visión de la situación actual del país con duras denuncias al gobierno de Javier Milei y un diagnóstico de largo plazo que ubica al problema del endeudamiento como el tema central de la economía argentina, con tres momentos históricos claves en este plano: la dictadura, el menemismo y la Convertibilidad hasta el 2001 y la deuda tomada por Mauricio Macri durante su Gobierno, cuyas consecuencias todavía están en curso y aún no han "alcanzado su clímax". Según la ex mandataria, el gobierno actual, con las medidas que aplica -más aún si dolariza, advierte- y con personajes como Javier Milei, Luis Caputo o Federico Sturzenegger, podría "acelerar este proceso" de crisis.
En el texto presentado, Cristina Kirchner dice que "nosotros sostenemos que la inflación en Argentina se dispara ante la escasez de dólares y que el endeudamiento compulsivo en dicha moneda no hace más que agravar dicha escasez al profundizar la ya conocida y estructural restricción externa de nuestra economía bi-monetaria".
Dentro de esta lectura, la ex vicepresidenta busca desprenderse del balance del fracasado Gobierno del Frente de Todos, al señalar que desde su espacio estuvieron en contra de firmar el nuevo acuerdo con el FMI que suscribió Alberto Fernández, con sus recetas económicas habituales. Sin embargo, esta interpretación, que ya había sido dicha en el pasado, ya ha sido cuestionada anteriormente por su debilidad argumental: fue la propia Cristina Kirchner la que nombró presidente a Alberto Fernández para ese rol, fue el kichnerismo quien después se opuso de palabra pero "dejó correr" y fue también Cristina Kirchner quien eligió a Sergio Massa "superministro" para aplicar los planes del FMI durante el tramo final del Gobierno del Frente de Todos, luego de que el propio Massa, como presidente de la Cámara de Diputados, hubiera "logrado" la aprobación del acuerdo con el FMI. Ni Alberto Fernández, ni Sergio Massa, eran hombres que fueran a confrontar con el Fondo y fue por eso mismo que Cristina Kirchner los eligió. Yendo más atrás en la historia, durante los gobiernos de Néstor y de Cristina Kirchner se pagaron también más de 200.000 millones de dólares de deuda externa, una estafa ilegal, ilegítima y fraudulenta que se arrastra durante un gobierno tras otro y pesa sobre la decadencia del país y el empobrecimiento de la población. Más allá del relato del "desendeudamiento", toda la historia demuestra que es una utopía reaccionaria querer convivir con el FMI y el capital financiero internacional "negociando". Los resultados están a la vista.
En ese mismo sentido, en el escrito presentado hoy vuelve a insistir con que la deuda tomada por Macri -con aval de Massa y el Frente Renovador, agreguemos- fue una "monumental estafa", pero sigue sin proponer desconocerla. Vale recordar que su discurso nunca fue el de rechazarla sino de tratar de negociar un poco más, dentro de un esquema de conjunto que propone un capitalismo con más intervención y regulaciones del Estado ("modelo industrialista de sesgo exportador con valor agregado"), pero que se ha demostrado fracasado. En este punto clave la argumentación de la ex mandataria no logra dar una argumentación convincente de por qué -como ella misma reconoce en el texto- "hubo un incumplimiento del contrato electoral por parte del gobierno del Frente de Todos que, como dijimos, no pudo o no supo desatar el nudo gordiano del endeudamiento para interrumpir el desarrollo de esta tercera crisis de deuda". Por eso entremezcla críticas a Alberto Fernández, a los medios de comunicación o al Poder Judicial, con apelaciones a los efectos de la pandemia o de la sequía, pero sin jamás cuestionar el fondo de una política impotente frente a la dominación del capital nacional y extranjero sobre los principales resortes de la economía. Se trata del verdadero poder económico que, en complicidad con el poder político, hace negocios siempre, especula y fuga capitales con gobiernos de distinto signo del capitalismo dependiente argentino, y que ha llevado al país a sumergirse en uno de los procesos de crisis y decadencia más profundos de su historia, que hoy Javier Milei quiere resolver por derecha. La izquierda, en cambio, había advertido que sin romper con el FMI y afectar los intereses del gran poder económico, no había salida posible. El Frente de Todos efectivamente terminó con un 45 % de la población bajo la línea de pobreza.
