Tuvo lugar hoy una nueva audiencia de manera virtual. Las misma se retomaron a mediados de mayo luego de que quedaran suspendidas por el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Miércoles 28 de octubre de 2020 22:55
Este miércoles 28 de octubre se continuaron llevando adelante las audiencias ante el tribunal compuesto por Daniel Obligado, Sabrina Namer y Fernando Machado Pelloni, en formato virtual y que continua en las instancias de testimonios. En esta oportunidad declararon como víctimas Daniel Santucho, Amelia Santucho y Luis Santucho.
Sus testimonios dieron cuenta nuevamente de lo sistemático del plan genocida, por lo similar con lo demás relatos escuchados, torturas, amenazas, humillaciones, burlas, golpes, y todo tipo de acciones deshumanizantes.
Este tercer tramo de la causa que comenzó a ser juzgado en febrero de este año, investiga los crímenes cometidos en el centro clandestino de detención “La Cueva”, que funcionó en el viejo radar de la Base Aérea de la ciudad de Mar del Plata.
Se trata del tercer tramo de la causa teniendo en cuenta que en 2012 nueve represores ya fueron condenados, en tanto que otros 42 fueron condenados por el tramo dos en la megacausa “Subzona 15”.
En esta oportunidad son cinco los acusados por los delitos de asociación ilícita, privaciones ilegítimas de la libertad, tormentos y homicidios cometidos sobre 61 víctimas, entre las que se encuentran los abogados desaparecidos en la denominada “Noche de las Corbatas” el megaoperativo represivo perpetrado por las fuerzas armadas con la colaboración de integrantes de la CNU entre junio y julio de 1977. Durante esas jornadas, un grupo de abogados laboralistas fue secuestrado y la mayoría permanece desaparecido.
Los acusados son Salvador Ullúa, quien se encuentra detenido en la unidad N°34, Emilio Guillermo Nani, Miguel Ángel Ruiz y Ceferino Silva, quienes gozan del beneficio de arresto domiciliario y Juan José Banegas que transcurre el proceso excarcelado. Ullúa llega a este juicio cuando atraviesa otro proceso oral en el que se analizan hechos cometidos por la banda parapolicial Concentración Nacionalista Universitaria (CNU).
“La cueva” también conocido como “Viejo Radar”
La cueva estaba ubicada a 1500 metros de la entrada de la Base Aérea de Mar del Plata, junto al aeropuerto local, a la cual se accede por la ruta Nacional N°2.
Llevaba ese nombre porque era una construcción subterránea sobre la que se erigía la torre de un viejo radar. Los detenidos debían descender varios escalones para llegar a su lugar de cautiverio.
En 1976 las instalaciones fueron cedidas “en préstamo” por la Fuerza Aérea a la Agrupación de Artillería Antiaérea, la unidad militar es conocida como GADA 601 y fue la encargada de la coordinación de la represión en la zona, siendo su primer jefe el Coronel Pedro Barda, secundado por el jefe de inteligencia Alfredo Arrillaga. Las dimensiones de la construcción superan apenas los 50 metros cuadrados. Según datos aportados por ex detenidos habría empezado a funcionar a fines de 1975 hasta 1978. Se calcula que por allí pasaron mas de 200 personas.
Eduardo Salvador Ullúa y un párrafo aparte
En primer lugar, su vinculación con la CNU, en 1971 estuvo implicado, junto a otros miembros de la agrupación, en el crimen de la estudiante universitaria Silvia Filler, de 18 años, hecho que contó con cobertura policial.
En 1974 Gustavo Modesto Demarchi (jefe de la CNU) quien estaba a cargo de la Fiscalía Federal propuso a Ullúa en el cargo de auxiliar superior desde noviembre de 1974, a pesar de haber estado imputado en el caso Filler.
También fue contratado en 1975 como personal no docente, para realizar –de acuerdo a su legajo- tareas de preservación de los bienes y de vigilancia en la Universidad donde Demarchi ocupaba el cargo de coordinador académico
Y de acuerdo a los informes de inteligencia de la época, colaboró con el Ejército, luego del Golpe, en “la lucha antisubversiva”.
Acusado de conformar una asociación ilícita que actuó en el marco de la agrupación CNU (Concentración Nacional Universitaria) y de ocho homicidios cometidos en 1975. Ullúa estuvo nueve años prófugo, hasta que el 27 de abril del 2017 fue detenido entrando a un departamento de la Capital Federal.
Ullúa es abogado de profesión: se recibió cumpliendo condena en la cárcel por la causa de narcotráfico “Operación Langostino”, tras recibir una pena a 17 años de prisión.
La vinculación de Ullúa con la CNU, con sus integrantes y con los ámbitos de poder de ese momento en Mar del Plata: la Universidad, la Fiscalía y su posterior colaboración con las fuerzas armadas y de seguridad genocidas prueban la conexión que evidencia que los grupos paramilitares fueron el terrorismo de estado antes del golpe.
Próximas audiencias
El cronograma de audiencias quedó planteado con las fechas 11 y 25 de noviembre continuando con el formato virtual teniendo en cuenta que los testigos no son de las ciudad de Mar del Plata y el 09 de diciembre si en forma presencial dado que los testigos son residentes de la ciudad.