Uno ya cumplía prisión domiciliaria pero tuvo que ser llevado a la fuerza hasta el juzgado, otros cuatro fueron apresados entre el domingo y el lunes. Según el fiscal “eran los encargados de poner los medios a disposición de las fuerzas de tareas” por lo que se los indagó sobre su rol como responsables de la plana mayor de Zárate- Campana.
Miércoles 2 de diciembre de 2015 15:04
El Juzgado Federal de San Martín, que investiga en la Megacausa de Campo de Mayo los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura en la Zona Norte del gran Buenos Aires, indagó a los 5 ex uniformados de la Armada y el Ejército sin obtener declaración alguna; todos se llamaron a silencio. La jueza a cargo, Alicia Vence, benefició a continuación con prisión domiciliaria a los ex comandantes del “área 400” (Zárate – Campana), según reveló la agencia Telam en el día de ayer. Los represores detenidos ahora en sus casas son: Pacífico Luis Brito (Instituto de Historia Militar Argentina), el ex teniente de navío Alfredo Arena, el ex mayor Ramón Vito Cabrera y el ex auxiliar de inteligencia de la Armada, Federico Ramirez Mitchell.
No es menor que esta zona, que apenas se empieza a investigar más de 35 años después, fuera señalada por los militares como una “zona roja” debido a la gran actividad política y sindical de los trabajadores en distintas organizaciones, en las industrias de estas ciudades que forman parte del nutrido cordón fábril. Se estiman más de 250 víctimas y se investiga la complicidad de al menos el directorio de Tenaris- Siderca, dirigido por la Flia. Rocca.
Las acusaciones contra los represores indagados varían según el periodo en el que se desempeñaron como responsables del área. Según la fiscalía “una primer investigación los sitúa en alrededor de 30 casos, que pueden multiplicarse por varias víctimas. Ellos eran (…) los que tenían personal a cargo y diagramaban los operativos”. Eran responsables de las áreas de Logística, Personal e Inteligencia.
A la espera de novedades por los allanamientos en Siderca - Tenaris
Por el tamaño de la operación en relación a la población, el circuito represivo de Zárate-Campana es uno de los más llamativos. Aún es un misterio la cantidad exacta de crímenes cometidos ya que se van conociendo a partir de los testimonios de sobrevivientes y familiares de víctimas, que hoy arrojan un número de entre 230 y 270 desapariciones forzadas. Una buena parte de ellas corresponden a obreros de Siderca, por lo cual las partes esperan encontrar nueva información a partir de los allanamientos realizados en la empresa.
“Creemos que pueden existir muchos más pero primero queremos demostrar qué tipo de responsabilidad tenían los directivos y el personal jerárquico en los delitos de lesa humanidad”, adelantó la fiscalía. “Es probable que estos represores ocuparon un espacio de decisiones estratégicas para disciplinar a los obreros y así favorecer a las empresas”.