Algunos comentarios rápidos sobre el documento que lanzó CFK sobre la "tercera crisis de deuda" que atraviesa la Argentina. Es notable cómo queda absuelta, en medio de una discusión de "modelos", el gran poder económico que con sus decisiones define rasgos estructurales (sigue)
— Esteban Mercatante (@EMercatante) February 14, 2024
CFK realiza denuncias certeras sobre la actualidad, capítulo de la crisis abierta por el endeudamiento serial iniciado por Macri en 2016. Pero, como suele ocurrir en sus intervenciones, se escamotea un análisis de elementos estructurales que siguieron vigentes en sus gobiernos
— Esteban Mercatante (@EMercatante) February 14, 2024
Un "elefante en la sala" son las grandes empresas y el uso que hacen del excedente (es decir, el fruto de la explotación de la fuerza de trabajo y de la apropiación de rentas). La "fuga de capitales especulativos" tiene una sola mención en el documento.
— Esteban Mercatante (@EMercatante) February 14, 2024
Este aspecto de balance es clave no solo de cara al pasado, sino al futuro: mientras desde los principales dirigentes del peronismo esperan que Milei haga el "trabajo sucio" y fracase para después ellos "volver" con recetas que ya fracasaron, desde la izquierda y los sectores combativos se propone enfrentar de manera urgente los enormes ataques que hay en curso y que buscan rediseñar el país aún más en favor de los poderosos, para oponerle la construcción de otra salida con un programa frente a la crisis que empiece por medidas de emergencia como la defensa del salario, las jubilaciones y los puestos de trabajo pero que también plantee medidas de fondo como el desconocimiento soberano de la deuda pública, la nacionalización de la banca y del comercio exterior y la estatización bajo control de los trabajadores de los principales resortes económicos del país, entre otras medidas necesarias para planificar la economía en función de los intereses de las mayorías, bajo un gobierno de los trabajadores. La profundidad de la crisis, los fracasos de los sucesivos gobiernos y los ataques lo exigen cada vez más: son ellos o nosotros.
Cuando la izquierda decía que el próximo período estaba signado por el FMI y la fraudulenta deuda externa, nos atacaban, decían que exagerábamos y varias cosas más.
Miren los intercambios en "X" del día de hoy y vuelvan a ver el primer debate presidencial, segmento "Economía".— Myriam Bregman (@myriambregman) February 14, 2024
En otro plano, y de cara a las propuestas para el presente, la ex vicepresidenta propone como un tema clave la necesidad de construir un "sistema de acuerdo parlamentario". Vale recordar que durante muchas de sus últimas alocuciones, Cristina Kirchner venía señalando la necesidad de un acuerdo nacional para salir de la crisis. Esta definición parece una actualización de esa propuesta, dirigida a sectores de centro y a muchos gobernadores. Hay que señalar también que, a pesar de que la Ley Ómnibus terminó cayendo cuando el oficialismo retiró el proyecto, esos sectores compartían y apoyaban buena parte del plan central de Javier Milei. No parecería que una salida buena para las mayorías venga por este lado.
En contraposición a esta variante, Cristina Kirchner le advierte a Milei, respecto de un posible acuerdo con el PRO como se baraja por estos días, que "debería analizar seriamente que quienes fueron los amplios derrotados en los últimos comicios presidenciales intentarán condicionarlo desembarcando en las principales áreas de gobierno e incluso tomar el control político y desplazarlo del manejo del Poder Ejecutivo si lo consideran necesario".
En el plano económico y de las reformas estructurales, el texto de Cristina Kirchner propone una "actualización laboral", la participación privada en empresas públicas y encarar una agenda securitaria de mayor control social. También habilita el ataque al derecho a huelga de las y los docentes.
Hacia allá lleva la idea de un acuerdo parlamentario. No es por ahí.
Documento Cristina Kirchner by La Izquierda Diario on Scribd
A continuación el tramo final del texto de la ex vicepresidenta:
CONCLUSIONES
1. Tal cual lo hemos desarrollado y comprobado en este documento de trabajo, Argentina está atravesando la tercera crisis de deuda incubada en el gobierno de Mauricio Macri por el brutal endeudamiento contraído con fondos de inversión, agravado por el retorno del FMI a nuestro país con un préstamo de volumen y condiciones inédito y escandaloso. Es necesario señalar que este proceso no ha alcanzado aún su clímax. De la experiencia histórica analizada en este documento, surge claramente que dichos procesos se desarrollan durante años para finalmente desencadenar en una crisis con derivaciones que ya hemos conocido en 1989 y en 2001, pero que nunca son iguales por el contexto histórico, político e institucional. Va de suyo que las medidas adoptadas por el gobierno que se inició el 10 de diciembre de 2023, lejos de evitarlo podrían acelerar este proceso.
