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Red Internacional
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CARTA BRIAN OLIVER. El VIH no mata. La discriminación, sí

Quizás no sé bien cómo empezar a escribir este mensaje que intento hacer llegar a todo aquel que lea estas palabras, pero sé cuál es mi objetivo en esta vida y hacia dónde quiero llegar. Mi nombre es Brian, trabajo todos los días, hago un poco de deporte y estoy a punto de comenzar la profesión de Enfermería. Tengo una mamá, un papá, hermanos, sobrinas, una familia y amigos que me quieren tal cual soy, con mis defectos y virtudes, es decir tengo una vida cotidiana como la de cualquier persona. La vida a veces nos pone en el camino situaciones en las que jamas pensamos que podríamos llegar a transitar, porque siempre vemos las cosas de la vereda de en frente. Con el prejuicio de que “a mí no me va a pasar”, hasta que nos pasa.

Jueves 4 de diciembre de 2014

Con solo 23 años de vida, recuerdo el camino recorrido porque momentos oscuros han pasado, pero he vivido todos los colores, y mis ojos se maravillaron una y otra vez. Ya no siento tanto como pensaba, algo que hace que sienta cierta tranquilidad.

Hace dos días mi vida dio un giro de 360° grados pensando que el sol no iba a volver a brillar para mí. Hoy puedo decir que no hay mal que por bien no venga, y doy gracias a Dios y a la vida por haberme hecho reaccionar a tempo y despertar de la oscuridad en la que estaba dormido. Ya no siento vergüenza ni temor de decir que vivo en positivo, que soy VIH positivo, que un virus entró en mi sangre y que en un principio entró como un intruso, un inquilino que despertó en mi temores, miedos y dudas, pero que con el tiempo pude aprender el motivo y el por qué. Hoy hago pública mi condición.

Sé que con la decisión de visibilizarme no voy a contentar a muchxs, algunos otros se alejarán, me rechazarán, otrxs se acercarán, me comprenderán y se unirán a mi lucha. No busco una cura científica, de hecho no me interesa saber si hay una forma de revertir esta infección crónica, porque no va a modificar en nada mi vida. No estoy enfermo, tengo muy buena salud, la medicación avanzó y hoy nadie muere de VIH, se puede llevar una calidad de vida excelente, adhiriendo a un tratamiento. Adhiriéndome a la vida. ¡El VIH NO mata, la discriminación SÍ gente! Mi lucha y la de muchxs compañerxs que están en la misma condición que yo es de romper con el tabú y con el estigma social, el cual vulnera nuestros derechos, el mismo derecho que tienen todos los seres humanos, porque NO SOMOS BICHOS RAROS. Tenemos derecho a un trabajo digno, a una vida sana, a poder amar y ser amados, a tener una familia, amigos, a vivir libre de prejuicios sin temor de encajar en una sociedad que te da la espalda, por creer que pueden señalarte con el dedo cuando ni siquiera pueden mirarse al espejo y ver su propio reflejo que no los deja brillar. El VIH no tiene cara, no distingue clases sociales ni etnia ni religión, el VIH somos todxs, hoy me tocó a mí, mañana podrías ser vos! Gente, no tengan miedo y háganse los análisis al menos una vez al año, el virus se puede controlar, y llevar una vida excelente si se detecta a tiempo.

Los monstruos no viven bajo tu cama, ellos viven en tu cabeza en forma de prejuicios…

Le doy gracias a la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos (RAJAP) porque gracias a ellxs pude aprender y entender mi lucha. Gracias a la contención y amor que me brindan día a día pudimos armar el grupo acá en Rosario, donde encontré amigos, compañeros, pares y así comprender que NO ESTAMOS SOLXS! Sé que hay muchxs Brian por la vida que están atravesando la misma que pasé yo, y a esa gente le digo que no tengan miedo, que cuenten conmigo hoy y siempre, que se acerquen y no se encierren en la hipocresía de los demás y que vivan con intensidad cada nuevo amanecer. Sabiendo que nada se pierde sino que todo se transforma.
Con amor, Brian…