Más de 5 millones y medio de catalanes a los 135 diputados de su parlamento regional, del que saldrá el próximo presidente del Gobierno catalán. La cuestión de la independencia como punto central.
Domingo 14 de febrero de 2021 12:56
EFE/Quique Garcia
Cataluña celebra el domingo elecciones regionales con una dura pugna entre independentistas y contrarios a la independencia, conocidos como constitucionalistas, con el telón de fondo de la pandemia de coronavirus. En una de las regiones españolas donde la tercera ola de la pandemia fue más dura, las autoridades aseguraron que todo estaba preparado para una votación segura.
En una medida que causó mucha polémica, las elecciones contemplan la posibilidad de que los pacientes con coronavirus, sus contactos directos y las personas sospechosas de estar infectadas puedan votar en la última hora de los comicios.
Más de 5 millones y medio de catalanes a los 135 diputados de su Parlament regional, del que saldrá el próximo presidente del Gobierno catalán, la Generalitat. El resultado marcará el futuro inmediato de una de las regiones más prósperas de España.
Según las encuestas, están muy igualados los dos partidos que conforman el actual gobierno: los independentistas JxCat del expresidente Carles Puigdemont y ERC (republicanos de centro izquierda); y el Partido Socialista, que según algunos sondeos, podría ganar las elecciones, aunque sería insuficiente para formar gobierno si el independentismo suma los 68 escaños necesarios para lograr la mayoría absoluta
Independentistas versus constitucionalistas
La pugna política entre los partidarios de la independencia de Cataluña y los que se oponen a ella, los constitucionalistas, divide en dos a la sociedad catalana y ha marcado la vida política de la región y ha influido en la de España en los últimos diez años, además de provocar una fuerte inestabilidad política, con cinco elecciones regionales en poco más de diez años.
El 1 de octubre de 2017 el entonces president Puigdemont habilitó la realización de un referendum para consultar sobre la independencia de la región con respecto al estado Español en el que la independencia ganó abumadoramente. El gobierno central consideró ilegal el referendum y terminó aplicando el artículo 155 de la constitución nacional para intervenir el gobierno autonómico.
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Luego de la intervención se realizaron elecciones. El nuevo gobierno independentista ejerció sus funciones a pleno hasta septiembre del año pasado, cuando el presidente Quim Torra fue inhabilitado por negarse a descolgar una pancarta en favor de políticos separatistas presos durante la campaña electoral para las últimas elecciones nacionales.
Según la última encuesta del pasado mes de enero del Centro de Estudios de Opinión (CEO) –organismo del Gobierno Catalán-, un 44,5 % defiende el sí a la independencia, frente al 47,7% que no quiere que Cataluña se convierta en un Estado independiente.
Esta división se plasmó en la última semana de campaña, cuando los tres partidos independentistas más importantes: JxCat, ERC y la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), que se reivindican independentistas radicales, firmaron un documento en el que rechazaban cualquier pacto de gobierno con los socialistas, encabezados por el exministro de Sanidad Salvador Illa.
Sin embargo, en la política nacional ERC es un apoyo parlamentario habitual para el gobierno de coalición español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, en el que también está el grupo de izquierda Unidas Podemos. Tanto el PSOE de Sánchez como UP son contrarios al independentismo y condenaron el referendum del 1O.
La CUP está en un curso de moderación de su programa desde el 1O, que los llevó a hacer una campaña tibia, sin rastro del anticapitalismo que una vez supieron profesar y con una mano tendida hacia los sectores independentistas burgueses, que tienen nada que ofrecerle a los sectores trabajadores tanto catalanes como migrantes.
Por otra parte, el conservador Partido Popular, la segunda fuerza política de España, en Cataluña tiene solo cuatro escaños y en estos comicios lucha por no verse superado por el ultraderechista Vox, que se presenta por primera vez.
Mientras, Ciudadanos (liberales), que ganó las anteriores elecciones de diciembre de 2017 aunque no pudo gobernar por la unión de los independentistas, en esta ocasión puede verse relegado a un cuarto o quinto lugar, según los sondeos.
Con este trasfondo, ayer finalizó una campaña electoral muy dura, pero también insólita por las restricciones que impuso la pandemia, sin mítines y con los candidatos presentes sólo a través de los medios de comunicación o las redes sociales.
Aquí se pueden seguir los resultados de las elecciones en tiempo real.