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Red Internacional
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GOBIERNO Y SINDICATOS. CGT: sigue el chamuyo para no conseguir nada a favor de los trabajadores

El Gobierno firmó con las cámaras empresarias y la CGT un nuevo compromiso para no despedir trabajadores. La UIA ya dijo que “no es obligatorio”.

Jueves 24 de noviembre de 2016 12:28

El Gobierno firmó con las cámaras empresarias y la CGT un nuevo compromiso de no despedir trabajadores, como el que había promovido el presidente Mauricio Macri en mayo. En esa oportunidad, la CGT se negó a firmar un documento que no tenía consecuencias para los que no lo cumplieran. Los despidos, de hecho, continuaron. En esta oportunidad, fue promovido por la central sindical. El nuevo acuerdo se extiende hasta marzo y tampoco prevé ninguna sanción si no se cumple.

Siguiendo con el diálogo y arrodillados ante el Gobierno “para dejarlo gobernar”, los dirigentes de la CGT presentan el acuerdo como un logro: “haber acordado un documento que asegure no despedir y suspender hasta Marzo.”

Daniel Funes De Rioja, titular de la Cámara Alimenticia Copal y segundo de la UIA, mucho más ajustado a la realidad existente que al chamuyo de los sindicalistas, le bajó el tono a lo pactado. “Es una apelación, no una obligación. Lo que se acordó es mantener los puestos de trabajo y trabajar para crear nuevos. Pero lo firmado no tiene carácter legal ni consecuencias”, sentenció.

Y es clara la afirmación de Funes de Rioja ya que el panorama de despidos y suspensiones no cesa y así lo manifiestan los distintos sectores empresariales, como en la industria automotriz donde el vocero de la delegación cordobesa del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), Leonardo Almada, definió que este año fue “el peor año desde hace mucho. Incluso peor que el 2001”. Y no debe estar alejado de la realidad. Es que los despidos, las suspensiones y los retiros voluntarios estuvieron a la orden del día, es uno de los sectores de la industria más golpeados por la crisis económica internacional.

Fiat anunció nuevas suspensiones para su personal cordobés. La firma sólo tendrá producción tres jornadas en diciembre y se consolidó como la de peor performance en un año negro. De esta manera, la fábrica que trabajó entre diez y doce días por mes durante todo este año, volverá a producir luego de las vacaciones que se le impondrán a todo el personal. Aproximadamente el 20 de enero.

En diciembre Volkswagen volvería a su plan original de ocho días de suspensiones de los 170 empleados (12 % del total de los trabajadores) de la línea MQ 200 de cajas de velocidad. Además sobre Volkswagen pende la espada de Damocles de los despidos que se anunciaron desde casa central y que implicarán 7 mil puestos de trabajo menos en Argentina y en Brasil.

Por su parte Renault finaliza el año sin suspensiones, pero avisó hace unas semanas que se discontinuó la producción del Clio, un modelo emblemático de la marca que se inició en 1996. La decisión implicó un nuevo golpe para las autopartistas ya que era uno de los modelos con mayor nivel de ventas en el país.

Son más de 80.000 los puestos de trabajo perdidos en los casi 12 meses de Gobierno macrista. La industria textil, la construcción, los metalúrgicos y las automotrices junto a los estatales en todo el país, son los sectores más afectados. Las políticas de ajuste, tarifazos, flexibilización laboral, precariedad y veto de la ley anti despidos fueron un constante ataque a los trabajadores.

Los que se define como representantes sindicales consideraron que no era tan grave la situación como para tomar medidas de lucha y así fueron postergando un paro que siempre anunciaron pero para no llevarlo nunca a cabo.

Los jerarcas sindicales incluso justificaron la tregua permanente haciendo declaraciones de que si hacían un paro o tomaban alguna medida de fuerza, les dirían que: “no dejamos gobernar”. El triunvirato que dirige la CGT intenta cerrar un año sin conflicto con el Gobierno, manteniendo la paz social y amenazando con que en el 2017 pueden tomar alguna medida de lucha.

“Puro chamuyo” se dice en el barrio y, si se compara con el resultado de un partido de fútbol la política que llevan adelante los dirigentes, el Gobierno va ganando por goleada.