Esta semana se dio a conocer que la comuna de Calama, podría estar retomando los índices de contaminación del aire parecidos al de los años más críticos. La crisis ambiental en la comuna tiene responsables, por un lado las grandes empresas mineras como Codelco, las industrias contaminantes que procesan plomo. Y por el otro, los políticos de estos últimos 30 años, quienes durante más de una década han permitido que el plan de descontaminación duerma, desde que la localidad fuera declarada zona de saturación, mostrando el desprecio que tienen estos sectores por la vida de los cientos de miles de habitantes de la comuna.
Viernes 5 de noviembre de 2021
Calama estaría atravesando nuevamente un escenario complejo en torno a la contaminación medio ambiental del aire. Y es que según lo expresado por Reinaldo Díaz, técnico en nivel superior de Medio Ambiente y asesor de la Corporación Yareta, los índices de saturación atmosférica estarían llegando a los niveles de los momentos más críticos de la comuna, similares al de los años 2016-2017 (49 microgramos de material particulado), en que las autoridades tuvieron que intervenir por la alta concentración de polvo y material particulado en los cielos, los cuales llegan al torrente sanguíneo provocando un gran daño en los habitantes de la zona. Cabe recordar, que según los informes del propio Ministerio del Medio Ambiente, entre los años 2015-2017 los niveles de saturación estuvieron 80% por sobre la norma anual.
Además, Díaz comentó que de las seis estaciones de monitoreo que existen en Calama, la que está ubicada en la escuela Kamac Mayu, y mide los niveles de plomo de la planta ubicada en Puerto Seco, no está funcionando. Por lo tanto no entrega los datos correspondientes respecto a los niveles de contaminación del aire y en general la información entregada, anualmente, de las estaciones tienen un desfase de 20 días, lo que no permite determinar con mayor precisión y con el tiempo necesario el cómo está la calidad del aire.
Por su parte, el alcalde de Calama y militante de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Eliecer Chamorro, confirmó la adquisición de una nueva estación de monitoreo ambiental de carácter ciudadano, en la que la información estaría habilitada para los habitantes en general, además de capacitaciones para que la comunidad pueda interpretar los datos y tener conocimiento de cuán contaminado está el aire. Todo esto ocurre después de que la Superintendencia de Medio Ambiente no llevó adelante la fiscalización correcta respecto a la planta procesadora de plomo que existe en la comuna.
Qué las y los trabajadores junto a las comunidades se pongan a la cabeza de un verdadero plan de descontaminación y reconversión tecnológica de la Industria
La crítica situación que vuelve a vivir la comuna de Calama, no es una cuestión que se produjo de un día para otro. Ya son doce años desde que se declaró la comuna como zona saturada por material particulado MP10, y si esta situación no se ha revertido, tiene directa relación a los obstáculos que han significado.
Dichos obstáculos están relacionados por una parte las trabas que Codelco puso para llevar adelante el plan debido a sus costos, que superaría los US$300 millones, pero también porque ningún Gobierno de turno, sea de la ex Nueva Mayoría o la derecha, han sido capaces de firmar y ejecutar seriamente este plan, lo que demuestra el desprecio de estos por la vida de miles de personas que sufren las consecuencias de la saturación atmosférica que se expresa en los más de 2 mil casos por enfermedades respiratorias que llegan al Hospital Carlos Cisternas cada año o los aumentos de enfermedades como el cáncer.
Así también, CODELCO y desde el Ministerio del Medio Ambiente se patean la pelota, por la diferencia que hay en el costo del plan, que según el propio ministerio no superaría los US$36 millones.
Es una aberración que se ponga la salud del pueblo trabajador bajo el estándar del ajuste económico, con las ganancias por encima de las vidas de las mayorías.
Por su parte, aquellos que dicen estar por el bienestar de la comuna, como los son los regionalistas verdes, ante la urgencia ambiental declarada hace más de una década, terminan reduciendo la importancia de combatir el problema de la contaminación, sólo ha adquirir una nueva estación de monitoreo cuando la vida de los habitantes de Calama sigue en juego.
Si bien es algo mínimo que el conjunto de las personas tenga conocimiento de los reales niveles de contaminación y sepan “interpretar” los datos como plantea el alcalde de la FRVS, no podemos permitir que nuestra participación como trabajadores y pobladores se reduzca meramente a interpretar datos para saber cuán contaminado está el aire, sino que la comunidad en su conjunto con las y los trabajadores, puedan tomar decisiones para que se desarrolle un verdadero plan de descontaminación que sea efectivo, sobre todo cuando actualmente no se explica claramente cuál es el plan y los diferentes gobiernos han sido quienes han trabado su ejecución.
Es en ese sentido que no sólo la información debería ser pública, sino que las estaciones de monitoreos, incluido las que están en manos de Codelco, deberían estar bajo control de las y los trabajadores y la comunidad. Los monitoreos actuales no se están cumpliendo a cabalidad, por lo que es necesario que los sindicatos junto a las organizaciones populares y las juntas de vecinos ante la crítica situación ambiental, puedan tomar medidas para frenar la destrucción ambiental, como la exigencia de los cambios tecnológicos y la reconversión productiva al servicio de poner la calidad y salud de vida de las grandes mayorías y no a la medida de la superexplotación de nuestros recursos para una mayor acumulación de ganancias, que termina destruyendo las fuentes importantes de la vida, como lo son las personas, la fauna y el medio ambiente en su conjunto.