2. El presente documento de trabajo no pretende desconocer la legitimidad de la que está investido el presidente Javier Milei en virtud del 56% de los votos obtenidos en el balotaje. Pero esto exige algunas precisiones.
3. Es cierto que Milei obtuvo el 56% de los votos en el balotaje que definía quién sería el Presidente de la República, pero en la elección general que se vota la representación parlamentaria, sólo obtuvo el mismo tercio de votos que había logrado en las PASO. Se conformó de esa manera un Poder Legislativo fragmentado donde el peronismo es la primera minoría en ambas cámaras. La legitimidad de origen que da el voto popular no debe hacerle perder de vista al actual mandatario la legitimidad de ejercicio en la gestión de gobierno, que sólo podrá ser lograda a partir de mejorar la calidad de vida de los argentinos. En este sentido, cabe recordar que otras fuerzas políticas, en distintas etapas, que obtuvieron fuerza propia que los insuflaron de aires fundacionales no pudieron terminar sus mandatos cuando no lograron darle a la sociedad la calidad de vida que los argentinos demandan.
4. Todas las medidas adoptadas hasta el momento son repeticiones de políticas ya ejecutadas en el pasado, inclusive algunas de ellas aplicadas con el Parlamento cerrado por la dictadura. Todas fracasaron estrepitosamente provocando sólo pobreza y dolor. En el mismo sentido, la presencia de funcionarios que también fracasaron durante la presidencia de Mauricio Macri, en áreas de vital importancia, ponen en contradicción un principio básico por el cual Javier Milei logró el apoyo de la sociedad ante la lógica implacable de que con los mismos de siempre los resultados no pueden ser distintos. Entonces, ¿cuál es la lógica de repetir como Ministro de Economía a Luis Caputo? ¿Por qué ahora va a hacer bien las cosas si, en su momento, lo tuvieron que echar por haber fracasado? En este sentido el
presidente Javier Milei debería analizar seriamente que quienes fueron los amplios derrotados en los últimos comicios presidenciales intentarán condicionarlo desembarcando en las principales áreas de gobierno e incluso tomar el control político y desplazarlo del manejo del Poder Ejecutivo si lo consideran necesario. Reciclar funcionarios fracasados para reeditar políticas fracasadas, sólo puede conducir a malos resultados. Cuando estaba finalizando este documento surgieron declaraciones del Presidente en relación a una nueva alianza de gobierno con la incorporación orgánica del macrismo en el ámbito legislativo y ejecutivo, confirmando lo expresado en la primera parte de este párrafo. Cualquier periodista utilizaría la calificación de “noticia en desarrollo”. Nunca se debe perder el sentido del humor, aún en los momentos más difíciles. De confirmarse la noticia estaríamos en presencia de la cuarta coalición de gobierno por la fusión de Macri y Milei.
5. Estamos de acuerdo en que la Argentina debe revisar la eficiencia del Estado, y que no basta con la consigna del “Estado presente” para resolver los problemas del país, que son demasiados. Se debe analizar y controlar la correcta asignación de recursos para poder corregirla, en caso de ser necesario.
6. Sin embargo, no compartimos su diagnóstico en cuanto a que el déficit fiscal es la única razón de la inflación y de la crisis argentina. Como desarrollamos en el presente documento, la escasez de dólares es la que tensiona la economía y dispara la inflación. Pruebas el canto, además del análisis de los hechos en nuestro país, una vez más traemos a colación la publicación de The Economist en relación a los principales indicadores económicos de 43 países, entre los que se encuentra la Argentina junto a los más desarrollados de todas las regiones del mundo. Como ya dijimos, de esos 43 países sólo 3 tienen superávit fiscal, sin embargo, 23 tienen superávit en la cuenta corriente. Además, de los 43 países, 33 tienen tasa de interés de referencia de un solo dígito, sólo 4 países la tienen fijada en dos dígitos y Argentina es uno de los 3 países sin datos. Igualmente todos sabemos que tenemos una tasa de interés de referencia de 3 dígitos. La tasa de interés es uno de los cuatro precios fundamentales de la economía, que según se acomode en relación al dólar permite el carry trade, licuar ahorros y pasivos o definir el patrón de acumulación, entre otras tantas cosas.
