El gobierno urgentemente necesitó hacer un cambio de estrategia para hacer pasar su reformas; ahora se dirige hacia los organismos del Estado a fortalecer su base.
Viernes 7 de junio de 2019
Tal como lo anuncio en su Cuenta Pública, Piñera inició una serie de diálogos con los distintos organismos que componen el Estado, tanto hacia los otros dos poderes, Legislativo y Judicial, como con los órganos autónomos más importantes.
Al parecer la derecha se dió cuenta que no sólo estaba a cargo del gobierno como ejecutivo, sino además como cabeza del Estado. Piñera y su gobierno dió vuelta la cabeza y vió que tenía atrás una enorme fuerza que necesita cuadrar antes de buscar dar pasos en sus reformas.
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Contraloria, Congreso, Tribunal Constitucional, Consejo de Defensa del Estado, Corte Suprema y Ministerio Publico; serán los organismos del Estado a los cuales se enfilara buena parte de las fuerzas del Ministerio del Interior y de la Secretario General de la Presidencia (Gonzalo Blumel).
Si en su cuenta pública anunciaba una "Segunda Transición" y un "gran Acuerdo Nacional", el primer camino para esto sería ir primero a ordenar -por no decir cuadrar- los propios organismos del Estado, o al menos hacer pesar el Ejecutivo ante posibles trastabilles internos, como por ejemplo el rol que cumple Contraloría en el Estado.
Se implica el tipo de dialogo que un gobierno puede tener con un órgano que tiene como rol el supervisar los gastos y la legalidad de los actos de la administración pública.
Cambio de planes
Si la táctica del gobierno no dió resultado a ya un año y un par de meses de iniciado su mandato, las reformas que urgentemente necesita pasar, para sustentar el actual modelo económico en Chile, y por supuesto no perder la confianza del resto del empresariado, el giro de timón no podía esperar.
Si la derecha pensó en algún momento que iba poder pasar sus reformas sin mayores sobresaltos, ese tiempo ya pasó.
La desviación de las movilizaciones que le legó el segundo gobierno de Bachelet, le duró sólo unos meses hasta el mayo feminista del 2018, y de ahí hasta finales de ese año y con el asesinato cobarde de Camilo Catrillanca, cualquier objetivo que se hubiera planteado el gobierno, desde inicios de este año tendría que cambiar de plan.
Dos meses entre aprobaciones y rechazos de legislar en las distintas comisiones por donde han pasado sus proyectos de reforma, que sólo vienen a reforzar el modelo capitalista chileno, dejó un gobierno debilitado, que junto a sus errores no forzados, como el viaje de sus hijos a China, los tiene con los índices de aprobación cercanos al 30% (CADEM – CERC-Mori).
Entonces ahora tendremos un plan político a dos bandas del gobierno. Una línea sobre los partidos de la Ex concertación, en especial la DC y el PPD, y con eso presionar al resto, y ahora por otro lado, o mejor dicho a sus espaldas hacer pesar el ejecutivo sobre el resto del aparato del Estado, que no es menor, y que no es menos táctico, porque es también ahí mismo donde miles de empleos y cargos hacen subsistir a cientos de militantes de la ex concertación, e incluso a los mismos partidos.
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