Varias centenas de personas han firmado un Pronunciamiento realizado por las personas en interinazgo de la UCR, que han salido a defender el carácter público de la educación universitaria frente a los ataques de la derecha neoliberal-religiosa y del Gobierno del PAC respecto de la autonomía universitaria y el FEES, a la vez que denuncia el carácter excluyente y desigual que las altas autoridades universitarias han impuesto en la Universidad.
Martes 7 de julio de 2020
Entre las firmas que adhieren se han sumado la investigadora Carmen Caamaño Morúa, el investigador Roberto Marín Villalobos, el director de la Escuela de Sociología Allen Cordero Ulate, el ex director de la Escuela de Filosofía Roberto Fragomeno Castro, entre otros importantes miembros de la comunidad universitaria.
La lista completa de firmas puede accederse acá.
El Pronunciamiento será entregada próximamente a las autoridades.
Reacciones en redes sociales ante el Pronunciamiento
El apoyo a las personas en interinato crónico se ha manifestado en redes sociales. Así por ejemplo César Parral, secretario general electo del SINDEU, ha dicho a La Izquierda Diario:
“Las condiciones laborales que enfrentan las personas interinas en la Universidad de Costa Rica (UCR), particularmente las personas docentes interinas, son injustas, discriminatorias e ilegales, lo que violenta los derechos humanos más fundamentales.
La pandemia que vive este numeroso grupo de compañeros y compañeras universitarias empezó hace mucho tiempo con la desidia, el desinterés y la falta de sensibilidad humana de las autoridades universitarias y de las organizaciones laborales universitarias que deberían estar apoyando con fuerza esta lucha.
Detrás de cada persona docente interina hay una historia de sufrimiento, de dolor, de rabia, de impotencia y frustración, ante el irrespeto permanente a sus derechos; a esto se suma la falta derechos políticos, el hostigamiento laboral y sexual; así como las dificultades económicas, familiares y sociales que esto provoca.
Mientras el discurso oficial de la UCR pregona la defensa de los derechos humanos de toda índole fuera de la Institución, en nuestro claustro se irrespetan impunemente las garantías de personas que lo único que piden son condiciones laborales dignas que les permita mejorar su calidad de vida.
Lo que ocurre en la UCR en relación con las personas interinas es indignante y no debemos tolerarlo más. Hacemos un llamado urgente a toda la comunidad universitaria de la UCR, independientemente del tipo de nombramiento y función que cumplamos, a manifestarnos contra esta injusticia.”
También Gabriela Arguedas, profesora de la Escuela de Filosofía, ha comentado al Diario lo siguiente:
“En esta situación límite, la comunidad universitaria debe ser capaz de cumplir dos tareas urgentes: frenar los ataques ideológicos contra la educación superior, que vienen ocultos bajo el disfraz de respuesta ante la crisis; y realizar los cambios internos mínimos que debió ejecutar desde hace años. Pero mientras esos cambios se discuten y se aprueban, pasará tiempo. Y tiempo es, precisamente, lo que no tenemos” y “urgen acciones redistributivas inmediatas que no pueden esperar los ritmos de los procesos burocráticos. De lo contrario, los más vulnerables recibirán el mayor impacto: estudiantes que viven en condiciones de pobreza y exclusión, y el personal docente interino, que podría verse desempleado en el corto plazo. Un gesto que tendría un enorme peso simbólico sería que, de manera voluntaria, las y los docentes que conforman el consejo universitario renuncien al recargo salarial que reciben por ocupar esos puestos; y que así lo hagan también quienes son ahora vicerrectores, directores de escuela, decanos, directores de sede, de posgrado, etc”
Por su parte, docentes en plaza de la Escuela de Psicología han hecho público un documento en que exigen reivindicaciones mínimas para mejorar la estabilidad laboral de personas en interinazgo, exigiendo que no haya despidos en época de pandemia y otras reivindicaciones.
El Pronunciamiento ha puesto en discusión el modelo actual de la Universidad, con desigualidades salariales que muchos califican de obscenas, así como la afectación en salud mental en la población en interinazgo. La defensa de las y los trabajadores en condición de interinazgo es la defensa del carácter público de la Universidad y por ello, queda en este momento abierta la discusión sobre el modelo universitario imperante, marcado por el endeudamiento con el Banco Mundial, los recortes a la educación superior por parte del Gobierno y la Asamblea Legislativa, la precarización masiva de docentes y otros sectores trabajadores de la universidad, así como la exclusión de estudiantes de bajos recursos, las becas reducidas y precarias, entre otros.