La urgencia del Hospital Barros Luco cumple 9 días de movilización, las y los trabajadores acusan la falta de personal y los problemas de infraestructura, especialmente las camillas.
Sábado 29 de octubre de 2022
Al paro se han sumado la totalidad de técnicos paramédicos, que son un total de 16 paramédicos por turno, más 4 a 5 auxiliares que trabajan con una totalidad 54 pacientes hospitalizados, que van de mediana a alta complejidad. La situación ha llegado a tal punto que son 2 paramédicos atendiendo entre 24 y 28 pacientes, más todo los casos ambulatorios que ingresan, que son un total de 600 atenciones diarias.
A la movilización se han sumado los tres turnos de urgencia, que hasta la fecha mantienen un régimen laboral de 2 días y 2 noches, y además turnos de 24 horas, donde han tenido que hacer turnos extras para reforzar la falta de personal. Una urgencia que atiende a 11 comunas de Santiago y una atención de 1.000.000 de pacientes al mes.
Las y los trabajadores piden mejoras laborales que tienen que ver con la infraestructura y los elementos para trabajar: “Aquí nadie esta peleando por plata, estamos pidiendo mejores camillas, mejores sillas de ruedas, tenemos sillas de ruedas que están en un estado agónico, por decirlo de alguna forma, afirmadas con tres pernos, y para llevar a pacientes a rayos, que tienen mayor riesgo a caer. De hecho esto comenzó por un paciente que falleció, que cayó por el mal estado de las camillas” nos menciona un técnico paramédico de uno de los turnos que se movilizan dentro de la Urgencia. Ante el hecho agrega “los familiares del paciente decidieron entregar una demanda contra el hospital, y el hospital prácticamente culpo a los funcionarios, pues no había quien atendiera a esos pacientes, en ese momento eran 15 camillas hospitalizados para dos técnicos, y todo lo que significa aseo y confort en una camilla de ambulancia, que es de aproximadamente de 50cm por un metro y medio de largo es bastante complejo” agrega el funcionario del hospital.
La jefatura del hospital, en particular la directora Gisella Castiglione, no ha dado respuesta a las solicitudes que hacen las y los funcionarios. Lo único que han dicho es que los paciente que ingresan a ambulancia con camillas tienen que quedarse por 2 horas como máximo, los funcionarios solicitan que sean 4 horas, pues no hay personal dentro de la urgencia para atender a quienes ingresan y hacerles todos los exámenes correspondiente. “Hemos recibido más amenazas que soluciones” agrega el funcionario, quien ha preferido mantener su identidad resguardada por lo mismo.
Las y los trabajadores de la salud han tenido que sacar la voz y movilizarse por condiciones mínimas para trabajar, que es parte de dar una atención digna para las y los usuarios, incluso durante la pandemia tuvieron que movilizarse para que les entregaran los elementos de protección personal, “no teníamos guantes, pechera, tuvimos que pelear para que nos dieran mascarillas” agrega el funcionario “tenemos colegas que aún no regresan a trabajar, pues terminaron entubados, algunos que incluso están aprendiendo a caminar de nuevo” menciona el funcionario.
Es una situación que ya pasó de la alerta, que da cuesta de la crisis estructural que se arrastra en la salud, más de 30 años de abandono, de desfinanciamiento y privatización, y que pesa en las vidas de las y los trabajadores y usuarios del sistema público. Es más necesario que nunca rodear de apoyo y solidaridad, la movilización del servicio de urgencia del hospital, pues es una demanda en favor de toda la población.
Ante la nula respuesta de la dirección, y el gobierno, que no han hecho más que lavarse las manos frente a la crisis de la salud pública, y se han llenado de discursos vacíos, pues la situación de crisis se acrecienta y son las y los trabajadores quienes las tienen que pagar.
Desde la agrupación de trabajadores y usuarios de la salud, apoyamos la demanda de las y los trabajadores, y vemos que es urgente y necesario un plan de emergencia urgente para la salud pública, el cual se puede conquistar con una movilización de forma unificada, levantando comisiones de seguridad e higiene independientes a la dirección, para tomar la salud y sus necesidades en nuestras manos.
