Pese a ser una ciudad con alto nivel de abstencionismo, Ciudad Juárez, harta del priísmo imperante y de los partidos tradicionales, se volcó a las urnas para “marcar la diferencia” dando como resultado la victoria del candidato independiente Armando Cabada. Sin embargo, ¿es realmente esta transición un nuevo amanecer para Ciudad Juárez o no representará cambio alguno para los desposeídos y explotados de la ciudad?
Lunes 6 de junio de 2016
En el año 2000 cuando sucedió la transición pactada que llevó al PAN al poder y que durante 12 años el PRI estuvo "fuera" del gobierno federal, ¿marcó eso una mejora radical para las mayorías explotadas y desposeídas de México? la respuesta es claramente no. Contrario a ello, el comienzo de la llamada “guerra contra el narcotráfico” convirtió a México en una fosa clandestina y a Ciudad Juárez en uno de los lugares más peligrosos del mundo, dejando decenas de miles de desplazados, asesinados y desaparecidos en México.
Un panorama similar al ocurrido en 2000 sucede en Ciudad Juárez el día de hoy. Los resultados favorecen al candidato independiente Armando Cabada, que siendo figura pública y conocido por todos en la ciudad logró obtener la presidencia tras las elecciones del 5 de Junio.
¿Qué representa la victoria de un candidato independiente que vivió en los EUA durante los momentos más violentos en la ciudad, al que se le ha ligado con el narcotráfico en variadas ocasiones así como con la trata de blancas?
Evidentemente el resultado no es favorecedor para una ciudad golpeada por los feminicidios y un sector empresarial maquilador, que explota con salarios de miseria a cerca de 400,000 obreros. El candidato no tiene ninguna propuesta que apunte a mejorar la calidad de vida de las mayorías y termine con el outsorcing, la precariedad e incluso contra cuestiones ecológicas vitales como la minería a cielo abierto o el fracking.
La única posibilidad viable para los trabajadores y la juventud precarizada de la ciudad recaía en una alternativa política como la de Antonia Hinojos, Toñita, quien fuera aspirante a la alcaldía de la ciudad, en representación de los intereses de las trabajadoras y trabajadores maquiladores. Sin embargo, no llegó a conquistar la candidatura.
Debido a tales circunstancias, el descontento ante el PRI devino en el apoyo al candidato independiente, el empresario y periodista Armando Cabada.
Ahora Juárez entra en un periodo donde pondrá aprueba al candidato “del pueblo”, el independiente, el que destronó al PRI de años en el poder. La historia es sabia y el resultado será evidente al concluir el periodo: la democracia para ricos nunca deja una buena cosecha para los pobres.