Rosenkrantz es abogado y tiene 59 años. Se recibió en la UBA y hasta que asumió como Ministro de la Corte el 22 de agosto de 2016, fue rector de la elitista Universidad de San Andrés.
Martes 11 de septiembre de 2018 16:59
Fue promovido junto a Horacio Rossatti para integrar el Supremo Tribunal por el propio presidente Macri, que intentó nombrarlos por decreto, pero que ante el escándalo que esto generó tuvo que pasar sus pliegos por el Senado. El apoyo peronista y del Frente para la Victoria fué fundamental para lograr su designación, que requería superar los dos tercios de los votos.
Su estudio jurídico representa a importantes empresas y entidades como el Grupo Clarín, YPF, Musimundo, América TV, Cablevisión, La Nación, La Rural Predio Ferial de Palermo, Carbap, McDonald’s, Quilmes e IRSAE, entre otras.
El juez del 2x1
El fallo del dos por uno fue firmado el 3 de mayo del año pasado por Rosenkrantz y Horacio Rosatti. Esta resolución contó también con la firma de Elena Highton de Nolasco. Los otros dos miembros votaron en disidencia.
El nuevo presidente de la Corte, insiste con su postura "revisionista" en materia de derechos humanos, y con su firma confirmó en ese momento la reducción de condena para Luis Muiña, miembro de un comando que operó en el Hospital Posadas de Haedo en marzo de 1976.
Este torturador beneficiado con el 2x1 por la Corte participó en uno de los casos más brutales de antisemitismo y tortura con empalamiento. Pese a los hechos probados, el abogado de grandes empresas y corporaciones Rosenkrantz, buscó modificar la jurisprudencia sobre derechos humanos apenas asumió.
Cuestionado desde su designación
Su designación como miembro de la Corte fué rechazada por decenas de organismos de derechos humanos, víctimas y familiares de la dictadura genocida. Su cuestionamiento a los fallos “Simón” y “Mazzeo” que habilitaron el juzgamiento por delitos de lesa humanidad, despertaron con razón sospechas de cuáles eran sus convicciones respecto al terrorismo de Estado.
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A comienzos del año pasado, la Corte Suprema con sus dos nuevos integrantes a la cabeza, puso en duda la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En cuanto a los fallos “Simón” y “Mazzeo”, ya en 2007 Rosenkrantz y su actual secretario letrado José Elías dejaron ver su posición respecto a los crímenes de lesa humanidad. Según ellos hay que tener cuidado con tomar en préstamo fallos internacionales en delitos de lesa humanidad. Incluso hay que cuidarse del repudio hacia las amnistías. “Ciertas amnistías pueden ser legítimas”, escribió el actual ministro de la Corte. Y por si quedaban dudas agregó: “Los Estados no tienen una obligación de acusar penalmente y sancionar estos crímenes sino sólo una obligación de ‘responsabilizar’, algo que no requiere necesariamente de penas".
Estafa al Estado
De acuerdo a una investigación periodística del programa ADN, avaló la venta de activos de una empresa que debía más de 20 millones. La maniobra la dejó insolvente y le impidió cobrar a los empleados que se quedaron sin trabajo y a la AFIP. Tras el embargo, la empresa y la multinacional que era asesorada por Rosenkrantz vendieron fraudulentamente todos los bienes. Para eludir la ley, utilizaron un acta de directorio y una fecha de asamblea trucha ya que uno de los socios no se encontraba en el país. El representante legal de la contraparte era Rosenkrantz.
La casta judicial
El magistrado que piensa que los derechos económicos y sociales como salud, vivienda, educación, no son exigibles ante los tribunales. Opina que "los tribunales carecen del equipamiento institucional necesario para tratar con problemas de tan largo alcance y tanta dimensión como el problema de la pobreza en una sociedad".
En épocas de ajuste, tarifazos y despidos, la justicia tiene un nuevo integrante que va a defender a aquellos que lo propician. Una vez más se hace necesario posicionarse contra estos personajes que pretenden defender a los empresarios y los partidos, una vez más está bien decir, son ellos o nosotros.