Los cortes de carne superan el 70% de aumento, la leche fresca 67,4%, pollo y aceiten también cerca del 70%. Mientras el Gobierno se acuerda de los congelamientos días antes de las elecciones, la agroindustria y los grandes cadenas se llenan los bolsillos.
Viernes 15 de octubre de 2021 12:58
Esta semana se conocieron los datos de inflación del Indec. En el mes de septiembre, volvió a subir, registrando un aumento del 3,5%.
Si ampliamos el foco y tenemos en cuenta lo que pasó en los últimos 12 meses, hay datos aún más preocupantes. Muchos de los alimentos básicos aumentaron entre un 70 y 75%, o sea varios puntos arriba de la inflación general de 52,5%.
Según reflejó este viernes el periodista Ismael Bermúdez, los distintos cortes de carne aumentaron entre el 73 % (picada común) y el 85% (asado). El pollo tuvo un alza del 68,4% y el pescado (merluza) arriba del 71%.
Un producto elemental para millones, los lácteos, subieron entre el 60% y el 74%. El litro de leche fresca entera acumuló un aumento del 67,6%.
El aceite de girasol registró una suba del 74%, la yerba arriba del 70% y el café 60%.
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Hay datos más a tener en cuenta. Por un lado, las distorsiones de precios entre la zona metrolitana y las provincias del interior, donde los ingresos de las familias son inferiores. Según los datos del Indec que analizó Bermúdez, la leche entera fresca que en Capital y GBA registró en septiembre un precio promedio de $ 93,73 pero en el NOA fue de $ 108,87.
El otro, cómo afectan estos aumentos los bolsillos populares. Se calcula que los sectores más pobres destinan más del 45% de sus ingresos a la canasta de alimentos. En cambio el 20% más rico de la población le dedica poco menos de la mitad de sus ingresos.
Ante la inflación imparable, en los últimos días el Gobierno, a través del nuevo Secretario de Comercio Roberto Feletti, anunció que busca un congelamiento de precios para los próximos tres meses, en lo que tiene que ver con alimentos y productos de primera necesidad.
La medida es sin dudas un parche electoral. Aún así, desde algunos sectores empresariales cuestionaron la medida, buscando una negociación. En las últimas horas, Feletti dijo que de no haber acuerdo con los productores y comercializadores de alimentos para este lunes, se avanzará con "políticas de precios máximos no consensuadas" (Télam).
Lo cierto es que en medio de los cruces, los únicos castigados son los bolsillos populares. La medida del Gobierno no resuelve el problema de la pobreza alimentaria ni la dificultad de acceder a la canasta familiar por parte de los trabajadores registrados, ni hablar de los no registrados. Según los datos del propio organismo, en el primer semestre 4 de cada 5 asalariados no podía cubrir la canasta de entonces 68 mil pesos. Las paritarias a la baja que cerraron las conducciones sindicales y la remarcación de las grandes cadenas profundizaron ese flagelo.
Esta mañana Héctor Polino, referente de Consumidores Libres denunció quie “cinco grandes cadenas concentran el 50 % de las ventas” y que “en un país donde la mitad de la población es pobre y el 11 % es indigente no puede ser que los grandes grupos económicos tengan ganancias exorbitantes en medio de una sociedad donde cada vez aumenta más la pobreza y la indigencia”.