El martes 14 de julio Carmen Aristegui perdió el amparo contra la empresa de noticias MVS. El Tribunal Federal cerró definitivamente el caso y la periodista no volverá a su programa radiofónico.
Jueves 16 de julio de 2015
Carmen Aristegui fue despedida por el grupo MVS por el uso de la firma de la empresa de noticias para el proyecto Méxicoleaks en el que se pretendía crear una plataforma de denuncia de casos de corrupción del gobierno de Enrique Peña Nieto. Este proyecto, inspirado en las plataformas de Julian Assange, buscaba filtrar casos de corrupción ocultados por el gobierno del Partido de la Revolución Institucional.
MVS demandó a Aristegui por el uso “sin consultar” de la firma de noticias y la despidió argumentando que eso significaba “abuso de confianza”. Desde entonces Aristegui demandó a dicha empresa por despido injustificado. Este 14 de julio Carmen Aristegui perdió hoy la batalla contra la esta empresa, por lo que no podrá regresar al aire con su programa radiofónico.
Por si fuera poco MVS exigió a la periodista pague una penalización. Según La Jornada la penalización debe ser “equivalente a un año de la contraprestación base fija de garantía que estaba prevista en su contrato, es decir, al salario que percibía sin tomar en cuenta ingresos por publicidad, que eran mucho mayores al sueldo base.”
Detrás del despido de Aristegui está el gobierno de Peña Nieto. Carmen Aristegui dio a conocer en su espacio de radio uno de los casos de corrupción más importantes de los últimos sexenios. En medio de la crisis abierta con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Aristegui evidenció que Peña Nieto y Angélica Rivera poseían una una casa en Las Lomas, Distrito Federal, con valor de USD 7 millones. La “Casa Blanca” fue construida a su gusto por Grupo Higa, una de las empresas que ganó la licitación del tren México-Querétaro.
El escándalo de la “Casa Blanca” enfureció a Peña Nieto y obligó a noticias MVS a que por cualquier pretexto la periodista fuera despedida. Este ataque representó un agravio a miles de personas que escuchaban su espacio de radio. Sin duda, Aristegui es una de periodistas más conocidas en el país. Su despido representó un ataque a las libertades democráticas: en México la libertad de expresión no existe.
Aunado a que el oficio de periodista es el más peligroso del país, como se reflejó con la desaparición forzada de Gregorio Jimenez en Veracruz, o el asesinato de Regina Martínez de Proceso, la libertad de expresión en México está profundamente cercenada. En México impera la censura, la represión y la falta de libertades democráticas más elementales como la libertad de expresión.
Como hemos planteado en otros artículos de La Izquierda Diario “Se torna necesario recuperar la libertad de prensa poniendo en pie un amplio movimiento por la reinstalación de Aristegui y su equipo y por la libertad de prensa, que tome las calles y enfrente a los grandes emporios mediáticos y al poder de las trasnacionales y los magnates como Slim”.