7. Por eso el endeudamiento desmedido en dólares es veneno para nuestra economía bi-monetaria. Y en el caso del préstamo del FMI es más grave aún; no sólo por el volumen en dólares inédito que significó sino por el condicionamiento permanente que implica para la política económica del país. Por eso no estamos de acuerdo con la derogación de la Ley de Sostenibilidad de Deuda que establece que el endeudamiento de la Argentina en moneda extranjera, bajo ley extranjera y con prórroga de jurisdicción requiere autorización del Congreso de la Nación, ni con la modificación de la Ley de Administración Financiera del Estado en cuanto establece que en el caso de reestructuración de deudas se debe mejorar monto, plazo y/o intereses. No deja de resultar contradictorio y muy sorprendente que quien quiere cerrar el Banco Central para que los “políticos ladrones” no emitan más pesos porque cree que la única causa de la inflación es la emisión de pesos para hacer frente al déficit fiscal -o sea a la deuda en pesos del Estado- al mismo tiempo pretenda eliminar todas las restricciones que tiene el Estado para emitir deuda pública pero... ¡en dólares!, y para eso lo convoca como Ministro de Economía al endeudador serial de Macri que trajo nuevamente al FMI, Luis Caputo.
8. Sí nos parece fundamental discutir un sistema tributario simplificado con pocos impuestos en cantidad -para ordenar y facilitar la vida, en especial de las PyMES que
por lo general llevan una contabilidad muy doméstica y son las principales generadoras de trabajo en la Argentina- pero muy estricto en su cumplimiento con normas que aumenten la percepción de riesgo por elusión y evasión. Debe tratarse de un sistema progresivo que no solo contemple los flujos, sino también el stock y revise los gastos tributarios que expresan excepciones, exenciones y alícuotas quebradas a distintos grupos y sectores de la economía. Otra noticia en desarrollo que prueba el escándalo de la evasión y la elusión, en esta oportunidad, a través de la emblemática cerealera Vicentin llevada a cabo por Diaz y Forti SA, que operaba las plantas en 2020/21: Exportó durante un año sin liquidar las divisas, que ingresaban por vía paralela, evadió 700 millones de dólares, pero solo pagará una multa de 2 millones de dólares. Argentina nunca deja de sorprender.
9. Por su parte, sostenemos la necesidad de replantear el actual sistema público de salud, cuya descentralización (entre Nación, provincias y municipios), fragmentación (entre los subsistemas público, de obras sociales y prepagas) y mala regulación, han ido provocando su debilitamiento y, fundamentalmente, su inequidad e ineficiencia en términos de asignación de recursos. Todo ello en un país que tiene uno de los mayores niveles de inversión en salud de toda Latinoamérica. A ello se le agrega que la expansión del complejo médico-industrial (nuevos medicamentos, nueva tecnología, nuevas enfermedades y nuevas prácticas), sin una revisión del sistema, se torna imposible de financiar. Mientras tanto, los “tiempos de acceso” (esperas por turnos, trabas burocráticas, autorizaciones, etc.) se alargan cada vez más tanto en hospitales y salitas como en el sector privado también, condenando al pueblo a una peregrinación sanitaria indigna y a los profesionales de la salud a una tensión que quiebra la relación médico-paciente.
10. Resulta ineludible discutir seriamente un plan de actualización laboral que brinde respuestas a las nuevas formas de relaciones laborales surgidas a la luz de los avances tecnológicos y de una pandemia que trastocó todos y cada uno de los ámbitos de la vida de las personas. Teletrabajo y plataformas digitales, que intermedian entre oferta y demanda, son algunas de las modalidades que se deben amparar normativamente. Sin embargo, las formas de contratación laboral ya incluidas en nuestro sistema legal también deben ser revisadas, mediante la actualización de los convenios colectivos de trabajo -muchos de los cuales datan de décadas atrás- teniendo en cuenta las nuevas realidades antes mencionadas. Estas actualizaciones deben respetar los derechos conquistados por los trabajadores, pero también deben realizarse bajo el concepto de que una vez consagrados, los derechos acarrean obligaciones que deben cumplirse. De lo contrario, el ejercicio de un
derecho sin el cumplimiento de sus obligaciones correlativas, no es mas ni menos
que un privilegio.
11. También creemos que levantar la escuela pública de la que somos hijos significa pensar cuál es la razón entonces por la que parte de los sectores medios y medios bajos hacen un esfuerzo para enviar a sus hijos a escuelas de gestión privada para que tengan clases todos los días.
12. También queremos discutir la integración de las empresas del estado tanto por vía de la participación del capital privado como de las provincias, en el caso de que sus recursos estén afectados a la explotación económica de aquellas, como así su cotización en bolsa para agregar valor y eficiencia bajo la forma de una asociación pública y privada virtuosa.
