El Samic es uno de los hospitales más importantes de la provincia de Santa Cruz, donde trabajan unos 500 trabajadores de la salud. Hasta allí, llegan pacientes de las distintas localidades. A finales de la semana pasa, hubo medidas de fuerza de las y los trabajadores autoconvocados por una recomposición salarial
Ernesto Zippo Trabajador de Correo Argentino | MAC Rio Gallegos - Sta Cruz
Domingo 25 de abril de 2021 22:33
Los reclamos de las y los trabajadores autoconvocados del Samic estuvieron dirigidos al Consejo de Administración del Hospital de Alta Complejidad El Calafate (dependen del gobierno nacional). Se debe a la enorme caída del poder adquisitivo de sus salarios. Además aseguraron, que es llamativa la ausencia de los dirigentes de ATE, ya que no participan en los reclamos.
Marcelo Castro es chofer de ambulancia, en dicho nosocomio y fue entrevistado por La Izquierda Diario.
“Estamos pidiendo una recomposición salarial, de la cuál no tuvimos ninguna respuesta desde el Concejo, ni del director del Hospital. Hay otras falencias que hay que ir viendo en cada sector.
El año pasado, nos dieron un siete por ciento de aumento al salario básico y un bono de cinco mil pesos, que recibimos del gobierno nacional. Pensaron que con eso, era suficiente y la verdad es que la canasta básica subió bastante y la gente está disconforme, porque no le alcanza el dinero. Hoy en día, en la provincia, nosotros somos parte del Hospital cabecera de Santa Cruz, donde vienen de todas las localidades y estamos mal. Trabajamos doce horas diarias y la pandemia, la venimos enfrentando prácticamente solos.
Mientras tanto, el Concejo nos dice, que nos quedemos tranquilos, ya que no nos van a descontar el impuesto a la ganancia. Pero el setenta por ciento del personal, no les toca el impuesto. Tampoco nos importa, que nos paguen esos seis mil quinientos, en negro por tres meses. Porque la verdad, que al salario básico no va, es pan para hoy y hambre para mañana.
Los que estamos más abajo como quienes trabajan en el sector de administración, camilleros, lavandería o chóferes de ambulancia, percibimos un salario 18 mil o 22 mil pesos. Ni con 50 mil pesos por mes llegás a vivir aquí en Calafate, porque es el costo de una ciudad turística.
Somos trabajadores autoconvocados, porque los gremios como ATE, no se hicieron cargo de nuestro reclamo y lamentablemente desaparecieron. Es lo que está pasando en todo el país, como está sucediendo en Neuquén. Todos estamos luchando por lo mismo y a los enfermeros de Río Gallegos no los quieren recibir. La verdad es que estamos todos trabajando muy cansados y muy saturados. Yo soy uno de los que se indignó, cuando el presidente dijo que, el sistema de salud se había relajado y debería venir él a ver si nos hemos relajado. Hay profesionales que se están yendo de la ciudad, por el salario insuficiente que están cobrando.”
Paulo Leissa es médico del Hospital Samic de Calafate. También opinó sobre la problemática que padecen las y los trabajadores de la salud.
“Muchos aquí en Calafate, éramos del Hospital Distrital José Formenti y pasamos al Samic, por una mejora salarial, pero con peores condiciones laborales, con menos licencias y más horas laborales. Con el tiempo, se fue perdiendo el poder adquisitivo y hoy tenemos un sueldo inferior, en comparación a otro trabajador de la sanidad en la provincia. No es que el resto de los trabajadores de la salud ganen mucho, de hecho hay reclamos en toda la provincia. Pero nosotros, cuando pasamos al Samic, percibíamos un salario comparable a nueve canastas básicas del ámbito nacional y ahora percibimos dos canastas y media. Nuestro sueldo básico es de 51 mil pesos. El precio de la comida, es terrible aquí, no sé como hace la gente y realmente está complicado.
Hace cuatro meses, aproximadamente iniciamos el reclamo con notas, donde pedíamos una recomposición salarial. En ése momento se nos aumentó un cinco por ciento de la productividad. Hace un mes atrás, realizamos otra nota a los jefes de servicio, ellos los firmaron en su mayoría, pero no tuvimos respuestas. Diez o doce día atrás hicimos una carta firmada por doscientos trabajadores, con el mismo reclamo. Allí, sí tuvimos una reunión con el Consejo, donde nos ofrecieron un nuevo aumento, del cinco por ciento a la productividad. Lo consideramos insuficiente e hicimos asamblea, donde resolvimos realizar un paro. El acatamiento fue altísimo y terminó el viernes 23 de abril. Vamos a esperar un tiempo prudencial, hasta el miércoles 28 de abril y abrir un canal de diálogo con el Consejo, para ver, si nos llaman a una nueva reunión. Si no llega a haber respuesta, plantearemos algún tipo de medida de fuerza. Hay gremios como UPCN, que están con algún tipo de reclamo. Quienes no están lo están haciendo es ATE”.