Las familias, con niños y ancianos, que tomaban terrenos ya venían sufriendo desde las semanas pasadas distintos ataques: les cortaron el agua y también recibieron amenazas desde el municipio que lidera Sebastián Abella de Juntos. Hay quienes se siguen beneficiando los negocios inmobiliarios mientras miles de familias en la zona no tienen donde vivir.
Viernes 3 de septiembre de 2021 13:04
Ocurrió en la mañana del miércoles frente al barrio San Cayetano en la ruta que conecta Campana con Zarate. Los vecinos vienen denunciando presiones y amenazas a las viviendas y sus habitantes. Durante la mañana de ayer un operativo policial irrumpió en las casillas de los vecinos destrozando bienes y materiales. Hace varias semanas vienen denunciando que les cortaron el acceso al agua potable y que vienen sufriendo diferentes presiones y amenazas para que abandonen los terrenos.
En diálogo con La Izquierda Diario, uno de los trabajadores que se encontraba en los terrenos transmitió que: ‘’nosotros no queremos plata, queremos un lugar donde vivir. Como nosotros somos pobres, nadie nos escucha’’. El vecino apuntó contra la actual gestión del municipio: “lo único que nos dijeron desde el municipio es que ellos prefieren una fábrica acá a una villa”.
El problema de la vivienda sigue sin solucionarse. Actualmente según los datos del INDEC el déficit habitacional alcanza 3,5 millones de viviendas: comprende a 1,3 millones de viviendas faltantes y 2,2 millones de viviendas que no proveen a quien la habita las condiciones mínimas para mantener un nivel de vida digno. Estas cifras reflejan un problema estructural que lleva décadas sin siquiera intentar resolverse por los distintos gobiernos.
Ante eso Sebastián Abella y Juntos por el Cambio la única solución que encuentran es el desalojo para cumplir con los negocios inmobiliarios de unos pocos. Tal como lo hicieron desde el Frente de Todos a nivel provincial con Berni a la cabeza, durante el año pasado con las familias de Guernica que peleaban por tierra y vivienda.
La necesidad de un plan de obras públicas para dar respuestas al problema habitacional que somete a millones de familias trabajadoras a vivir en condiciones ultra precarias, cuando no en la calle, se vuelve fundamental.