Ante la eterna promesa que fueron los "tiempos mejores" hoy las y los trabajadores vienen siendo atacados en sus puestos laborales y/o en sus condiciones laborales. 38 días de huelga en CIC y el testimonio de una trabajadora indignada con el gobierno, la derecha y las dirigencias vendidas y burócratas.
Sábado 12 de enero de 2019
Desde que partió el segundo período de gobierno de Sebastián Piñera, las y los trabajadores hemos visto cómo comienzan a peligrar los puestos de trabajo y los derechos laborales, la cesantía no mejora el estado de los últimos meses como lo demuestra que varias importantes o antiguas empresas han cerrado en lo que va de este Gobierno: Maersk, Iansa ,Pastas Suazo, Constructorra Cial y ahora último Unilever (180 despidos),entre otras, han dejado a numerosas familias sin lo mínimo para subsistir.
En la Educación, año a año profesores y pr,ofesoras sienten el yugo de la inestabilidad laboral y 500 despidos se ejecutaron este último diciembre.
En estos tiempos, huelgas importantes se están sucediendo, como la de portuarios, Unilever y una de las más resistentes y combativas: la huelga 38 días de la planta de Maipú de CIC del rubro de la mueblería y decoración. Una lucha para nada menor si en el frente tenían a empresarios de renombre como Manuel José Vial (hijo del envuelto en caso cascadas, Leonidas Vial y de relación familiar con Piñera) y Cristóbal Yuraszek.
Treintaiocho días de mucha lucha, compañerismo y tensión porque se cumplieran sus demandas, así nos contó Magda, una trabajadora de 48 años y madre de cuatro hijos, único sostén de su hogar, que lleva 13 años en la empresa; la cual dice que
"para ganar un ’buen’ sueldo hay que sacrificarse más trabajando, con horarios extenuantes, malas condiciones de trabajo en un galpón que en invierno es demasiado helado y en verano muy caluroso y que además si se enferman se les descuenta de su su sueldo y si faltan se les descuenta doblemente"
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Magda nos cuenta que la mayoría de los trabajadores acordaron ir a huelga, donde jamás tuvieron tribuna mediática en los canales de Televisión ,aunque los llamaron constantemente para visualizar el conflicto, eso, dice ella, "nos hace pensar que el gobierno no quiere que se sepan nuestros problemas".
Pero lo que a ella y a muchos de sus compañeros más les afecta en estos días es que la dirigencia sindicalnunca haya participado activamente en estos 38 días, es más, bajaron la Huelga en forma burocrática, unilateral, sin consulta a las bases y acomodándose a los acuerdos personales que la empresa les ofreció, lo cual -según nuestra entrevistada- no cubre ni la mitad de las necesidades ni objetivos por los que las bases estaban luchando.
Este entreguismo, esta traición ha provocado que se sientan sumamente burlados, pero que no bajarán los brazos y seguirán luchando ahora por bajar a esos dirigentes burócratas de la directiva y que no descartan nuevas movilizaciones.
Magda comentó también
"pienso que es muy importante la unidad de los trabajadores, porque refuerzan las luchas y porque así nadie se siente solo peleando por sus derechos".
Con pena y mucha rabia ella dice que seguira en la pelea por mejores condiciones de salario y laborales..."Hay que perder el miedo,unirnos y hacerle frente a este gobierno de los empresarios comento".
Este proceso de lucha de las y los trabajadores de CIC replantea la necesidad de conquistar y refundar los métodos dentro de los sindicatos con democracia directa, delegados revocables, para que las bases tengan un mínimo de control de las directivas o cómo los porturios cuya tenaz defensa de sus derechos implicó superar a la directiva entregada a la conciliación con el Gobierno y Von Appen; para que no suceda como pasó en CIC y donde la unidad de distintos sectores de trabajadores le haga frente a los ataques de la derecha y sus íntimos empresarios.
