Con un auditorio conformado mayormente por jóvenes y trabajadores, el sábado pasado, Christian Castillo encabezó en Lanús, una serie de charlas sobre las perspectivas de Cuba luego de la muerte de Fidel Castro.
Martes 6 de diciembre de 2016 17:20
Con la capacidad colmada en el local del PTS en el Frente de Izquierda de Lanús, y con un entusiasta auditorio conformado mayormente por jóvenes y trabajadores, el sábado pasado, Christian Castillo encabezó en Lanús, una serie de tres charlas simultaneas en la zona sur del conurbano bonaerense sobre la historia y las perspectivas de Cuba luego de la muerte de Fidel Castro. Al unísono, se realizaron en Quilmes con la participación de Facundo Aguirre y en Florencio Varela con Héctor Penuto, con una concurrencia, en general de unas 300 personas.
El dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas en el Frente de Izquierda, analizó, en un contexto donde las perspectivas y conquistas de la revolución cubana de 1959 se encuentran en pleno debate, la muerte de Castro, quien fuera una figura central en la historia de la segunda mitad del siglo veinte por haber liderado la única revolución socialista que triunfó en América Latina, que además, y a pesar de ser parte de una burocracia, significó para una parte de la población mundial, un símbolo de resistencia ante el imperialismo.
PH: Romina Vermelha-Enfoque Rojo
El debate giró en torno a los orígenes de la revolución, de cómo combatió, desde las profundidades de Sierra Maestra junto a Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, la dictadura del entonces presidente de Cuba, Fulgencio Batista a la vez que, al calor de la lucha, iba conquistando el apoyo de los campesinos. También habló sobre el ingreso del Ejército Rebelde encabezado por Fidel Castro, a La Habana y de la “emoción” que produjo el primer discurso en todos aquellos que sostenían las ideas de la revolución socialista. Ejército constituido campesinos, obreros y peones rurales quienes serán la fuerza social que traccionaría la radicalización del proceso revolucionario y la expropiación del conjunto de los terratenientes y de la burguesía. “Una revolución de contragolpe”, tal como Ernesto Che Guevara había definido a la revolución cubana, como un proceso de ataques y contraataques.
El brutal bloqueo económico que ejerce hace 50 años Estados Unidos sobre la isla caribeña, que el presidente Barak Obama acaba de renovar por un año más, fue otro de los temas que tomó una connotación especial cuando Christian Castillo mencionó que durante los 12 años en que el kirchnerismo estuvo en el gobierno, sólo con retórica amparaba al régimen cubano ya que nunca tuvo la intención de ir más allá, siquiera propiciando ayuda económica.
PH: Romina Vermelha-Enfoque Rojo
Uno de los puntos más importantes fue remarcar que para los trotskistas es menester defender las conquistas de la revolución cubana, importantes, la expropiación a la burguesía y terratenientes y la economía nacionalizada que son los puntales del sistema de educación y del Sistema Nacional de Salud, que concibe a la misma como un derecho social intransferible. A la vez, y como condición sin ecua non, la crítica al régimen político castrista estuvo presente haciendo hincapié en que el proceso de burocratización del estado cubano va contra los habitantes mismos, y que la apertura hacia a capitalismo produce una diferenciación social importante y, ligado a esto, la restauración del capitalismo solo logrará que Cuba vuelva a ser un territorio colonizado por las grandes multinacionales. Al mismo tiempo, Castillo, se proclamó crítico del régimen de partido único, y de la imposibilidad que tienen los trabajadores de la isla caribeña para organizarse libremente, más allá de los sindicatos estatales, que responden a la burocracia castrista. Aunque, destacó que esa cuestión no quita, ni desmerece que Cuba, con toda la escasez de recursos que tiene, haya logrado las conquistas más grandes de un proceso revolucionario en América Latina. “Si no hubiera tenido revolución y tampoco expropiado al capital imperialista norteamericano, Cuba se estaría mirando en la cara de Haití”.
Castro no planeó una revolución socialista sino que, fue forzado por las circunstancias históricas y las presiones internacionales a hacer de la revolución cubana una revolución socialista. Castro alineó a Cuba con la ex Unión Soviética y su degeneración burocrática, y tomó la idea estalinista del socialismo en un solo país, desalentando las revoluciones en América Latina. Por ejemplo en la revolución nicaragüense, Fidel declaraba a los dirigentes sandinistas que "Nicaragua no debía ser una nueva Cuba".
A diferencia de Ernesto "Che" Guevara que declaraba, “Por otra parte las burguesías autóctonas han perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo -si alguna vez la tuvieron- y sólo forman su furgón de cola. No hay más cambios que hacer; o revolución socialista o caricatura de revolución”, en clara oposición a las declaraciones de Fidel Castro. De esta manera, durante el debate fueron reivindicadas las intenciones del “Che” en expandir la revolución.
PH: Romina Vermelha-Enfoque Rojo
En el debate, el auditorio coincidió en defender las conquistas de la única revolución triunfante en América Latina porque Cuba, a partir de la expropiación de la burguesía y los terratenientes, y la ruptura con el imperialismo, logró poner en pie un Estado Obrero y peleó, con sus límites, contra el hambre, la mortalidad infantil y el analfabetismo. Para las jóvenes presentes fue un debate novedoso y lleno de interrogantes que fueron saldándose en la discusión.
Finalmente, Christian Castillo expuso que el debate abierto a raíz de la muerte de Fidel y frente a la asunción de Donald Trump en EEUU, es que el espíritu de la revolución está vivo y que es posible que los trabajadores tomen en sus manos, su propio destino, Y esto se transforma en una muy importante esta reflexión en un comienzo de siglo que, todavía, no ha visto grandes revoluciones triunfantes. Es por esto que la juventud debe ponerse de pie, organizarse y luchar consecuentemente por el socialismo internacional con la firme perspectiva de terminar con este sistema capitalista mundial de miseria, hambre y explotación. Cuba siempre será un ejemplo de que este camino es posible.
PH: Romina Vermelha-Enfoque Rojo
Los jóvenes, entusiasmados opinaron sobre los elementos que abarcaron el debate.
Valentino, por ejemplo, “fue una charla muy nutrida de información histórica sobre la revolución y una buena mirada crítica del trotskismo. Estuvo bueno el planteo de defender las conquistas sociales pero que se desburocratice la forma de llevar a cabo la revolución”. Agregó, también que “Fue un buen balance crítico sobre la perspectiva de cómo llevar a cabo la revolución”.
A Mariano, estudiante del ISFD Nº 11 de Lanús la charla le gustó, “Castillo fue muy simple y fácil de entender en su lectura política, algo que no siempre pasa con los políticos de izquierda, y habló en general del proceso de revolución Cubana y del panorama histórico sin entrar en personalismos alrededor de la figura de Fidel, altamente positivo y muy recomendable”. En tanto, Mary, estudiante de Nutrición de la UBA, "Era la primera vez que escuchaba al Chipi y con respecto a eso me pareció muy dinámico, o sea en ningún momento me pareció muy pesado. De la revolución cubana sabía lo mínimo, e históricamente sume un montón de datos los cuales me gustaría profundizar un poco más. Sinceramente no creo que lea muchos libros más pero si ahondar más en algunos temas. Siento que le aportó historia y más fundamentos a lo que ya pensaba".