Según las estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) –organismo dependiente de la ONU- se prevé que solo en primavera las horas trabajadas descenderán un 6,7% en todo el mundo. Lo que equivale a 195 millones de empleos a tiempo completo. Fruto de la crisis de la pandemia mundial del Coronavirus, los empresarios van a querer descargar la crisis sobre las espaldas de la clase trabajadora.
Carlos Muro @muro_87
Martes 7 de abril de 2020 18:11
En un informe previo al impacto de la crisis del coronavirus las previsiones eran que habría 25 millones de parados en todo el mundo a final de año. Ahora con el nuevo informe esta cifra se ha elevado exponencialmente. En el caso europeo se cifra una caída del 7,8% sobre las horas trabajadas, el equivalente a 15 millones de empleos a jornada completa si se toma como referencia una jornada semanal de 40 horas. El impacto también será notable en los estados árabes, donde las horas trabajadas bajarán un 8,1%, y en la región de Asia y el Pacífico, donde la caída llegará al 7,2%. Según los números de la OIT, las decisiones de paralización de la economía ya afectan de una o de otra forma al 81% de la fuerza laboral en todo el mundo, unos 2.700 millones de trabajadores y trabajadoras.
El informe indica también que en todo el mundo hay aproximadamente 2.000 millones de trabajadores informales. Fundamentalmente este sector mayoritario se encuentra en lugares como como América Latina, Asia y África, que carecen de algún tipo de prestación o ayudas para según la OIT para “amortiguar”. Tan solo en India, un país en el que el 90% de su economía es informal, alrededor de 400 millones de trabajadores pueden ver están en riesgo de profundizar su situación de pobreza durante la crisis.
La dramática situación de millones de asalariados y asalariadas abocados a soportar condiciones laborales y de vida cada vez más precarias se va a agudizar como consecuencia de la crisis del coronavirus, mientras un sector minoritario de la población se enrique a costa de nuestro esfuerzo y nuestras vidas. En el mundo el 1% de la población con más ingresos gana el doble que el 50% más pobre en el mundo. En el caso del Estado español, el 10% de los más ricos acaparan el 57% de la riqueza del país, mientras que el 50% más pobre posee el 7%.
Frente a la situación dramática generada por el capitalismo del siglo XXI es necesario levantar un programa de defensa de las condiciones de vida elementales de la clase trabajadora. Un programa que debería tener, para empezar, tres medidas básicas como: el reparto de horas de trabajo entre todas las manos disponibles, reduciendo el tiempo de trabajo sin disminución salarial; el establecimiento de una escala móvil de los salarios ligada al coste real de la vida, elaborado por los propios trabajadores y costeado por los capitalistas; y la defensa de un subsidio de desempleo indefinido hasta encontrar trabajo y ligado a la escala móvil de salarios.
Para ello las y los trabajadores deben luchar y organizarse alrededor de un programa que señale claramente que nuestras vidas valen más que sus beneficios.
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Carlos Muro
Nació en la Zaragoza en 1987. Es estudiante de Historia en la UNIZAR. Escribe en Izquierda Diario y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.