13. Estamos dispuestos a discutir un régimen de incentivo a las grandes inversiones pero que agreguen valor y transfieran tecnología. Lo contrario sería reprimarizar nuestra economía y condenarnos al extractivismo.
14. En materia de seguridad debemos abandonar el consignismo. Con la desigualdad social por un lado o el gatillo fácil por el otro, no puede elaborarse ningún plan de seguridad. Que no nos vengan a correr los que durante la gestión de Macri designaron a cargo de la escuela de inteligencia del Ministerio de Seguridad a una Miss Argentina. Se debe desarrollar más inteligencia para desarmar la criminalidad organizada y policía de proximidad para la prevención. En este sentido, la video vigilancia puede ser un método eficaz en el marco de las nuevas tecnologías (drones de vigilancia, cámaras operadas con inteligencia artificial, anillos de seguridad, entre otros). Existen experiencias provinciales y municipales para tomar como referencia. Un plan de seguridad exige una conducción política que apunte a la transparencia y combata la corrupción de las fuerzas de seguridad, al tiempo que también evite la autonomización de las mismas.
Esta enumeración no es de carácter taxativo sino enunciativo. Seguramente habrá más cosas que debatir y proponer, pero también es imprescindible señalar que todo debate sobre cuestiones de Estado, para poder prosperar y llegar a conclusiones efectivas, útiles y de posible realización debe reunir, al menos, dos condiciones básicas. La primera es que debe efectuarse con conocimiento de lo que se habla, no sólo desde la teoría sino, fundamentalmente, desde la realidad y la experiencia histórica que nos permite confirmar empíricamente lo que pensamos o revisar lo que creíamos. Va de suyo que esto requiere el manejo de ejemplos y números objetivos y no tirados a la marchanta. La segunda condición ineludible para dar ese debate, es el marco de respeto al que piensa diferente. En este sentido el clima de insultos, escraches, descalificaciones y estigmatizaciones que se desarrolló durante el debate y aumentó exponencialmente a partir de la vuelta a comisión del proyecto de ley “Ómnibus” presagia un escenario de violencia que, como ya sabemos, comienza por lo verbal y luego pasa a lo físico. Lamentablemente, quien suscribe este documento puede dar testimonio de ello en primera persona.
Finalmente y más allá de las ideas, propuestas y debates que los argentinos podamos tener, con algunas cuestiones sí debemos ser taxativos.
I. La dolarización significaría perder para siempre la posibilidad de desarrollo de
nuestro país.
II. Otorgar patente de corso para que Milei y Caputo sigan endeudando al país en
dólares, mediante la derogación de las leyes de Sostenibilidad de la Deuda y la
eliminación de las restricciones existentes en materia de reestructuración de deuda
externa, significaría una verdadera catástrofe de carácter irreparable.
III. La actual conformación política del sistema de poderes en Argentina, puede caracterizarse a partir del análisis del proceso iniciado en las elecciones del año pasado que marcó la constitución de tercios exactos en las PASO; que en las elecciones generales se reacomodó cuando uno de esos tercios obtuvo la mayor cantidad de votos alcanzando el 36,6%, el que había salido primero mantuvo su tercio y el tercero se desplomó por completo, obteniendo apenas el 23,8%. Ya es sabido que en el balotaje la gente determinó que Javier Milei sea el titular del Poder Ejecutivo. El resultado electoral y las divisiones políticas posteriores conformaron un Poder Legislativo más fragmentado aún. La situación del país y la responsabilidad de quienes han sido elegidos para gobernar y legislar van
a requerir la construcción de un sistema de acuerdo parlamentario. Ese sistema de acuerdo parlamentario no puede tener una lógica de mercado persa o de toma y daca indigno por cargos, recursos y vaya a saber qué otra cosa -antecedentes históricos gravísimos hay-. Las Provincias necesitan los recursos que les corresponden por leyes, decretos o acuerdos previos que surgen del presupuesto 2023 -que es ley de leyes- y que les están siendo ilegalmente retenidos. Esto no es “castigar a los gobernadores”, sino perjudicar a todos los argentinos y las argentinas que, salvo en CABA, viven en las 23 Provincias. Cuando hablamos de toma y daca queremos ser claros: canjear recursos para las provincias a cambio de facultades extraordinarias o permiso ilimitado para endeudar aún más al país en dólares y privatizar patrimonio nacional a ciegas, coloca a quienes lo hagan en abierta
contradicción con el Art. 29 de la Constitución Nacional.
Argentina, febrero de 2024.
Cristina Fernández de Kirchner