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Red Internacional
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Paro Magisterial. Campaña de linchamiento mediático del gobierno contra el magisterio

Ante el apoyo popular conquistado por los maestros chiapanecos, el gobierno realiza una nueva ofensiva para aislarlos.

Miércoles 1ro de junio de 2016

Todos los medios condenan las medidas tomadas contra los directivos y los maestros que pretendían entregar las listas de los profesores paristas al gobierno. Ninguno condena la represión ejercida contra los maestros ni las notificaciones de despidos.

Peña Nieto y Aurelio Nuño redoblan la ofensiva contra los maestros. Cuestionan “agresiones” hacia los profesores y directivos.

A través de sus voceros y los periodistas a sueldo de los grandes medios, acusan a las y los maestros que luchan contra la reforma educativa de haber obligado a los esquiroles a caminar descalzos y que les hayan cortado el cabello.

Ése es el reaccionario rol de los medios masivos de comunicación: crear una opinión pública hostil a los sectores que enfrentan los planes del gobierno y el imperialismo estadounidense. No hay que caer en la trampa.

El discurso reaccionario del gobierno

El cínico de Nuño, apodado “Puño” en las redes sociales, denuncia “medidas coercitivas” para cerrar las escuelas. Las escuelas se cierran en Chiapas, aunque le pese, por la miseria en que se encuentran, porque la mayoría de las maestras y los maestros del Estado están en lucha contra una reforma educativa que en realidad es reforma laboral encubierta, ya que pretende degradar sus condiciones de trabajo. Una reforma privatizadora, que obliga a padres de familia a encargarse de pagar –o realizar ellos mismos- el mantenimiento de las escuelas.

Medidas coercitivas son la represión desplegada por el gobierno de Peña Nieto y el de Manuel Velasco en Chiapas. Coercitivos los gases y las armas represivas. Los golpes y las detenciones de maestros. Coercitivo es impedir la entrada de las y los maestros del interior a la capital del país, como hizo Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México y Eruviel Ávila gobernador del Estado de México.

Violencia es el hambre que sufren millones de niñas y niños en Chiapas, que llegan a la escuela sin que sus padres hayan podido darle ni una tortilla, ni un pan. Violencia son salarios paupérrimos que percibe el pueblo trabajador mientras los funcionarios se adjudican salarios millonarios y una vida de lujo y ostentación.

Son falsos golpes de pecho los que se da Nuño alegando la defensa del derecho a la educación de la infancia. Pero se trata de la educación impuesta por los organismos internacionales, con programas de estudio cada vez más acotados para crear un enorme ejército de trabajadores que sean funcionales a las necesidades de las empresas y más productivos; que acepten salarios cada vez más bajos, y que no cuestionen la superexplotación y la miseria. Pero pese a todo el magisterio disidente resiste.

Mientras, el gobierno defiende a sus esquiroles. Amenaza, por enésima vez, con castigar a los maestros que luchan. Una coartada más de este gobierno represor.

Apoyo al magisterio combativo

Pero el magisterio disidente, que enfrenta esta reforma educativa diseñada por los organismos internacionales, no está solo. Madres y padres de familia, familiares de desaparecidos, trabajadoras y trabajadores de la salud y de distintas universidades, estudiantes universitarios y normalistas, artistas, intelectuales, han expresado por distintas vías la solidaridad con el magisterio.

Desde este medio no somos neutrales: apoyamos al magisterio que enfrenta la reforma educativa. Y abrimos nuestro diario a sus denuncias, sus testimonios, sus voces.

¡Toda la solidaridad con el magisterio!