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Red Internacional
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Represión. ¿Cara dura o mala memoria? Bachelet dice que es inaceptable el uso indiscriminado de armas contra manifestantes

La mañana del viernes, la ex presidente y actual Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michele Bachelet, declaró ante el mundo que “el uso indiscriminado de armas letales o menos letales contra manifestantes pacíficos es inaceptable en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia”. ¿Hubiera podido decir lo mismo durante sus dos gobiernos?

Sábado 13 de febrero de 2021

A algunas personas les puede parecer una declaración sensata, a algunas personas les puede parecer que es algo que ni siquiera debiera ser cuestionable. Siempre habrán otros que estarán en contra rotundamente mientras esos medios cuiden de sus propios intereses. Pero más allá del mensaje concreto de la ex mandataria, se esconde una inquietud que en muchas y muchos despierta: ¿Cómo se puede tener tan mala memoria o ser tan cara dura?

Quienes fueron estudiantes secundarias y secundarios el año 2006 vivieron la dura represión estatal durante el primer gobierno de Michelle Bachelet, luego el año 2007 el trabajador Rodrigo Cisternas fue asesinado por la policía con fusiles de asalto en medio de una huelga forestal en el sur de Chile. La situación sólo aumentó posterior al año 2011, con el perfeccionamiento de los aparatos represivos. Para el 1° Mayo de 2015, durante el segundo periodo de Bachelet, Rodrigo Avilés, estudiante y militante de izquierda, fue lanzado al piso por el chorro de un carro lanza aguas de la policía, quedando en coma inducido y peligro de daño permanente. Poco más tarde, en Julio del mismo año, Nelson Quichillao resultaría asesinado por balas de alto calibre de la policía en medio de una huelga minera en el norte del país.

Recordemos también a los mapuche a quienes el Estado asesinó como Johnny Cariqueo Yañez 2008 muere de un infarto luego de una golpiza brutal propinada por efectivos del GOPE y de la Comisaría 26° de Pudahuel; Matías Catrileo, también en 2008 fue asesinado por disparos de carabineros en la recuperación de territorio en el ex fundo Santa Margarita en Vilcún; en 2009 es asesinado Jaime Mendoza Collio, durante la ocupación del fundo San Sebastián por parte de su comunidad por disparos del cabo Patricio Jara Muñoz, además de José Mauricio Quintriqueo Huaiquimil, Victor Manuel Mendoza Collío y Macarena Valdés, quienes o fueron asesinados en “extrañas circunstancias” o como consecuencia de la ocupación histórica del Wallmapu que Bachelet, por supuesto, tampoco intentó revertir.

Michelle Bachelet no vive con mala memoria, tiene una perfecta memoria selectiva. Es una cara dura que no movió un dedo para disolver la policía, en un momento donde era gobierno la Nueva Mayoría, en conjunto con el Partido Comunista, y que posteriormente, cuando Rodrigo Avilés se encontraba en coma intentó blanquear su propia imagen llevando a toda la prensa a fotografiar y grabar un abrazo con el padre del joven herido. Es pertinente mencionar también que nunca tuvo la intención de asegurar el derecho a la autodeterminación del pueblo-nación mapuche. Su intención fue administrar la herencia de la dictadura, y dejar intactos los intereses capitalistas y de los latifundistas que robaron el territorio mapuche, es parte de ello. Cuando se trataba de apoyar a los trabajadores o a los capitalistas siempre estuvo más del lado de estos últimos, ya sea abierta o veladamente.
No por nada es la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, organización alineada con los intereses imperialistas de la región. Porque habiendo sido responsable política de todos estos hechos durante sus dos gobiernos, logró mantener la opinión pública mucho más a raya que Piñera, conformó un gobierno integrando al Partido Comunista (quienes terminaron asegurándole gobernabilidad), y logra salir como si nada a decir que es inaceptable el uso de las armas contra quienes protestan. El que sea políticamente responsable de decenas de vejaciones durante sus gobiernos y que a la vez pueda aparecer públicamente como figura internacional de Derechos Humanos muestra más claramente el rol o personaje que ella juega.

Su hipocresía maquillada con más capas de carisma que las de pintura que tiene la estatua de Baquedano, le permitieron terminar sus gobiernos sin muchas novedades en un país con múltiples violaciones a los derechos humanos históricamente, con impunidad casi total de los violadores de derechos humanos y a sus responsables políticos. Su puesto en la ONU le permite ser una hábil cortina de humo que combina tibias discusiones contra el gobierno de Piñera por un lado, y un blanqueamiento de la memoria social que se tiene de su gobierno por el otro.

Bachelet no tiene mala memoria, ni mucho menos hace estas declaraciones porque lo crea realmente: es una cara dura que representa un gran pedazo de la herencia de los 30 años de administración neoliberal. Sus declaraciones actuales esconden intereses también capitalistas, en un momento en el que el gobierno se encuentra tan poco aprobado que es más o menos obligatorio salir a hablarle en contra si se supone que “eras del bando contrario”. Sin embargo, luego del profundo cuestionamiento al sistema capitalista neoliberal que que las masas movilizadas desarrollaron en el estallido de octubre, el que aún sigue abierto, miles saben que tanto los gobiernos de Piñera como los de la concertación son y han sido administradores de la herencia de la dictadura y están considerados dentro del lado enemigo.