Dará marcha atrás con el repudiado decreto que habilitaba un jugoso negocio, mientras convertía al país en un reservorio de desechos del mundo.
Valeria Foglia @valeriafgl
Viernes 10 de enero de 2020 15:04
Foto: Instagram de Juan Cabandié
Primera resolución relevante de Cabandié en un mes. Si hasta ahora la actividad del ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación habían sido las reuniones con sus pares provinciales, funcionarios nacionales y organizaciones juveniles, por estos días anunció la marcha atrás con el repudiado decreto de Macri que permitía la importación de residuos peligrosos, convirtiendo a nuestro país en una suerte de depósito de basura de otros, cuando en Argentina se producen cuarenta mil toneladas de residuos por mes y solo se llega a reciclar la mitad.
“Estamos trabajando algunos detalles para elaborar una propuesta superadora y acabada, pero en los próximos días se va a derogar el decreto de la importación de basura porque es indigno”, aseguró el ministro, que había concluido el 2019 muy cuestionado por su posición entre silenciosa e indiferente ante la reforma de la ley 7722 en Mendoza que avalaba la megaminería, finalmente derogada por la lucha popular.
El ministro Cabandié se refirió a que en Argentina se produce mucha basura que no se llega a reciclar y que “no podemos permitir eso porque es la puerta de entrada a residuos peligrosos, [...] nosotros también tenemos los nuestros por nuestras distintas industrias y tenemos que tener un tratamiento especial para eso”.
Extrañamente, el titular de Ambiente agregó una razón extra para derogar el decreto: “No tenemos ni plata para tratarlo ni las plantas de tratamiento específicas”. Y arremetió, para que no se resintieran sectores empresariales, lo que parece ser una constante de su cartera (Gobierno tras Gobierno): “No es en contra de la industria ni el progreso, sino que lo que estamos diciendo es que cuidemos nuestro planeta, nuestra vida, lo que comemos, porque está en juego la vida de nuestra sociedad”. ¿Será por eso que Cabandié no menciona que el eje principal del decreto de Macri era favorecer a empresas que hacen negocio con la basura? La lógica de producción y consumo capitalista y el cuidado del medioambiente y la salud de las comunidades son imposibles de compatibilizar.
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“Expandir la economía es un principio fundamental para poner a la Argentina de pie, pero no de cualquier forma. Tenemos que cuidar nuestro ambiente, que es el lugar donde vivimos, donde trasciende nuestra vida y es la casa común, como diría la encíclica Laudato Si”, agregó el ministro, mencionando la segunda encíclica del papa Francisco, relativa al “cuidado de la casa común”.
A fines de agosto el ahora expresidente Macri flexibilizó los requisitos para la importación de basura, como “desechos de papel y cartón, chatarra ferrosa, chatarra de aluminio, desechos de material plástico y vidrios, entre otros”. El DNU establecía que no sería necesaria ninguna habilitación que certifique la inocuidad sanitaria y ambiental, como establecía la legislación anterior.
La diputada del FIT Myriam Bregman fue una de las voces que se alzó contra esa avanzada inconstitucional sobre el medioambiente, alertando que el objetivo del decreto de Macri era “un gran negociado para sus amigos empresarios del plástico, las metalúrgicas y las papeleras, y que, además de ser una amenaza al medioambiente, afecta directamente a quienes aportan al reciclado urbano”.
Con la nueva normativa se habilitaba la importación de residuos sin control, que empresas usarían como materia prima a precios bajos, mientras se perjudicaba a las cooperativas de recicladores urbanos, que agrupan a unos ciento cincuenta mil en todo el país y reclaman que su actividad sea reconocida formalmente. Por no mencionar los candados que Larreta puso en los contenedores de la Ciudad.
Para la diputada del FIT, este nuevo decreto de Macri en su retirada se inscribía en el marco de una compleja situación geopolítica. “Una vez más cumple las órdenes de Trump, que en su pelea comercial con China no encuentra dónde descartar cientos de toneladas de basura de Estados Unidos”, sentenció en ese momento Bregman, quien había solicitado informes sobre el decreto.