Del 9 al 12 de marzo la Unión General de Trabajadores (UGT) celebrará su 42ª Congreso Confederal. Cándido Méndez, secretario general del sindicato, pondrá fin a un reinado que ha durado 22 años.

Carlos Muro @muro_87
Miércoles 2 de marzo de 2016
Foto: EFE Archivo
El próximo congreso de UGT viene marcado por un contexto político de crisis del actual régimen español. En los últimos años, los grandes sindicatos y su fuerte burocracia sindical han tratado por todos los medios de no perder sus privilegios como casta a la vez que han frenado importantes luchas obreras que han ido surgiendo.
El lema de “no nos representan” en el 15M despertó grandes debates y críticas al régimen español entre sectores de trabajadores y jóvenes. Las burocracias sindicales de CCOO y UGT, aunque en menor medida, también vienen siendo cuestionadas.
El bisindicalismo español está en crisis y muchos trabajadores y afiliados de los dos sindicatos muestran cada vez mayores críticas. Esta situación es bien conocida por Méndez y el conjunto de burócratas del sindicato, por eso mismo se refirió al próximo congreso como “el cierre de una etapa y la apertura de otra” enmarcado en la posibilidad de una “tercera recesión”.
Cándido Méndez, 22 años de traiciones
“Operación maquillaje”, este es el propósito de la cúpula de UGT. Con la participación de 601 delegados “representando” a 928.846 afiliados y afiliadas el congreso de la UGT tiene planteado la renovación de su actual cúpula sindical. Podrá fin al reinado de Cándido Méndez desde que en abril de 1994 asumiera el cargo, sustituyéndole otra secretaría y cúpula que continúe su labor.
Su “trayectoria” no empieza allí, sino que antes de ese año ya había sido secretario provincial de UGT en Jaén, en 1986 secretario general de Andalucía, diputado en el parlamento andaluz por el PSOE y en el congreso de los diputados entre 1982 y 1986 –años marcados por la “reconversión industrial” que supuso el cierre de plantas, despidos y reducciones salariales-. Es decir, un burócrata formado en las altas esferas de poder político y sindical del Régimen del 78´.
Su trayectoria viene marcada por años de servicio a una democracia para ricos, representando a una casta sindical que no ha hecho otra cosa que aceptar, de palabra o en los hechos, todas las reformas laborales mermando las condiciones laborales y sindicales de los trabajadores y trabajadoras. Aceptando la expansión de la precariedad laboral, ETT´s, segregación de convenios, subcontratación, dobles escalas salariales o reducciones salariales.
Además, en los años que llevamos de crisis económica vienen aceptando reducciones salariales y despidos, paralizando luchas y huelgas con el único propósito de seguir manteniendo sus privilegios como casta.
Su final como secretario general no representa el fin de la burocracia sindical en UGT. Los actuales candidatos a sustituirle no pretenden otra cosa que garantizar la continuidad de UGT como gran aparato burocrático. Son tres los candidatos, Josep María Álvarez, secretario general de UGT en Cataluña, Miguel Ángel Cilleros (máximo dirigente de la federación de Transporte) y Gustavo Santana (secretario general del sindicato en Canarias). Todos aceptando el programa presentado al congreso que permite que los trabajadores sigamos pagando una crisis que no hemos generado.
Congreso: programa de acción y apoyo al pacto PSOE y ciudadanos
Con el lema “La unión en pié” se presentó hace pocas semanas el programa para el congreso sindical. Cínicas palabras dado el historial de traiciones en el movimiento obrero español.
Un programa muy moderado que no contempla la lucha contra la precariedad laboral y la recuperación inmediata de los salarios perdidos durante estos años, ni menos aún la reincorporación de todos los despedidos en el sector público y privado mediante un plan de emergencia obrera. Hablando de “flexibilización del déficit” –es decir, aceptando en cierta medida las políticas de austeridad-, “lucha contra la pobreza” y el “empleo de calidad”. Los hechos demuestran que no luchan para revertir la dramática situación de miles de familias trabajadoras.
Más sorprendente y contradictorio es que supuestamente estén por la derogación de las reformas laborales del 2010 (PSOE) y del 2012 (PP) y que en un comunicado de UGT se hable de que “lo que nos importa, es que se repongan los derechos que se recortaron con la reforma de 2012 y 2010 porque ‘derogar’ es crear un vacío. Nos importa reponer derechos y elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajadores significa un compromiso que puede favorecer reponer derechos”.
Lo que se plantea no es un plan de lucha para echar abajo las leyes antiobreras y antisindicales de las reformas laborales del PSOE y PP sino más bien negociar partes de ellas que permitan a la burocracia sindical de los grandes sindicatos seguir manteniendo privilegios. Más aun cuando -según lo publicado en la web oficial de UGT- estarían de acuerdo con un posible pacto de gobierno entre PSOE y Ciudadanos ya que según la burocracia sindical “no es deseable la repetición de las elecciones” y “este pacto supone un paso adelante”.
Revolucionar los sindicatos
En todas las negociaciones de convenios, empresas y en los principales acuerdos con la patronal estos dirigentes sindicales demuestran que su único programa es la inacción, manteniendo su “compromiso histórico” con los capitalistas.
Es necesario que la clase obrera combativa se proponga "revolucionar", “reinventar de abajo hacia arriba” y recuperar los sindicatos para la lucha y la organización del conjunto de la clase trabajadora.
El problema no es solo sacarnos de encima a los actuales dirigentes, sino transformar todo el modelo sindical. Por ello es urgente que frente a la división en las filas obreras busquemos la unidad de todos los sectores de trabajadores y la coordinación de las luchas. Contra el modelo sindical burocrático, luchar porque los sindicatos sean democráticos y de base. Contra un sindicalismo subordinado a los capitalistas, los sindicatos tienen que ser independientes del Estado y los partidos de los patrones. La fragmentación sindical es también un problema, por ello es urgente el frente único de todas las organizaciones sindicales para luchar por nuestros derechos y un retomar un plan de lucha generalizado.

Carlos Muro
Nació en la Zaragoza en 1987. Es estudiante de Historia en la UNIZAR. Escribe en Izquierda Diario y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.