El reemplazo de la ahora ex ministra del trabajo María José Zaldívar Larraín por Patricio Melero (UDI), trajo a su vez la permuta por el cargo de diputado que deja este último, que según la misma UDI quedaría en manos del ex chico reality, militante de la UDI e hijo del violador de DD.HH. Cristian Labbé Galilea, Cristian Labbé Martínez
Jueves 8 de abril de 2021
Según La Tercera, Cristian Labbé Jr. (UDI) habría renunciado a su cargo como CORE hace algunos meses para postular a gobernador por la Región Metropolitana, pero apostó mal, y su coalición eligió a la ex ministra Catalina Parot de Evópoli para competir por el cupo.
Pero no pasó mucho tiempo para que su sector le asegurara otro cargo, esta vez como diputado, en reemplazo del otro UDI Patricio Melero Abaroa, que ahora asume como nuevo ministro del trabajo.
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Cristian Labbé jr. es un militante UDI, que viene de la cepa más pinochetista del partido fundado por Jaime Guzmán, donde además compartió casa política con su padre, el ex comando y ex alcalde de Providencia de su mismo nombre, y que ahora, y como no será sorpresa, está afiliado al Partido Republicano de Kast.
Este último esta condenado desde octubre de 2019, unos pocos días antes de la rebelión, por torturas contra prisioneros políticos durante la dictadura, desde donde hizo carrera llegando a ser guardaespaldas de Pinochet, o hasta el final de la dictadura siendo Secretario General de Gobierno.
Labbé Jr. por su lado viene del mundo de los reality’s, es ahijado político de su padre, al que admira profundamente como atestiguan sus redes sociales. Actualmente le tenían un puesto como director ejecutivo de la Corporación de Deportes de La Reina.
Nuevas caras, viejas ideas
La derecha nos vuelve a enrostrar los viejos nombres, de esos que huelen a bota militar, para recordarnos de lo que son capaces, mientras hoy van a las de ganador con el "Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución", que le salvó no solo el gobierno de Piñera, sino que todo el régimen de los 30 años, y eso gracias a todos los partidos firmantes adictos a esta herencia maldita que se denunció durante la rebelión, y que levantó consignas para acabar con ese legado.