A casi dos años de asumir la dirección del Centro Gabriela Mistral, y justo antes de anunciarse el gabinete del nuevo gobierno de Sebastián Piñera, Felipe Mella se refiere en entrevista con El Mercurio al retraso de la inauguración del emblemático proyecto de la Gran Sala de GAM y al sello de su gestión.

Claudia Ochoa García Secretaria Sindicato GAM
Jueves 25 de enero de 2018

La Gran Sala de GAM
La construcción de la segunda etapa de GAM, una promesa hecha por la presidenta Michelle Bachelet, que contempla una sala de espectáculos para 1.800 personas y que sería inaugurada durante su mandato, retrasó su implementación hasta nuevo aviso.
El Ministerio de Obras Públicas licitó este proyecto a la empresa española ECISA (conocida por sus prácticas antisindicales), que ha construido otros seis proyectos antes para el MOP. Esta contratista ha retenido los finiquitos de sus trabajadores en variadas ocasiones durante la construcción de la segunda etapa, los ha desvinculado sin previo aviso, e incluso el proyecto ha sido clausurado y ha tenido que paralizar sus funciones debido a las pésimas condiciones de seguridad para sus trabajadores.
Los plazos no se cumplieron; el proyecto tiene un retraso tan evidente que el mismo director ejecutivo de GAM no se aproxima a dar una eventual fecha de inauguración y sanciona al gobierno de su ex conglomerado enfatizando que “pecó de inocente al pensar que esta sala se podría inaugurar en dos años”. ¿El resultado? Los fondos del proyecto se encuentran congelados, la empresa constructora podría ser revocada en sus funciones, provocando un retraso aún mayor de la obra que será inaugurada nuevamente por el gobierno de Sebastián Piñera y su recién nombrada ministra de Cultura, Alejandra Pérez.
El sello en la gestión de Felipe Mella
Alineada con las políticas culturales del anterior gobierno de la Nueva Mayoría, la administración de GAM ha puesto sus fichas en dar prioridad a la descentralización y al posicionamiento del centro cultural tanto a nivel nacional como internacional. Para esto se ha invertido tiempo y recursos destinados a financiar una gran cantidad de viajes que han realizado los directores de las áreas y en traer programación internacional (invirtiendo millones de pesos en estos ciclos).
Si bien, estos ejes y su gestión pueden tener argumentos concretos, lo cuestionable es que al interior del centro cultural la tensión aumenta debido a profundas diferencias que tienen los trabajadores con la administración. Actualmente, el director ejecutivo admite que existe sobrecarga laboral en los equipos de trabajo, especialmente en los equipos de las áreas de Audiencias y Producción, pero ante la solicitud de los trabajadores de abrir nuevos cargos, o de disminuir las actividades en busca de una solución al conflicto, ellos no tienen respuesta, o más bien, su respuesta es abrir nuevos puestos en áreas que no presentan problemas y que ningún trabajador entiende su justificación.
Parece contradictorio que frente a las demandas de los trabajadores la respuesta negativa siempre sea excusada en la falta de presupuesto, siendo que las prioridades y su accionar dan cuenta de todo lo contrario. Ejemplo de esta contradicción, es la desigualdad en la distribución de los salarios. Solo en 11 puestos de trabajo GAM destina mensualmente $44.087.527 financiados por el Estado, lo cual se traduce en que directivos (cinco cargos) y jefaturas (seis cargos) tengan salarios cercanos a los $4.000.000, equivalentes a 16 salarios de algunos de sus trabajadores.
El director ejecutivo mencionó al medio oficial, que en este tiempo ha desarrollado un Plan Estratégico en conjunto con los trabajadores. Cabe mencionar que para este plan se contrató la asesoría de un coaching quien ha elaborado en conjunto con los directivos dicho plan. Los trabajadores han podido aportar con tareas menores, no con objetivos, ideas, metas ni proyecciones para el centro cultural. Como siempre, ellos están levantando el proyecto con su fuerza de trabajo, pero no son realmente incluidos. ¿Será una forma de hacerles creer que son escuchados?
Estamos frente a un nuevo gobierno de derecha, ¿qué están haciendo los directores del centro cultural más grande de Chile para continuar en sus cargos? ¿Están girando hacia la oposición para mantener sus privilegios? Por el momento, la administración de GAM prepara sus cartas; su estrategia hasta ahora es mimetizarse, ocultar los errores visibilizando los triunfos, porque si dejan sus cargos sería sinónimo de fracaso en su gestión.

Claudia Ochoa García
Secretaria Sindicato GAM