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Red Internacional
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MUSICA // ANIVERSARIO. Celedonio Flores, el gran poeta del lunfardo

Ayer se cumplieron 120 años del nacimiento de Celedonio Flores, el gran poeta del tango arrabalero.

Jueves 4 de agosto de 2016

Mano a mano es, sin dudas, uno de los tangos más famosos de la historia. Narra en primera persona la, a la postre habitual historia del muchacho humilde de barrio despechado por el abandono de una mujer que se va siguiendo a un bacán.

Carlos Gardel y Celedonio presentando Mano a Mano

Su autor, Celedonio Flores, el negro Cele, nació en Buenos Aires el 3 de agosto de 1896. Poeta, boxeador amateur, figura infaltable de la bohemia, fue un gran observador de la noche de Buenos Aires y sus personajes, siendo él mismo uno de ellos.

Su participación como poeta del tango comenzó en 1920, allí cuando se originaba el tango canción. Escribió unos versos para una publicación de la época ganando la suma de $5 por la misma. La poesía llamó la atención de Carlos Gardel, que junto a su guitarrista José Ricardo, le pusieron música. Nacía uno de los grandes clásicos del tango: Margot

(...)"... Yo recuerdo, no tenías casi nada que ponerte,
hoy usas ajuar de seda con rositas rococó,
¡me revienta tu presencia... pagaría por no verte...
si hasta el nombre te han cambiado como has cambiado de suerte:
ya no sos mi Margarita, ahora te llaman Margot!.."

A partir de entonces comienza una seguidilla de obras, que lo convierten en el poeta más reconocido del tango de la década del 20. Entre sus éxitos, además de los citados "Margot" y "Mano a Mano" se cuentan "El bulín de la calle Ayacucho", "Viejo Smoking", "Atenti, pebeta" "Muchacho" "La Mariposa".

Sus poesías eran la noche de Buenos Aires dicha a sí misma. Sus lecturas "cultas" se evidencian en la misma estructura de sus versos. Su utilización del lunfardo es magistral.

"Muchacho", cantado por Nelly Omar con guitarras

Entre otras rarezas de su producción, en el año 1932, aun bajo la crisis, escribe los versos de "Pan", de fuerte crítica social. Allí busca conmover al oyente acerca de la situación que le toca vivir a un desempleado de la época, y lo inhumano que es juzgarlo por robar.

(...) "¿Trabajar?... ¿En dónde?... Extender la mano
pididendo al que pasa limosna, ¿por qué?
Recibir la afrenta de un ¡perdone, hermano!
Él, que es fuerte y tiene valor y altivez.

Se durmieron todos, cachó la barreta,
Si Jesús no ayuda, que ayude Satán
¡Un vidrio, unos gritos! ¡Carreras!...¡Auxilio!
Un hombre que llora,... y un cacho de pan..."

Gardel, que grabó 21 obras de Celedonio, lo interpretó magistralmente en la rara formación de violín, piano y voz.

Pan, cantado por Carlos Gardel