El TSJC investigará a la presidenta del Parlament de Catalunya por prevaricación y desobediencia al Constitucional. Prosigue la ofensiva españolista contra el procés.

Arsen Sabaté Barcelona | @ArsenSabate
Martes 25 de octubre de 2016
El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha admitido a trámite la investigación contra la presidenta del Parlament de Catalunya, Carme Forcadell.
La querella que presentó la Fiscalía Superior de Catalunya, acusa a Forcadell de desobedecer al Tribunal Constitucional, permitiendo que el Parlament votara la hoja de ruta del procés independentista catalán.
El pasado 27 de julio, Carme Forcadell permitió, a propuesta de Jordi Turull (JxSí) y Anna Gabriel (CUP), que en el Pleno de ese día se votara la resolución soberanista de desconexión con el Estado español aprobada el 9N de 2015. Las formaciones independentistas acordaron aprobar por mayoría absoluta el procés catalán, desobedeciendo así al TC.
Por ello, el fiscal superior de Catalunya, José María Romero, presentó la semana pasada una acusación en la que señala que Forcadell había adoptado acuerdos “claramente contrarios al ordenamiento jurídico” y que actuó con una “voluntad inequívoca e irreversible de llevar adelante un proyecto político por la fuerza de los hechos consumados, con total desprecio a la Constitución”.
Por otra parte, el texto de la querella no se cierra en banda a ampliar la investigación contra Turull y Gabriel, como responsables indirectamente de haber pedido la votación de la resolución.
La decisión de investigar a Carme Forcadell viene precedida de la sentencia en firme de llevar a juicio al ex president Artur Mas y las exconselleres Irene Rigau y Joana Ortega por la celebración de la consulta soberanista del 9N de 2014, así como también la investigación contra el diputado catalán Francesc Homs por parte del Tribunal Supremo por la misma causa.
La investigación que está por venir hacia la presidenta del Parlament representa un nuevo paso en la ofensiva del PP, el PSOE y C’s, junto a las principales instituciones del Estado español, no contra la figura de los que vienen dirigiendo el proceso desde 2012 en el marco de la constitucionalidad vigente, sino contra las aspiraciones y reivindicaciones democráticas de cientos de miles de catalanes. Aspiraciones que el propio Artur Más sigue hoy dejando en suspenso continuamente.