A Miguel Ángel Lacorte lo fusilaron en el Estadio Nacional de Chile en septiembre de 1973. Militaba en Argentina hasta que impactado por el ascenso obrero chileno viajó al país vecino. Se incorporó al cordón industrial de Vicuña Mackenna.

Rosa D’Alesio @rosaquiara
Viernes 11 de septiembre de 2015
¿Cómo impactó en vos la historia de de tu papá?
Muchas veces, cuando cuento la historia de mi viejo, muchos me preguntan si mi papá o yo somos chilenos. Es que muchos no conocen que en los ’70 la solidaridad de clases y el internacionalismo proletario era una práctica militante de algunas organizaciones políticas. Hace varios años en el periódico La Verdad Obrera publicamos unas cartas, unos documentos, donde estos obreros organizados le pedían armas a Allende para defender el gobierno y éste se negó a entregar armas al pueblo. Incluso le advertían al gobierno de Allende que no solo no iba a evitar una guerra civil porque ya estaba en curso, sino que iba a dejar correr una masacre fría contra lo mejor de la clase obrera chilena, con consecuencias que se tardarían décadas en superar no sólo para el pueblo chileno sino para todos los latinoamericanos que luchaban por el socialismo. Y tenían razón. La experiencia chilena demostró que no se podía llegar al socialismo por la vía pacífica, como intentó hacer creer el gobierno de Allende.
Los cordones industriales fueron la expresión del ascenso obrero que se dio en Chile durante el gobierno del socialista de Salvador Allende, principalmente entre los años 1972 y 1973. Cada cordón industrial se organizaba por fábricas y empresas desde donde coordinaban las acciones de los trabajadores de una misma zona. Los cordones industriales fueron una medida que los propios trabajadores tomaron a causa del desabastecimiento provocado por la oposición, los empresarios y el gobierno de Estados Unidos. Fueron organismos de doble poder, ya que dentro de ellos eran los obreros los que decidían la producción y tenían un funcionamiento paralelo al gobierno de Allende
¿Por qué no te contaron que a tu papá los militares chilenos lo habían fusilado?
Después, ya en democracia, comienzo a militar en el centro de estudiantes del Nacional de Quilmes. Hace poco me enteré, en una charla con un candidato de otro partido que era secundario por esos años, que los estudiantes de este colegio en los ‘70 hacían actividades en solidaridad con el pueblo chileno. Y cuando yo estuve en el centro de estudiantes de algún modo también recuperamos algunas de las luchas de los ‘70, peleamos por el boleto secundario. Hace unos meses, en la Legislatura bonaerense, el entonces diputado del PTS en el Frente de Izquierda Christian Castillo presentó un proyecto de ley por el boleto educativo gratuito; se aprobó aunque no tal cual, porque su proyecto incluía que este derecho también le corresponda a los no docentes y auxiliares.

Rosa D’Alesio
Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.