El magnate Carlos Slim continua con su propuesta para que los trabajadores laboremos hasta los 75 años, a pesar del estudio de las graves enfermedades que el estrés laboral desata sobre millones de trabajadores.
Pedro Morales Trabajador de Telmex
Miércoles 13 de abril de 2016
En el 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó que el 25% de los 75 mil infartos que se registran al año en México son generados por el estrés laboral.
Con esta cifra nuestro país se mantiene en la cima de este padecimiento a nivel internacional. Este dato no es una casualidad. Desempleo, miedo a perder el trabajo, crecimiento de los ritmos de explotación y las largas jornadas laborales traen consigo un deterioro físico y psicológico de millones. Desde el 2011 México ocupa este lugar, pero con la aprobación de la reforma laboral estas cifras se han disparado.
Slim en busca de la extensión de la jornada laboral
No conforme con esto uno de los empresarios más importantes del mundo, Carlos Slim, ha promovido en reiteradas ocasiones su política de incrementar la jornada laboral hasta por 11 horas al día durante 3 días a la semana. Su argumento: que en Teléfonos de México se viene aplicando con éxito con el Programa de Permanencia Voluntaria donde las y los compañeros en edad jubilarse se quedan cuatro años más trabajando cuatro días a la semana.
La propuesta de Carlos Slim es un salvavidas para patrones y gobiernos, ya que busca ayudarlos a desahogar el pago de pensiones a sus trabajadores mientras alargan nuestra vida laboral y siguen extrayendo ganancias.
La iniciativa se basa en explicar que nuestra época económica está fundamentada sobre los servicios y ya no exclusivamente sobre el duro trabajo físico en las minas o en las fábricas, por lo tanto la vida de las y los trabajadores es más “prolongada” y deberíamos trabajar por más de 70 años.
El estudio de la OMS -para nada sospechosa de defender los derechos de la clase trabajadora- desmiente el paraíso armónico que Slim pretende vendernos, ya que la propuesta busca incrementar las cargas de trabajo y la presión de los jefes sobre nosotros, llevando a un crecimiento aún mayor del estrés laboral y enfermedades.
Carlos Slim busca fundamentalmente que las nuevas generaciones de trabajadores estemos obligados a trabajar por más años, como ya se instauró en Telmex el año anterior hasta los 65 años.
Por otro lado, la aseveración de Slim sobre la preeminencia los servicios por sobre la producción industrial carece de fundamento, ya que esta última sigue siendo un motor vital de la economía. Sin ir más lejos, no hay servicios de telecomunicaciones sin los teléfonos, cables y demás materiales que son indispensables para que se concreten los servicios de telefonía.
Las enfermedades también son producto del capitalismo
La misma OMS se ha visto obligada a elaborar estrategias para frenar las enfermedades que se desatan por el estrés laboral, ya que éstas provocan que la productividad de los trabajadores caiga y los patrones se alarmen.
Aumento de la tensión arterial, trastornos digestivos, cardiopatías, insomnio, depresión, irritabilidad, entre muchas otras. Éstas son sólo algunas de las consecuencias que enumera la OMS y que a los grandes patrones les tiene sin cuidado mientras sigamos cumpliendo con sus metas de productividad, a pesar de que nuestra plantilla laboral esté muy disminuida y el trabajo se reparta cada vez en menos manos en Telmex.
Si bien el estrés laboral y las enfermedades que conlleva no son exclusivas de las y los telefonistas y es un mal del conjunto de la clase obrera, la propuesta de Slim es una seria amenaza que de empezar a aplicarse sin duda elevara las ganancias de los patrones degradando aún más nuestra calidad de vida.
Las pérdidas que sufrió Slim durante el 2015 –pérdidas que equivalen a tamaño de la economía de Honduras– serán el pretexto perfecto para que Carlos Slim intente avanzar en estas medidas y amagar en modificar nuestra jornada laboral por más de 70 años.
Como sabemos Teléfonos de México es el pilar del imperio de telecomunicaciones de Carlos Slim. Si desde aquí las y los telefonistas somos capaces de propinar una derrota a esta política explotadora que intentará aplicar a las nuevas generaciones en Telmex en los próximas revisiones salariales y contractuales, sentaremos un precedente favorable al pueblo trabajador.
Así, junto a millones de trabajadores sumidos en la precarización laboral, podremos pelear por un futuro digno, por el derecho a que cualquier trabajador goce de una jubilación digna después de años de trabajo y con el mínimo derecho a retirarnos sin enfermedades que el trabajo nos causa.